Martha Bañuelos

París.- Sonó la hora de gloria de los Juegos Olímpicos, evento que reúne la ilusión de la magia del deporte, pero en ese mundo de récords, los dirigentes han roto el récord más importante: el no respeto de la Carta de los Juegos Olímpicos, aceptando países que no llevan mujeres deportistas.

Ahora la Federación Board Internacional (IFAB), que define las leyes del futbol, autorizó vestir el velo islámico (o hiyab en árabe) en las competencias, con este acto provocador de aceptar deportistas envueltas en velos, están convirtiendo los Juegos Olímpicos en una parodia deportiva.

Para aplaudir esta resolución están los que agradecen la participación de mujeres, al menos, con velo. Y estamos los que tenemos la convicción de la humillación que eso representa. Para defender la libre voluntad y soberanía de la mujer, está Annie Sugier (con la Orden de la Legión de Honor y Oficial del Orden del Mérito), investigadora y combativa mujer. Y aquí estoy para entrevistarla sobre su libro por ahora en francés: Femme voilées aux Jeux Olympiques (Mujeres con velo en los Juegos Olímpicos) escrito en colaboración con Linda Weil-Curiel (abogada y defensora de las niñas que han sufrido incisión y en contra de este acto criminal) y Anne-Marie Lizin, parlamentaria belga.

¿Qué espera que se comprenda con su libro?

Annie Sugier: Que las mujeres son personas con pleno derecho y con los mismos derechos que los demás.

¿ Qué motivó las denuncias que hace en su libro?

Annie Sugier: La necesidad de demostrar la exactitud de lo que se defiende a partir de un proyecto central, y el estadio olímpico es un lugar único, donde se debe aplicar la ley del Acta Olímpica, basada en principios universales de no discriminación (principio n°1), a la vez que excluye toda expresión de carácter religioso o político (norma 51).

¿Qué carta tiene en esa lucha la Liga del Derecho Internacional de las Mujeres (LDIF)? 

Annie Sugier: Desde hace 20 años, la LDIF a través de su Comité en ATLANTA+ lucha para que el Comité Olímpico Internacional, basándose en la Carta Olímpica excluya a las delegaciones sin mujeres: Arabia Saudita, Qatar y Brunei. Nelson Mandela lo comprendió, cuando a causa del apartheid (régimen de discriminación racial) obtuvo la exclusión de Sudáfrica durante 30 años de los JO.

Ahora las deportistas de esos países vienen, ¡pero usando sus velos!

Annie Sugier: Está aumentando el número de delegaciones en las que las mujeres se convierten en las banderas de una ideología religiosa-política enarbolando bufandas y velos islamistamente correctos. ¡Cerrar los ojos sobre ese giro hecho a la Carta y a sus valores de universalismo y laicidad, es poner en peligro la vida de pioneras del deporte de África, como Hassiba Boulmerka, amenazada por respetar las normas olímpicas.

Annie Sugier y Anne-Marie Lizin, estarán en Londres para manifestarse contra esa sociedad, que acepta y alienta el papel de sumisión de la mujer destruyendo su probable evolución, la que necesita de tres elementos esenciales educación, salud y deporte, sin discriminación.