Es indispensable fortalecer las instituciones

Julio A. Millán B.

La inestabilidad económica mundial estará presente durante todo este año y se avivará en el 2013. Los signos de deterioro son evidentes, y por más declaraciones que hagan los líderes y dirigentes políticos, es necesario poner en marcha las medidas requeridas, ello si no se quiere agudizar la incertidumbre y los desajustes políticos, caso evidente el de Grecia.

Ante esta realidad en perspectiva, es muy importante saber que México cuenta con instituciones sólidas que son el andamiaje estructural que la nación tiene para mantener las libertades individuales y garantizar la seguridad y la paz social. Instituciones que son claro reflejo de la voluntad del pueblo: Presidencia de la República, Congreso de la Unión, Suprema Corte de Justica, Ejército, Fuerza Aérea y Armada, Seguro Social, Instituto Federal Electoral, Banco de México, pero también los partidos políticos, las organizaciones empresariales y sindicales, entre otras. Querer destruirlas sería perverso y antipatriótico.

Actualmente, en México estamos inmersos en un proceso de cambio de poderes a través de un proceso democrático, que como sucede en todo país con poca cultura electoral, se negativiza y se expande a zonas de obscuridad y peligrosas que confunden a los ciudadanos.

Dado el papel que jugarán las instituciones económicas y financieras ante el posible entorno desfavorable del 2013, éstas deben ser las primeras en ser fortalecidas. Lo anterior porque ningún blindaje financiero o económico puede amortiguar las choques externos —el caso de China es muestra evidente— si las instituciones no están debidamente respaldadas.

Por ejemplo, la autonomía del Banco de México ha sido fundamental para lograr la estabilidad macroeconómica. Se requiere entonces asegurar que este estatus de autónomo se refuerce, ello incluso si se llegara a modificar su mandato legal y se estableciera entre sus objetivos el crecimiento económico.

De igual forma, los órganos reguladores de las actividades financieras como lo son las comisiones Bancaria y de Valores y de Seguros y Fianzas, cuyo trabajo de supervisión es fundamental para dar certidumbre a los recursos de los ahorradores y los inversionistas, deben mantenerse sólidas en la operación de los mercados financieros, sobre todo con la estructura de capital que la banca mexicanizada tiene.

Por otro lado, instituciones políticas como el IFE el IFAI deben contar con el respaldo del gobierno y de la sociedad para que los procesos electorales se lleven a cabo con la transparencia, la tranquilidad, la imparcialidad y la certeza que tan importante proceso merece.

Nuestro país tiene muchas historias de éxito como también de fracasos, pero la historia nos ha demostrado que cuando los mexicanos nos dividimos, nos va mal y retomar el rumbo y el paso nos lleva mucho tiempo de esfuerzos y penas.

Debemos recordar que la economía no es más que el reflejo de muchas decisiones políticas, así se construye el binomio economía-política. Lo anterior porque finalmente es el bienestar y la felicidad de los ciudadanos el verdadero objetivo que cualquier político que, convertido en gobernante, debe perseguir buscando hacer honor al compromiso que adquiere al ser electo.

Debemos tener un proyecto de nación a futuro y una ruta de acciones que con los fundamentos que ya tenemos, nos haga transitar de la mediocridad intelectual que se ha apoderado de muchos políticos y dirigentes, a la grandeza que un país como México merece.

 

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