Jesús Reyna García/Secretario de Gobierno en Michoacán


 

Miguel Monge Monge

 

Morelia.- La presunta irrupción del crimen organizado por comunidades de la Meseta Purépecha —filtración que Jesús Reyna García no confirma y que por el contrario la aborda con reservas—, habría venido a complicar aún más la solución de los conflictos ancestrales que afectan a dicha región.

Asimismo, el secretario de Gobierno puntualiza que el hermetismo prevaleciente entre quienes la pueblan dificulta y hasta imposibilita el esclarecimiento de crímenes.

No obstante, el responsable de la política interior en Michoacán se dice convencido de poder avanzar en acciones gubernamentales que ayuden a zanjar el problema, por ejemplo, impulsar entre comuneros la cultura de un mayor cariño por sus tierras, proveerlos de fuentes de empleo en la cantidad necesaria y establecer centros de abastecimiento de madera lícita para acabar con la tala inmoderada, identificada ésta como el detonante de rivalidades.

Tala ilegal, origen del problema

Un conflicto michoacano que llama la atención es el relacionado con las diferencias que prevalecen entre indígenas de la Meseta Purépecha. ¿Seguiría lejana la posibilidad de que representantes de ambas comunidades coincidan en una mesa de diálogo?

Considero cercano ese día, si no es que llega más pronto de lo esperado. El problema de la Meseta Purépecha —que a mi parecer malamente ubicamos como un problema de Cherán y hemos visto centralizada la atención de los medios de comunicación nacionales y locales en Cherán— es un problema de la Meseta Purépecha, no de Cherán, y hay que decir que el conflicto se origina en la tala ilegal que ha acabado con el bosque. Los artesanos se surten de madera ilícita,  empero, no perdamos de vista que lo que puede ocasionar dicha tala ilegal es la falta de empleo en la región.

Es interés del gobernador Fausto Vallejo Figueroa visualizar este problema como un asunto regional, como un tema al que debemos darle una dimensión así, regional, porque lo que se hace en una comunidad puede afectar a la otra. En la Meseta están plenamente identificadas, por una parte, comunidades cuyos habitantes se dedican a la tala forestal ilegalmente, y por la otra, comunidades que consumen esa madera ilícita. Existe una gran claridad en la visualización de las cosas.

Un ejemplo a propósito de mi afirmación en el sentido de que se trata de un conflicto regional: el jueves 12 de julio el Ejército, mediante el operativo que mantiene con la Base de Operaciones Mixtas, localizó y decomisó una camioneta con madera de procedencia ilegal; además, en ese operativo detuvo a dos comuneros de Capacuaro, municipio de Uruapan, todo ello en la carretera Paracho-Arantza, y ambos detenidos fueron puestos a disposición del ministerio público.

¿Qué sucede la mañana del día siguiente, 13 de julio?: que circula por el lugar una camioneta de Comisión Nacional Forestal, por Capacuaro, y lo primero que hace un grupo de comuneros es secuestrarla juntamente con el ingeniero que la conducía, para presionar por la liberación de los detenidos que cometían actos ilícitos.

Hermetismo ciudadano

La delincuencia organizada es un problema de difícil solución, sin duda. El caso de Cherán, para precisarlo, a nuestro parecer es de esta manera: efectivamente los comuneros afirman que hay presencia de la delincuencia organizada, lo cual caería dentro de lo posible, porque lamentablemente esto sucede en muchas partes del estado y esta puede no ser la excepción.

Yo no digo que no exista y tampoco puedo afirmarlo porque no me consta. Ellos lo han dicho, sí, ellos. Yo no puedo afirmarlo.

Cuando se presentan hechos lamentables como los que en días pasados segaron la vida de dos habitantes de esa región, inmediatamente la Procuraduría de Justicia inicia las averiguaciones. Así sucede siempre y esta vez no fue la excepción, se emprendió cuanto antes la investigación del doble asesinato ¿Y con qué se toparon las autoridades judiciales? Con un hermetismo total por parte de los interrogados quienes no dijeron nada ante la autoridad judicial ni tampoco compartieron con ella ningún dato.

Hay algo sobre lo cual debemos reflexionar seriamente: de un año a la fecha, Cherán ha adoptado una actitud diferente, hablo de posturas que sus moradores llaman su autodefensa. No sé cuál sea el resultado de ello. Tenemos que revisar qué ha sucedido desde que tomaron este camino, si dio frutos o si por el contrario contribuyó a empeorar el problema. Habrá que evaluarlo.

Independientemente, considero necesario impulsar en esa región una cultura de cariño por el bosque, de diálogo entre sus comuneros; hay que reforestar, generar fuentes de empleo, crear abastecimientos de madera de procedencia legal y aplicar una vigilancia policíaca todavía más estrecha.

Treinta y un puntos rojos

Lo que sí puedo decir con seguridad es que la zona de Cherán es la que más policía  concentra en todo el estado. La Policía Ministerial tiene cuatro puestos fijos, existen dos bases de operaciones mixtas que recorren la Meseta diariamente; ambas están integradas por personal del Ejército, de la Policía Federal, de la estatal, de la ministerial y ministerios públicos federales y estatales. Permanentemente están recorriendo la Meseta Purépecha, pero ello no basta para frenar sucesos tan lamentables como los recientes.

Hace 16 años, cuando usted fue secretario de Gobierno debió conocer el conflicto que nos ocupa. La diferencia, 16 años después, ¿cuál es, se mantiene estable o ha empeorado y en este caso por qué?

Se ha agudizado. Efectivamente, comparto la idea, sin asegurarlo porque mis expresiones tienen que ser con mucha responsabilidad por la posición que ocupo, de que la posible presencia del crimen organizado lo complica más. Es mucho más intrincado que antes, sin duda.

En la Meseta Purépecha debe haber algo así como 31 puntos rojos en cuanto a conflictos por tenencia de la tierra. Estamos trabajando en ello, procurando resolver diferencias y ayudar a que las partes en conflicto lleguen a acuerdos. Ese era el principal problema en el pasado reciente, ahora las diferencias son otras.

Esta zona purépecha es tan diversa que, por otra parte, tenemos una comunidad ejemplar, hablo de San Juan Nuevo Parangaricutiro, una sociedad comunal cuyos moradores han logrado importantes avances y disfrutan de un buen nivel de vida. Constituye ese lugar un ejemplo a seguir.

 

El turismo no se ve afectado

¿Los hechos sangrientos de que hablamos alejan el turismo?

De ninguna manera, esta problemática no tiene por qué afectar el quehacer turístico. La zona en conflicto no es turística ni sus carreteras son utilizadas regularmente por el turismo, aún así, merecen una vigilancia constante, de modo que pueden venir los paseantes y disfrutar tranquilamente de los atractivos que les ofrece Michoacán.