Entrevista a Felipe Solís Acero/Diputado federal priista

Moisés Castillo

Paolo Flores d’Arcais es uno de los intelectuales italianos que más han luchado por la recuperación de una conciencia cívica en su país. Dice que sólo hay democracia donde se lucha por la democracia. Y en México nuestra democracia es imperfecta, pero se busca evitar frustraciones y escenarios de polarización como sucedió en 2006.

En pleno conflicto poselectoral, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión dio luz verde a la reforma política, luego de que 17 congresos estatales la ratificaron, un paso indispensable antes de que entre en vigor. Con esta medida quedaron aprobados los cambios constitucionales en materia de participación ciudadana y en las funciones de varios órganos de poder.

La reforma política modifica la Constitución en sus artículos 36, 71, 73, 74, 76, 78, 83, 84, 85, 89 y 122, y contiene adiciones a los artículos 35, 71, 73, 84, 87, 116 y 122, ordenando además que sea remitida al Diario Oficial de la Federación para su publicación.

Requirió y obtuvo el previo aval de la mayoría de los congresos locales del país: Aguascalientes, Baja California, Campeche, Chihuahua, Colima, Durango, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán y Zacatecas.

Entre las modificaciones destaca el acto de toma de protesta del presidente que se podrá realizar tanto en San Lázaro como en la Suprema Corte de Justicia, lo que permitiría al mandatario asumir su cargo en situaciones de crisis.

“En caso de que el presidente no pudiere rendir la protesta ante el Congreso de la Unión, ante la Comisión Permanente o ante las Mesas Directivas de las Cámaras del Congreso de la Unión, lo hará de inmediato ante el presidente de la Suprema Corte de Justicia”, establece la reforma.

También contempla las candidaturas independientes, lo que significa que los ciudadanos podrán postularse para puestos de elección popular. También podrán promover iniciativas de ley y participar en consultas populares. Los futuros presidentes, además, podrán presentar dos iniciativas de ley para que sean tratadas de forma preferente al inicio de periodo ordinario de sesiones del Congreso, o bien, recordar dos iniciativas que haya presentado en periodos anteriores.

Manlio Fabio Beltrones, presidente de la Junta de Coordinación Política y uno de los principales impulsores de la reforma, destacó que estos cambios modernizarán el presidencialismo mexicano, pues darán más instrumentos de participación ciudadana y control a la figura del primer mandatario.

“Hemos logrado resolver —dijo el legislador— muchos de los asuntos pendientes que teníamos. Lo hemos hecho en la pluralidad, en el respeto que nos debemos unos a otros, en darle valor al diálogo, en saber que la discusión es saludable, y que los acuerdos son necesarios: ceder, conceder, negociar, conciliar, acordar, convivir, es avanzar.”

Sin embargo, la reforma desechó la reelección y la revocación del mandato presidencial. En este sentido, tanto el PAN como el PRD coincidieron en que se debería pensar más en una reforma con más equilibrio de poderes para evitar que regrese la “línea” al Congreso por parte del Ejecutivo federal.

Sigue incompleta

Por su parte, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Gerardo Gutiérrez Candiani, resaltó que dicha reforma ha sido de gran importancia, ya que fue aprobada por una mayoría de los congresos estatales, además de que incluye demandas históricas de la sociedad civil, como las candidaturas independientes y la consulta popular. Pero lamentó que la reforma siga incompleta.

“La insatisfacción profunda de los ciudadanos —dijo el empresario— ante la política y los políticos permanece, y es algo que tampoco resuelve esta reforma, importante pero incompleta. Queda corta ante los defectos y debilidades que minan nuestra todavía joven democracia. El sistema político mexicano sigue siendo oneroso, poco representativo y transparente; proclive a la confrontación, la obstrucción y al inmovilismo; socavado y desprestigiado por la corrupción, la impunidad y una pobre rendición de cuentas en múltiples áreas de la gestión pública”.

