La mentira forma parte de su naturaleza

Marco Antonio Aguilar Cortés

Morelia.- Entre otras cosas, los mexicanos necesitamos sosegarnos, unirnos y ponernos a trabajar. Para esto se requiere acabar con el desempleo, generando fuentes de labor productiva, de bienes y de servicios, que finiquiten un ocio maléfico y masivo que nos ha corroído en forma severa.

Nunca vamos a sosegarnos ni a unirnos ni nos vamos a poner a trabajar, productivamente para nosotros mismos, si nos violentamos unos frente a otros.

A la equívoca pancarta de “matemos al PRI”, puede exhibirse otra errónea de la contraparte que llame a “matar al PRD”; y esto puede subir de tono hasta enfrentar a mexicanos contra mexicanos, y ensangrentar, estúpidamente, el suelo patrio sin sentido cual ninguno. ¡Como si no tuviéramos ya suficientes problemas!

Nuestra economía es endeble; la educación nacional no es aceptable; por todo el sistema mexicano transita la corrupción impunemente; no encuentra la inseguridad pública a la procuración de la justicia; y ésta se encuentra divorciada de los órganos jurisdiccionales, los que lamentablemente pueden confundirse.

Si fuera poco lo anterior, nuestra capacidad productiva es de cantidad reducida, con baja calidad, y mano de obra mal pagada; mientras la forma en que distribuimos la riqueza ha quedado marcada por la ley del embudo, la boca grande para pocas familias, y el agujero microscópico para millones de hambrientos.

La frase “sosegar a México” fue constantemente utilizada por Andrés Manuel López Obrador durante sus discursos antes del día de la elección. Hoy, en su exigencia procesal para que se “anule la elección presidencial” y se “designe un presidente interino”, formula una expresión equivalente: “nuestra lucha es para apaciguar el país”.

Pero ni él se lo cree. La mentira forma parte de su naturaleza. Recordemos cómo su falsedad lo perdió desde el año 2005 en que dijo: “A mí que me den por muerto. No aceptaré ser candidato a la Presidencia de la República”.

Y aceptó, dando suficientes muestras de que le ha gustado ser candidato a la Presidencia; ¡tanto!, que al parecer ya está con sus actos iniciando la campaña del 2018.

Sin embargo, lo ha hecho muy bien como opositor, y la gente lo reconoce, por eso muchos siguen votando a favor de Andrés Manuel para que prosiga como opositor, que es en lo que se está perfeccionando.

Por su parte, Enrique Peña Nieto, como candidato triunfante, como presidente electo, y después como presidente de México, debe hacer valer la Constitución, generando con ello estabilidad, paz, trabajo y tranquilidad en nuestro país.

Desde ahora, los más de 19 millones de ciudadanos que votamos por el PRI y por Peña Nieto, de manera libre, razonada, y sin pago de ninguna especie, les exigimos que cumplan lo prometido con eficacia, sin temor y con inteligencia.