Entrevista a Pablo Javier  Becerra/Profesor-investigador de la UAM Iztapalapa

Nora Rodríguez Aceves

El Movimiento Regeneración Nacional (Morena) será partido político, la decisión ya está tomada. “Cuando Andrés Manuel López Obrador dice: «entre todos decidiremos, de manera democrática, si Morena continúa como asociación civil o se constituye en partido político», en el fondo lo que está diciendo es: «señores, yo ya decidí y Morena se convertirá en partido», punto”, afirma Pablo Javier Becerra Chávez, profesor investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa.

“Andrés Manuel López Obrador es un caudillo al que las instituciones y las organizaciones políticas le quedan chicas, él necesita su propia organización, que él pueda dirigir y en la cual no quepan las corrientes ni las tribus, ¡claro! porque la única tribu será la suya, ése es el gran problema de López Obrador que es ante todo el proyecto de un partido personal que lo llevará a su siguiente aventura del año 2018, y mientras tanto le permitirá una cobertura a lo largo de todo el sexenio de Enrique Peña Nieto para convertirse en el factor opositor fuerte contra sus proyectos”.

Así lo anunciaron ya “muy claramente sus cercanos como Dolores Padierna o como Martí Batres que siguen formalmente en el PRD, pero que sabemos que son totalmente incondicionales de López Obrador, su planteamiento central  será oponerse a cualquier tipo de reforma, ésa es su idea y Andrés Manuel hará lo propio desde las calles como lo hizo en el tema del petróleo; mientras se discutía en el Senado él tenía un mitin en el Hemiciclo a Juárez donde estaba resolviendo lo que los senadores de la izquierda debían decir, lo cual es una cosa absurda, quiere controlar desde la calle lo que se hace en las instituciones. Es muy coherente con su visión de corte populista, yo creo que por ahí va el asunto: fundará su partido al que él pueda controlar  personalmente para que le permita ser la cobertura para el 2018, para ser candidato presidencial de nuevo dentro de seis años”.

No obstante, el investigador de la UAM-Iztapalapa advierte que el excandidato presidencial por la coalición Movimiento Progresista “todavía puede intentar el mismo juego que hizo ahora —en este proceso electoral 2012—;, según Andrés Manuel en noviembre de 2011 estaba de licencia en el PRD, aunque  nunca nadie le aprobó esa licencia porque esa figura no existe en los estatutos de su partido, sin embargo se puso de acuerdo con Marcelo Ebrard para que las encuestas decidieran quién sería. El camino de aquí al  2018 es parecido, querrá imponerse por sobre el PRD y los otros dos partidos, el Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano, desde su partido Morena, incluso, en esa lógica no es imposible pensar que el PRD también pueda participar en su postulación de 2018”.

Sin gran sorpresa para muchos y una buena noticia para muchos, Andrés Manuel López Obrador anunció, el 9 de septiembre, durante la Asamblea Informativa en el Zócalo de la Ciudad de México, su separación del PRD y el inicio de una consulta nacional para determinar si Morena se convierte en partido político o se queda como movimiento.

Así lo anuncio: “voy a dedicar toda mi imaginación y trabajo a la causa de la transformación de México. Lo haré desde el espacio que representa Morena, por esta razón me separaré de los partidos del Movimiento Progresista”.

“Estamos a mano”

Luego de agradecer al Partido Movimiento Ciudadano y al Partido del Trabajo el apoyo que le brindaron, tocó el turno de dirigirse al Sol Azteca, el partido que lo cobijó durante más de dos décadas de militancia y lo postuló dos veces a la Presidencia de la República y una a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal: “Agradezco, en especial, a los militantes y dirigentes del PRD, partido en el que me tocó participar desde su fundación, del cual fui dirigente y en el que milité durante estos últimos 23 años. Tengo en el PRD muchos amigos, que en todo momento me dieron su confianza y respaldo y, en correspondencia, considero que les di lo mejor de mí y los representé con entrega y dignidad. Estamos a mano y en paz”.

Aunque como siempre hace en su discurso dejó abierta la puerta quizá para un posible regreso si no le funcionan las cosas como él quiere: “estoy seguro que esta decisión ayudará a renovar y a fortalecer al movimiento progresista. Además, siempre que se trate de la defensa del pueblo, del patrimonio nacional y de luchar por la transformación del país, estaremos dispuestos a caminar juntos y llegaremos a acuerdos para actuar como una sola organización”.