Hay que recordar que la iniciativa para esta reforma fue presentada por el presidente Felipe Calderón en diciembre de 2009. Aunque en un inicio proponía más temas, como la reelección de diputados, senadores y alcaldes; la reducción del Congreso de la Unión; el aumento en el porcentaje a 4 % para que un partido conservara su registro; o la segunda vuelta electoral, éstos desaparecieron durante las negociaciones en el Congreso de la Unión.

Para el priista Felipe Solís Acero, presidente de la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias de la Cámara de Diputados, la reforma política no es light, ya que contiene un conjunto de temas que hace unos cuantos años hubiera sido imposible concretar.

“No es —dijo— una reforma de bajo perfil, por el contrario, es una reforma de largo aliento. La reforma contiene tres nuevos derechos políticos ciudadanos que tendremos en el momento en que sea publicada y entre en vigor. Yo me quedaría por el contrario con una visión positiva y no pesimista sobre la reforma política”.

¿Estamos ante una reforma política “corta” como señala el Consejo Coordinador Empresarial?

Siempre que se aprueba alguna reforma de cualquier naturaleza en el Congreso habrá este tipo de señalamientos. Las reformas son tan amplias como lo permiten los acuerdos. Los acuerdos se definen por la coincidencia de los actores políticos que participan en el proceso de definición de una reforma y las reformas contienen puntos de vista distintos de los diferentes grupos parlamentarios. Por eso integramos grupos con perspectivas distintas y cada uno tiene una visión diferente del país. Creo que no debe descalificarse un paquete de reformas como la reforma política con cuestiones que tienen que ver con la amplitud o no de los cambios constitucionales. Hay que entender que las reformas legislativas pasan por un proceso complicado, difícil, que normalmente lleva tiempo tomar acuerdos a partir de coincidencias sobre temas que nos dividen o nos ponen en situaciones contrastantes.

Si descarta una reforma light, ¿qué bondades existen en la reforma política para consolidar nuestra democracia?

Se trata de la iniciativa popular o ciudadana que permitirá a los mexicanos presentar iniciativas de ley o reformas a las cámaras del Congreso. Esto generará la obligación de las cámaras para pronunciarse sobre dichas iniciativas. Emitir un dictamen dentro de los plazos que cada cámara establece sobre el particular. También el derecho a participar en competencia por los cargos públicos a través de la candidatura independiente. A partir de que la reforma entre en vigor, los ciudadanos mexicanos que no militan en ningún partido político y que no quieren militar porque no se sienten afines podrán competir por un cargo de elección popular por la vía independiente. Asimismo, el derecho de los ciudadanos a participar en las consultas populares. Se abre la posibilidad de que el Ejecutivo federal pueda someter a consideración de los ciudadanos mexicanos proyectos de obras y políticas públicas. O las cámaras del Congreso consultarle a los ciudadanos sobre proyectos de ley acerca de temas polémicos. Se trata de una triada de nuevos derechos políticos ciudadanos que hoy en día no tenemos y que entrarán en vigor una vez que se publiquen en el Diario Oficial de la Federación.

Novedad: iniciativa preferente

¿Vetar y congelar iniciativas por parte del Legislativo y del Ejecutivo quedó resuelto?

En el paquete de temas diversos se resuelven problemas de comunicación entre el Congreso y el Ejecutivo. Por ejemplo, se aprobó “la iniciativa preferente”. Se le reconoce en la reforma política al Ejecutivo federal el derecho a señalar, el primer día de cada periodo de sesiones, dos iniciativas y obligar a la cámara correspondiente a que un plazo de 30 días naturales emita un dictamen sobre el particular. Y si no lo emite, entonces la iniciativa irá directamente al pleno para ser votada de manera directa. Es común que los ejecutivos de cualquier signo partidista manden iniciativas y el Congreso no las atiende. La iniciativa preferente permitirá una comunicación más fluida y reconocer la atribución del Ejecutivo para que algunas de sus iniciativas tengan la categoría de preferente.

