Carlos Olivares Baró

Philip Milton Roth (Newark, New Jersey, 1933) es el escritor norteamericano que, posiblemente, ha recibido la mayor cantidad de premios literarios en su país y a nivel internacional: National Book Award (1960, 1986, 1995), Book Critics Award (1991), Premio Faulkner del PEN Club (1994, 2007), National Ambassador Book Award (1998), Premio Nabókov (2006), Premio Pulitzer (1998), Premio Hemingway del PEN Club (2001), Man Booker International Prize (2011)… “Por su calidad literaria que se muestra en una escritura fluida e incisiva”, acaba de ganar el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, 2012. Eterno finalista en la lista del Premio Nobel de Literatura cada año, Philip Roth es un heredero de Saul Bellow y Bernard Malamud. Interesado en la problemática del reconocimiento de identidad de los judíos en Estados Unidos, el autor de Elegía (2006) viene, desde 1959 con Goodbye, Columbus, erigiendo un retrato mordaz y acertado del deterioro y los trances de la moral norteamericana.

Un cuadro axiológico de sus principales narraciones nos lleva al siguiente esquema: 1. Novelas de Nathan Zuckerman: El escritor fantasma (1979), Zuckerman Encadenado (1981), La lección de anatomía (1983), La orgía de Praga (1985), Pastoral Americana (1997), Me casé con una comunista (1998), La mancha humana (2000), Sale el espectro (2007): fábulas en las que el quebranto de la familia judía norteamericana y el sueño americano son diseccionados con cáustica mirada. 2. Novelas de David Kepesh: El profesor del deseo (1977), Animal moribundo (2001): aventuras del profesor David Kepesh acosado por eros, incluso en los años de su vejez. 3. Novelas de Philip Roth: Engaño (1990), Operación Shylock (1993), La conjura contra América (2004): crónicas que desnudan algunos gestos hipócritas de la sociedad norteamericana. 4. La memoria: protagonista: Los hechos. Autobiografía de un novelista (1988), Patrimonio. Una historia verdadera (1991): guiños autobiográficos y enfrentamiento con la muerte del padre.

El mal de Portnoy (1969), la novela que lo lanza a la fama internacional. Alexander Portnoy cuenta, en largo monologo a su analista, los remordimientos que padece por su obsesión sexual. Se confiesa víctima de una madre judía posesiva. La exposición de una sexualidad franca y abierta, sin tapujos, y el tratamiento sardónico de las costumbres judías, causaron polémica en los espacios literarios de Estados Unidos: la originalidad discursiva de Roth y su estilo corrosivo lo convierten en escritor de culto. El mal de Portnoy sigue siendo uno de los textos más citados por los críticos literarios norteamericanos. Dos novelas recientes confirman las insoslayables pujas literarias de Philip Roth: Elegía (2006) y Némesis (2010). La primera, historia subjetiva y universal sobre la disipación, la contrición y la ecuanimidad que trae consigo el enfrentamiento con la moralidad como limitante ante la presencia del deterioro del entorno. Examen de una vida y también, doloroso cotejo con la presencia inevitable de la muerte. La segunda, un análisis sobre cómo el ser humano debe enfrentar circunstancias imprevistas. ¿Qué decretos estipulan las muecas de la vida? Alegoría que pone al lector en las encrucijadas del desasosiego, la confusión, la consternación y el dolor. Incidente y decisión. Emociones y actos. Uno de los textos más sombríos del galardonado con la Medalla Nacional de las Artes y las Letras en la Casa Blanca en 1998. Imposible sustraerse de libros como Engaño, El animal moribundo, La visita del maestro, Me casé con una comunista o Pastoral americana: nadie como Roth ha sido capaz de revelar muchas de las verdades de la sociedad norteamericana. El sueño americano y la frágil vidriera de sus luces. Sexo, infidelidad, disimulo, máscaras, denuedos, obcecaciones, escándalos políticos, mirada incisiva a la vida académica norteamericana, dualidad: sentimiento y cuerpo, pasiones, seducciones… Dicen que cuando supo la noticia del Premio Príncipe de Asturias, lamentó la ausencia de su amigo Carlos Fuentes: “Me hubiera gustado recibir su felicitación puntual por teléfono”.