En este sentido, Pablo Javier Becerra señala: “Esto sólo confirma una cosa, que en sentido estricto para Andrés Manuel López Obrador el PRD y los otros dos partidos pequeños que integraron la coalición para la elección presidencial solamente eran una franquicia. El uso estos partidos como una franquicia para poder ser candidato, obviamente, ya después de su segunda derrota quiere probar suerte formando su propio partido, lo cual implica la división de la izquierda, pero esa división ya la vimos desde 2009 cuando se volvió en contra de la dirección de su partido porque no logró, primero, que su candidato a dirigirlo, Alejandro Encinas, quedara, y el partido dirigido por Jesús Ortega ya no lo apoyó en todo lo que él quería, en su aventura, esa extraña, de la presidencia legítima”.

Entonces, desde 2009 ya teníamos al tabasqueño “virtualmente de licencia, él uso esa figura de la licencia en 2011 cuando el proceso electoral del Estado de México, cuando dijo que pediría una licencia para poder impulsar un proyecto por fuera del PRD, pero Andrés Manuel ha vivido los últimos años impulsando proyectos por fuera del partido, en sentido estricto sólo lo usaba como una franquicia, eso es muy claro”.

Por ello, para el especialista en materia electoral, democracia y transición, “puede ser saludable que López Obrador anuncie que formará su propio partido, pero a mí me sorprendió mucho que el domingo 9 dijera que él ya era delegado en la asamblea de su zona de residencia en Copilco para la asamblea del día 15 de septiembre, es decir, de la siguiente semana, ¿dónde está la convocatoria?  Apenas hoy, 11 de septiembre, el periódico La Jornada, el periódico oficial de López Obrador, publica algunos elementos de lo  que se discutirá y algunos elementos de base de convocatoria. Al parecer simplemente se sacó de la manga esta serie de fechas para la formación o para la decisión que Morena deba tomar, nosotros sabemos que la decisión ya está tomada”.

Asimismo, “La Jornada da algunos detalles de algunos miembros de Morena como Armando Bartra que plantean que lo mejor es que Morena siga siendo un movimiento y da cuenta también de otros planteamientos en el sentido de que se convierta en partido, la discusión empieza este fin de semana con las asambleas a las que quién sabe cómo se eligieron los delegados. Dice López Obrador que habrá 126 mil delegados, ése es el número, 125 mil o 126 mil, sin embargo, el asunto es quién los eligió,  cómo los eligió, que hay una comisión de 108 personalidades que organizarán el congreso de Morena de noviembre y quién decidió quiénes son esos 108, pues López Obrador todo esto lo decide él, en mi opinión es muy claro que Morena será el partido personalista de Andrés Manuel López Obrador”.

Ante el anuncio hecho por López Obrador en el sentido de separarse del Movimiento Progresista para emprender un partido nuevo, el presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano Grijalva, en conferencia de prensa fijó la postura del Sol Azteca, y dejó en claro “que no hay en el PRD crisis ni desbandadas” porque, aseguró: “es mucho más fuerte que cualquier personalidad”.

“Respetamos la decisión que tomó Andrés Manuel para iniciar un proceso de discusión que, con toda seguridad, lo llevará a la formación de un nuevo partido hacia finales de este año, y seguramente coincidiremos y sumaremos fuerzas en muchos de los proyectos.”

PRD: renovarse con o sin Andrés

Acompañado por legisladores perredistas en la Cámara de Diputados, previo a la inauguración del Foro de Gestión de Recursos para Municipios, Zambrano Grijalva  enfatizó: “Estamos absolutamente convencidos de que el PRD requiere renovarse con o sin Andrés Manuel dentro, porque también se agotó nuestro esquema de convivencia interna y estamos obligados a hacer una revisión profunda de lo que debe ser el papel del partido en sus formas de convivencia y en su toma de decisiones”.

En este mismo sentido, el periodista Luis Prados, corresponsal del periódico español El País en México, el pasado 10 de septiembre dio a conocer en una nota periodística titulada: “La pugna poselectoral provoca la ruptura de la izquierda mexicana, que “un grupo de notables del PRD como Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del Distrito Federal; su sucesor, Miguel Angel Mancera; el tres veces candidato presidencial, Cuauhtémoc Cárdenas; el senador Manuel Camacho Solís y el exrector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, se pronunciarán en los próximos días a favor de un nuevo proyecto político, que algunos llaman opción socialdemócrata, desmarcándose tanto de López Obrador como de los “apparatchiks” del PRD, conscientes de que la viejas estructuras partidistas ya no sirven”…      

El periodista de El País, asegura que “quienes conocen el proyecto aseguran que la nueva formación política buscará construir una verdadera alternativa de gobierno para ganar las elecciones de 2018….”, información que desmintió ya Manuel Camacho Solís en una entrevista con Carlos Puig, en Milenio-Televisión, afirma Pablo Javier Becerra: “Camacho dijo que él no está promoviendo ninguna corriente de corte socialdemócrata, pero en los hecho esa corriente ya existe en el partido, en los hechos ya existen los sectores moderados del PRD, sectores como los Chuchos, la gente de Amalia García, el propio Camacho Solís, que hasta donde yo sé no es miembro del PRD, es senador externo, que yo sepa nunca ha firmado su carta de ingreso al partido pero en los hechos hay ese sector ya moderado”.

