El mandato debe acatarse a cabalidad


Julio A. Millán B.

Este primero de julio, los mexicanos más comprometidos hemos acudido a las urnas en un extraordinario ejercicio democrático. Más allá de lo intrincado en que se pueda convertir el proceso legal de “limpiar la elección”, resolviendo las previsibles denuncias de irregularidades e impugnaciones, lo que nos debe quedar claro es que se ha tomado una decisión y el pueblo ha dirigido un mandato que debe ser acatado a cabalidad.

Es el momento de alinearnos hacia el único rumbo que puede tener nuestro país, que es la grandeza. Para que México explote sus potencialidades y se posicione en los próximos 10 años como uno de los países emergentes más destacados por su crecimiento y el desarrollo de su población. Trabajo que debemos empezar ya para que el nuevo gobierno que toma el timón del país en 2013, cuente entre otros factores imprescindibles  con un presupuesto fuerte y eficientemente organizado.

En Consultores Internacionales, S.C. ®  trabajamos bajo la firme convicción de que el futuro no se inventa ni se predice, ¡se construye! Es claro que si un país no tiene visión de futuro está destinado al fracaso. Y es ahora que hemos elegido un nuevo gobierno que encabezará los destinos del país en los próximo seis años, que se requiere que la sociedad deje el letargo y se creen espacios de reflexión que, con frescura e inteligencia, se identifiquen los medios y acciones que fortalezcan y realcen los logros y avances ya alcanzados y señalen el horizonte de crecimiento y bienestar que queremos y podemos alcanzar.

Necesitamos cambios trascendentes y proyectos, pero sobre todo delinear la visión de país que queremos para las próximas décadas. Pero contar con la visión es sólo el primer paso, lo más importante es ponernos a trabajar para materializar esa visión. Ese es el mandato que el pueblo mexicano ha dirigido en las urnas al nuevo gobierno, pero también a todos los mexicanos sin importar si votamos y por quién votamos.

Ahora bien, es importante fijarnos metas de mediano y largo plazos viables y medibles. En este sentido, plantear que podemos crecer al 4.5 % en los próximos tres años en un objetivo alcanzable, plantear que al final de una década se podrá crecer por arriba del 6.5 % anual, también lo es si consolidamos los avances. Para ello necesitamos asumir nuestras responsabilidades y dejar de lado nuestros intereses personales, y rechazar acciones que interrumpan la paz social, queremos un futuro diferente y más próspero. Construir ese futuro es nuestra responsabilidad y debemos empezar ya. El evento del primero de julio debe servir para sacudir la conciencia de todos y reafirmar la solidaridad que los mexicanos nos debemos para mantenernos unidos en un objetivo que nos lleve a la grandeza, y hacer que el futuro de México esté construido por mexicanos a la altura de las circunstancias.

jmillanb@grupocoraza.com