Entrevista a Rosario Robles/Vicecoordinadora en el equipo de transición
Moisés Castillo
Sin duda, la inclusión de Rosario Robles en el equipo de transición de Enrique Peña Nieto provocó la histeria de muchos perredistas y seguidores fieles al excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador. La exjefa de Gobierno del Distrito Federal renunció al PRD en 2004 tras los videoescándalos, pero supo reinventarse en el ajedrez político mexicano.
Aún se recuerda la autocrítica que ejerció en aquel duro momento: “Cometí el error de relacionar lo personal con lo político”. Su exitoso paso por el gobierno capitalino ya no le sirvió de nada en esos años. Fue ninguneada por la izquierda y optó por retirarse temporalmente de la vida política.
Críticas y apoyos
Ahora resurge Rosario Robles porque el presidente electo sabe de su capacidad y su experiencia para negociar y sacar adelante leyes polémicas como la llamada ley Robles, que permitió el aborto legal en el Distrito Federal. Sabe el priista que la experredista es su mejor arma para quitarle temas de enfoque social a la izquierda de la agenda nacional como el combate a la pobreza. También está convencido que la postura progresista de Rosario Robles le ayudará a convencer a la izquierda moderada a concretar reformas para disminuir las desigualdades sociales.
Sin embargo, el senador perredista Alejandro Encinas advirtió que no habrá ningún puente con la que fuera presidenta nacional del PRD.
“Hace mucho que Rosario Robles se fue del partido y no me extraña verla ahí; no es sino un signo más de las prácticas de corrupción que implica el peñismo y cómo quiere conducir los destinos de este país”.
De inmediato, el presidente electo Peña Nieto salió a la defensa de la vicecoordinadora de política social de su equipo de transición, al destacar su capacidad y trayectoria en planear acciones para combatir la pobreza.
“Incorporar a mujeres y hombres que más allá del origen partidario que tengan, más allá de las afiliaciones políticas que tuvieron, mi interés es que realmente quienes tengan experiencia, capacidad probada, trayectoria, conocimiento específico y especializado de distintas áreas del quehacer gubernamental sean quienes integren el equipo de trabajo, porque el reto es cumplir con compromisos”.
Las cifras de la pobreza
Y vaya que es una certeza que casi la mitad de los mexicanos viven en pobreza. Según se dijo en la Cámara de Diputados que tan sólo en el sexenio calderonista se sumaron 12 millones de personas más a la pobreza.
Al fijar la postura del PRD por la glosa del Sexto Informe de Gobierno, el legislador Antonio Altamirano afirmó que Calderón fracasó en la tarea de mejorar la calidad de vida de la población.
“Aunque este gobierno ofreció mayores niveles de desarrollo humano, lo que logró en la realidad fue una pobreza con dimensiones de tragedia social… En este sexenio la pobreza no ha dejado de crecer: ocho mil mexicanos por día, 348 por hora, seis mexicanos por minuto”.
Especialistas y expertos en materia social han recomendado reestructurar los programas de desarrollo social, apostar a los jóvenes e impulsar la universalidad de derechos como salud y pensiones. Asimismo transitar a un programa de vinculación entre la escuela y el empleo, porque los jóvenes becarios salen preparados pero sin acceso al campo laboral.
Un estudio realizado por académicos del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México revela que los jóvenes de mayor preparación académica son el sector más golpeado por el desempleo en México.
Detalla que 66 por ciento de los jóvenes laboran en la informalidad, lo cual los convierte en más pobres y vulnerables.
En tanto, la Organización Internacional del Trabajo, en su Informe sobre tendencias mundiales del empleo 2012, calcula que casi 75 millones de personas entre 15 y 24 años estaban desempleadas en 2011. La tasa de desocupación juvenil es de 12.7 por ciento, el doble de la que se registra entre la población en general, y se estima que 6.4 millones de jóvenes han perdido la esperanza de encontrar una fuente de trabajo.
A escala regional, mientras en América Latina el desempleo juvenil bajó de 15.9 durante 2010 a 14.9 por ciento para 2011, en el mismo periodo subió en México de 9.7 a 10 por ciento, subrayó el académico.
Diagnóstico y propuestas
Para Rosario Robles, vicecoordinadora de política social del equipo de transición de Enrique Peña Nieto, los jóvenes son fundamentales en cualquier estrategia seria de desarrollo social.
“Estamos hablando de una lógica de inclusión social. A diferencia de lo que hoy predomina de excluir a este sector de la sociedad, lo que nosotros queremos es incluirlo y son [los jóvenes] actores fundamentales en este proceso. Hay que planear políticas que incorporen a los jóvenes que tienen educación, empleo y que se sienten alejados del proyecto nacional, pero también que incorporen a los jóvenes que están en condiciones de pobreza, sin oportunidades y así podemos hablar de un progreso verdadero”.
¿Cómo te enteraste de la designación?
Hablé con el presidente electo y me comentó su decisión. De manera más específica Luis Videgaray, coordinador general de la transición, me habló sobre el cargo que tendría en el equipo de Enrique Peña Nieto.
¿Qué funciones realizarás en estos tres meses y qué resultados tienes que presentar antes del 1 de diciembre?
Me toca todo lo que tiene que ver con la política social. Soy vicecoordinadora de la política social y vamos a trabajar en dos grandes rubros. Por un lado, el diagnóstico de la situación social y de los programas que funcionan actualmente sobre todos a aquellos que están enfocados al combate a la pobreza. Cuál es su condición, su eficacia, los resultados, la situación de las instituciones que tienen que ver con el ramo y presentar un diagnóstico al presidente electo. Y finalmente la propuesta, una propuesta que sea de “nueva generación” que incorpore programas como el de Oportunidades que hoy tiene una evaluación adecuada.