Estudioso del PRD, Becerra Chávez explica a Siempre! lo que seguirá de aquí en adelante “es el enfrentamiento entre el sector moderado y el sector lopezobradorista; habrá que ver a dónde conduce esta última integración de órganos de gobierno del partido y de reparto de posiciones en las dos cámaras del Congreso de la Unión. Lograron resolverlo bien porque aplicaron puntualmente el sistema de cuotas, y esto lo planteó con toda claridad René Bejarano: que el chiste era que todos tuvieran un espacio para que nadie se salga; finalmente el que se sale es López Obrador, pero las corrientes lopezobradoristas hoy tienen espacios de poder dentro del PRD, tanto en las dos cámaras como en los espacios de gobierno.

Por ejemplo, “la Secretaría General se la dieron a Alejandro Sánchez Camacho,  exdiputado local;  no es un hombre brillante, es un tipo terriblemente  atrasado, cuando fue asambleísta en el Distrito Federal era verdaderamente patético; sin embargo, es incondicional de Bejarano y de Padierna, es obvio que lograron un buen reparto, entonces de que ya existe la pugna entre los sectores moderados y los sectores más radicales dentro del PRD, ya existe”.

Factor de atracción y chantaje

“Claro, con López Obrador en su propio partido lo más seguro es que ese partido será un factor de atracción y seguramente de chantajes para los lopezobradoristas que sigan en el PRD sobre todo; del PT y de Convergencia o Movimiento Ciudadano no me preocupa porque son partidos sin vida interna propia, pero el PRD sí porque muchos perredistas usarán como chantaje: Si no logro lo que quiero entonces me voy al partido de Andrés Manuel, puede ser ése un factor así, de ese estilo, habrá que ver cómo funciona de aquí a futuro”.

El investigador de la UAM agrega que “es muy probable que haya un factor de atracción, los más cercanos a López Obrador y que no tienen posiciones de poder dentro del PRD se irán con Andrés Manuel, porque tienen ahí garantizado ya un espacio, y si son leales a él, pues tienen garantizados puestos de poder interno dentro del partido. Ahora todo dependerá también de en qué medida Morena, si es que se llama así —sería ridículo un partido que se llame Morena,  de por sí el nombre desde que se lo puso López Obrador era ridículo—, pero habrá qué ver si primero obtiene su registro. Si obtiene el registro, obtiene financiamiento y obtiene las prerrogativas de ley, y eso lo hace más atractivo. Si no obtiene registro, obviamente la militancia en él es de los más incondicionales, de los más ideologizados; incluso, si no obtiene su registro podría existir otra vía, que es la vía de que el PT o Movimiento Ciudadano le cedan el registro, eso es perfectamente posible, y yo creo que ahorita López Obrador  manejará  la vía de pedir registro como partido nuevo, un poco la idea de que no quiere deberle favores a los otros partidos previos según él porque no quiere repetir los vicios, pero es obvio que si está él los vicios se repetirán, porque si hay un político sectario y caudillista en este país es López Obrador, o sea que eso no tiene discusión”.

Para el maestro en Historia por la Universidad Autónoma Metropolitana. Unidad Iztapalapa, “el problema central es que Andrés Manuel quiere un partido que sea suyo desde el principio y que por lo tanto él pueda dominar enteramente: su vida interna, su política, sus documentos básicos, sus prerrogativas, etc. Entonces, ¿puede haber un efecto sobre las bases del PRD? Sí, efectivamente, que los sectores más cercanos a López Obrador emigren al partido Morena, ¿esto impactará fuertemente sobre la capacidad del PRD de atraer votos? muy probablemente sí, si no logran llegar a acuerdos hacia 2015 tendremos una izquierda muy dividida”.

“Lo más seguro es que PT y Movimiento Ciudadano serán incondicionales de Morena o de cómo se llame el partido que forme, y formar un bloque enfrentado al Sol Azteca y eso evidentemente dividirá los votos de la izquierda como ya lo vimos en 2009, eso lo vimos aquí en el Distrito Federal con toda claridad, en Iztapalapa y con varios de los candidatos que López Obrador envió por vía del PT y que le ganaron distritos a candidatos del PRD; la división de los votos de la izquierda implicará que cuando haya elección intermedia los votos de por sí escasos  de la izquierda serán más escasos para cada uno de ellos en lo particular y habrá que ver en qué medida López Obrador conserva su atractivo como candidato para 2018, eso depende ya de muchos factores.”