Pareciera que el asunto de la toma de protesta tiene dedicatoria especial… 

Por primera vez en casi 100 años de omisión constitucional se resolvió el tema de cómo hacer frente a la ausencia del presidente de la república. Es un tema complejo, nosotros no lo teníamos resuelto porque no hay en nuestro país la figura de vicepresidente, ni existe la figura de sustituto automático y ahora la Constitución otorga, gracias a la reforma, una solución que permite darle estabilidad política al país. El asunto relativo con la posibilidad de que ahora el presidente electo en el año de los comicios, que es justamente éste el momento en que nos encontramos, si tuviera algún problema para que sea recibido en el Palacio Legislativo de San Lázaro en la sesión del Congreso para protestar y por causas ajenas a su voluntad o por fuerza mayor lo pueda hacer ante los miembros de las mesas directivas de ambas cámaras o incluso rendir la protesta ante la Suprema Corte de Justicia. En 2006 tuvimos la experiencia y nos enseñó que teníamos que legislar sobre el particular, que la Constitución tenía que prever esa posibilidad no deseable, pero que pudiera ocurrir como estuvo a punto de suceder hace seis años. Hubo un punto de acuerdo de todas las fracciones para que ese asunto quedara regulado.

¿Existen las condiciones para que Enrique Peña Nieto tome protesta en San Lázaro en caso de que el Tribunal Electoral lo declare presidente electo?

Espero que no tenga contratiempos. Una vez que la Sala Superior del Tribual Electoral se pronuncie emitiendo la calificación definitiva de la elección presidencial y seguramente determine lo que es la convicción de los mexicanos: el ganador de la elección presidencial en 2012 es Enrique Peña Nieto y, por lo tanto, el 1 de diciembre debe asumir la Presidencia de México para el periodo 2012-2018. Espero en consecuencia que cuando esa resolución se produzca todos los actores políticos entendamos que la confrontación pertenece al pasado. Las campañas no pueden ser permanentes, las campañas duran un plazo determinado por eso se redujeron. Lo que sigue son momentos de encuentro y de reconciliación. No se trata de que el que pierde se vaya a su casa o decline sus convicciones. Pero se trata de reconocer la decisión de la autoridad.

¿Por qué no se aprobó la reelección de legisladores y la segunda vuelta?

Porque no hubo acuerdos suficientes. La reelección venía aprobada por el Senado de la República en la minuta, pero al llegar a la Cámara de Diputados algunos legisladores y fracciones parlamentarias, el PRI y el Partido Verde, nos opusimos a que el asunto pudiera ser procesado en los mismos términos que el resto de los temas. Este asunto en el PRI genera diferencias irreconciliables. En el PRI hay diputados que están absolutamente en contra de la reelección. Hay también otros diputados que nos hemos manifestado a favor de la reelección. Pero los que estábamos a favor decidimos declinar en nuestra planteamiento de continuar con esa posición si eso generaba división, como fue el caso. No habiendo acuerdo interno no podíamos salir a expresar un acuerdo en un sentido en la revisión de la minuta y por esa razón se decidió que ese tema fuera objeto de una consulta más amplia y de carácter ciudadano. Por otro lado, la segunda vuelta nunca fue planteado en la reforma política, no venía en la minuta del Senado y por eso no hubo una postura de ningún partido.

¿La eliminación del fuero ayudaría a generar una percepción positiva hacia los legisladores?

Creo que sí. No soy ajeno a la percepción y preocupación de que efectivamente hay una baja estima del trabajo político en general y particularmente de los legisladores. Pero también ha habido campañas francamente de saña en contra del trabajo político, campañas interesadas con el propósito de desprestigiar la labor legislativa. Incursionar en la política no es un trabajo deshonroso. El fuero no fue creado como una protección de los legisladores para hacerlos diferentes a los ciudadanos, pero efectivamente el fuero ha generado una protección de quienes somos legisladores por encima del ciudadano. A mí me parece que se podría hacer una revisión con el fuero y dejar el fuero limitado exclusivamente para lo que sirve: para proteger la actividad del legislador. El fuero amplísimo como está contemplado en la Constitución podría ser objeto de una revisión.