Además, Enrique Peña Nieto se comprometió en la campaña de que Oportunidades iba a seguir, pero en otro contexto, en el marco de una nueva política social. Hay que innovar en la corresponsabilidad, en la participación de los beneficiarios, no solamente como sujetos pasivos sino como protagonistas de su historia de cambio. El gran problema es que en los últimos años ha habido programas de combate a la pobreza, pero no disminuye significativamente.
¿Habrá continuidad en el programa Oportunidades? ¿Cómo cambiar esta política social asistencialista?
Seguirá Oportunidades, pero vamos a revisarlo, desde el padrón hasta el contexto en que se aplica el programa. En general, los programas sociales no promueven la participación ciudadana. Nosotros queremos que una de las características de esta nueva política social tenga un esquema de participación, que sea incluyente y que se involucren los beneficiarios con su comunidad para mejorar el entorno en que se desenvuelven.
¿Se perfila alguna influencia de la política social que aplica el Gobierno del Distrito Federal?
Como jefa de Gobierno hubo programas sociales que se impulsaron y que fueron muy importantes y son una plataforma. Los programas actuales en el Distrito Federal son un referente, pero la idea es romper con esta lógica de “yo te doy esto”, de actores pasivos y que no asumen un mayor compromiso. Esas políticas, además, son fáciles de mantener, sólo das y no importa que la gente no abandone las filas de la pobreza. Se administra este problema, se mitiga temporalmente, pero no se resuelve. Aquí se trata de impulsar un esquema diferente, donde lo primordial sean los beneficiarios y participen en la planeación, en el diseño de los programas, en la definición de las estrategias y además se comprometan con su comunidad.
Por ejemplo, si a un joven le damos una beca para estudiar, además de un buen desempeño académico, a ese joven le vamos a pedir que se comprometa en tareas sociales. Ahí ya se está no sólo generando una actitud distinta sino también recuperas la dignidad de millones de mexicanos.
Rebasar el enfoque asistencialista
¿Coincides con los especialistas en que el gran reto es alcanzar una protección social universal? ¿Qué pasará con los jóvenes, con los llamados ni-ni?
Ellos son muy importantes en este esquema que nosotros vamos a impulsar, a través de muchas dinámicas. Esto incluye no sólo la política social, hay que impulsar una política económica que genere empleos y bienestar, que distribuya la riqueza para que los jóvenes realmente tengan oportunidades. Obviamente hay que impulsar una política educativa que ponga en el centro a nuestros jóvenes. Hay que abatir las grandes brechas de desigualdad. Uno de los grandes temas es la desigualdad entre los jóvenes y que genera encono, resentimiento, polarización y deterioro del tejido social.
Por ejemplo, ¿es viable el seguro de desempleo?
El presidente electo desde su campaña habla precisamente de esta seguridad social universal, de un piso básico que debemos tener todos los mexicanos. Porque no estamos hablando de prebendas que se nos regalen sino de derechos que debemos ejercer: un piso básico de la seguridad social universal del que todos debemos acceder. Uno de ellos es incorporar el seguro de desempleo y que esto beneficiará principalmente a los jóvenes.
¿Cómo calificas la política social del panismo en estos 12 años?
Hay un crecimiento de la pobreza. Mientras la política económica y la política social estén divorciadas y mientras la política social se dedique exclusivamente a administrar la pobreza, evidentemente no vamos a tener resultados. Se necesita rebasar este enfoque asistencialista, incorporar diversos elementos en la construcción de una política social para que vayamos modificando esta condición de pobreza de millones de mexicanos. Obviamente en un plazo de seis años es muy difícil resolver una situación de más de 50 millones de pobres y 25 millones de mexicanos en pobreza alimentaria, pero tenemos que generar el punto de inflexión que permita modificar realmente esta situación adversa.
Otro de los sujetos fundamentales en este proceso serán las mujeres, no sólo por la cuestión de la igualdad y equidad sino porque la pobreza tiene cara de mujer, porque la mujer es la que está ahí en la comunidad enfrentando esta circunstancia y porque la solución a la pobreza tiene cara de mujer.
La izquierda no me quita el sueño
Cada seis años, los candidatos prometen acabar con la pobreza. El PRI no tiene mayoría absoluta. ¿Cómo será la relación con el Congreso para concretar los cambios en material social?
En la medida en que nos planteemos objetivos y metas muy claras, se puede llegar a tener este pacto para impulsar políticas sociales a favor de la gente. Y se puede contar con el Congreso a partir de mucho diálogo y trabajo. Obviamente con las fracciones del PRI-PVEM que acompañaron a Peña Nieto en su triunfo, pero también con las otras fuerzas parlamentarias. Nadie se puede oponer a generar políticas a favor de los que menos tienen.
¿Te ves en el gabinete del próximo gobierno?
No. Me veo en el equipo de transición, y como ha sido muy enfático el presidente electo, los que estamos en el equipo estamos trabajando en un proyecto de nación.
¿Cómo enfrentas las críticas de la izquierda?
No las tomo en cuenta, no me quitan el sueño. Como dijo Peña Nieto: vamos hacia adelante, viendo hacia el futuro. Tengo que responder a los más de 50 millones de mexicanos que están en la pobreza. Me debo a mi país y lo que está por encima de cualquier otra circunstancia es mi amor por México y mis causas tienen que ver con mejorar el país.