Calderón indignado y Josefina descolorida
Félix Fuentes
Mediante “mordidas” por más de 20 millones de dólares, la tienda de cadenas Wal-Mart obtuvo más de 200 permisos del gobierno de Felipe Calderón para establecerse en México. La noticia de tan abierta corrupción fue publicada por el periódico The New York Times y el primer mandatario se dijo “muy indignado” cuando, supuestamente, se enteró de las artimañas.
Esta cadena de corrupción tiene el sello de la casa y Calderón debió estar enterado en detalle de tales manejos si fue quien abrió la puerta a la trasnacional estadounidense para hacer negocios en México y acabar con los comercios locales.
Sin los permisos respectivos, Wal-Mart no hubiera destruido 30 mil metros cuadrados de selva media en Playa del Carmen, Quintana Roo, para edificar una de sus tiendas ni crearía plantas para generar electricidad en sus establecimientos del norte del país
Es claro que funcionarios de las secretarías de Economía, de Hacienda y Agricultura, entre otras, recibieron órdenes superiores para ponerse de bruces ante los dueños de Wal-Mart y entregar los permisos, así como hacer arreglos fiscales a placer.
Nadie puede creer que el presidente Calderón no estuviera enterado de tan importante concesión y los miembros de su gabinete hubiesen actuado a espaldas de él en la entrega de licencias de funcionamiento y permisos hasta para destruir los recursos naturales de México.
Es indignante la postura del jefe del Ejecutivo y diga que esa empresa ¡generadora de empleos! haga negocios a base de “mordidas”. Así se han conducido los gobiernos panistas de Vicente Fox y Calderón, con todo género de corrupciones.
Instituciones internacionales sitúan a México entre las naciones más corruptas del planeta, lo cual revela que las prácticas criticadas por Calderón del viejo PRI han sido multiplicadas al infinito por él y sus congéneres.
La ciudadanía percibe los manejos del panismo y es motivo por el cual Josefina Vázquez Mota sigue a la baja en las encuestas y no podrá alcanzar al tricolor Enrique Peña Nieto. Lo saben los panistas y por ello emigran de la campaña blanquiazul.
So pretexto de participar en la Comisión Permanente del Congreso, Gustavo Madero abandonó de hecho el liderazgo del PAN y el jalisciense Francisco Javier Ramírez Acuña fue enviado de embajador a España. ¿No pudieron esperarse hasta después de la campaña albiazul?
Y el bocón Vicente Fox, quien afirmó que Vázquez Mota sólo ganaría de “milagrito”, fue obligado o le suplicaron un encuentro con ella en Monterrey, habiéndole dicho “mi presidenta, sabes que te apoyo”. Luego procedió a besarle la mano derecha, en una escena ridícula para los fotógrafos.
A su vez, Vázquez Mota sigue llamándose “la Jefa” y se expresa como si estuviera a un paso de gobernar a México. Cree realmente en los milagros y su campaña se centra en ataques al PRI y en besar a niños y niñas.
Pedro Joaquín Coldwell, líder del partido tricolor, ha contenido los agravios a una dama, pero el lunes pasado se exasperó y llamó “descolorida” a la candidata del PAN. Fue por decir lo menos.
