Alexander Serikov
Los cinco hermanos de apellido Botsviniuk de nacionalidad ucraniana se dedicaban a la trata de personas desde el año 2000. Los hermanos prometían a sus compatriotas que soñaban con emigrar de Ucrania a Estados Unidos en busca de una mejor vida, llevarlos a este país, garantizaban un buen trabajo, salario de 500 dólares y otros 200 a 300 dólares adicionales para gastos menores al mes. Además les ofrecían comida y un cuarto como vivienda.
Los hermanos Botsviniuk comenzaron su actividad criminal en Ucrania en la región conocida como Bukovina situada en la parte occidental de este país, ex república soviética. Allá mismo fueron perseguidos por sus actividades criminales y en 2003 cuatro de ellos fueron detenidos y encarcelados. Pero después de la llamada “revolución de las naranjas” de 2004 cuando llegó al poder Víktor Yúshchenko, los hermanos fueron liberados en 2007 por el nuevo presidente ucraniano.
Al parecer, la pena no les sirvió de nada y los hermanos criminales reanudaron su vergonzoso negocio reclutando a sus víctimas en Ucrania y enviándolas ilegalmente a Estados Unidos. La ruta comenzaba en Alemania o Polonia y continuaba en México a donde ellos entraban como turistas. Según los datos de los medios de información estadounidenses, de esta manera fueron trasladados a Estados Unidos de América cerca de 30 jóvenes ucranianos. Una vez establecidos allá, los emigrantes ilegales se convertían en rehenes y esclavos de los hermanos Botsviniuk que los obligaban a trabajar para pagar los gastos de su traslado “al paraíso” cuya cantidad, de acuerdo a los cálculos de los “amos” ascendía de 10 a 50 mil dólares, según el caso.
Los esclavos ucranianos trabajaban en varios estados norteamericanos en las tiendas de autoservicio y oficinas en horarios nocturnos en servicio de limpieza, una de las áreas más pesadas para trabajar. Los dueños de estos establecimientos, tal vez, no tenían idea de que utilizaban los servicios de emigrantes ilegales que eran obligados a trabajar a la fuerza. Los emigrantes vivían cinco personas en un cuarto, dormían en el piso, en colchones mugrosos. Fueron amenazados y maltratados, las mujeres violadas. Cuando uno de los “esclavos” escaparon de su reclusión, los hermanos Botsvaniuk amenazaron con represalias a sus familiares en Ucrania.
Las autoridades estadounidenses presentaron las acusaciones a los cinco hermanos criminales el 30 de junio de 2010. Cuatro de ellos fueron arrestados el mismo día: uno en Filadelfia, otro en Alemania quien fue inmediatamente extraditado a Estados Unidos. Otros dos fueron detenidos en Canadá y aún están esperando su extradición a EU. El quinto de ellos se esconde en Ucrania. Ya que entre estos dos países no existe el acuerdo sobre la extradición no se sabe si este hermano será castigado o no.
Fue el 16 de julio pasado del presente año cuando los dos hermanos que se encontraban en Estados Unidos fueron condenados a prisión, uno a cadena perpetua, otro a 20 años de cárcel. En EU el crímen cometido por ellos se considera muy grave. Los funcionarios del consulado ucraniano en EU que inicialmente ayudaban a sus paisanos, luego se abstuvieron de hacerlo considerando que ellos se dedicaban a un negocio vergonzoso.