Entrevista a Jesús Ortega/Expresidente nacional del PRD

Nora Rodríguez Aceves

“Me preguntan ahora que estamos concluyendo que qué sigue. ¿Qué sigue? Trabajar por la unidad de las fuerzas progresistas, luchar por lo que hemos creído y mostrar que lo que se ha alcanzado aquí puede generalizarse en el país. Sigue preparar día a día, con paciencia y perseverancia, la contienda que habrá de venir en 2018, para obtener la victoria y cambiar al fin el rumbo de México. Sigue una larga, importante y muy difícil tarea política para que yo participe como candidato”.

De esta manera, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, en su VI Informe Ciudadano, se destapó oficialmente, pues ya lo había hecho anteriormente en varios medios de comunicación, como aspirante a la candidatura presidencial de la izquierda de 2018.

Ante las críticas de quienes aseguran que estos destapes anticipados de quienes quieren contender a la presidencia de la república, no ayudan al avance del país, pues sólo distrae a los actores políticos, quienes deben concentrarse en aprovechar los meses y los años que están por venir, en sacar adelante las reformas estructurales o todo tipo de reformas necesarias para transformar y terminar verdaderamente con los rezagos que tiene hoy el país.

Todavía no se inicia ni siquiera el nuevo sexenio que encabezará el presidente electo Enrique Peña Nieto —el 1 de diciembre tomará protesta como presidente constitucional—, y el PRD nuevamente cae en un vicio que viene de tiempo atrás: el que sus aspirantes a puestos de elección popular se autodestapen con mucho tiempo de antelación, como está sucediendo con Marcelo Ebrard.

Unidad hacia el 2018

Vía telefónica, se le pregunta al exdirigente nacional del PRD, Jesús Ortega Martínez, sobre este hecho, y responde que “para mí es sano que alguien exprese su deseo de ser candidato a la presidencia de la república. Me parece muy sano que empiece a trabajar con tiempo y no como nos sucede, y este sí sería un vicio, que tres meses antes de las elecciones andemos buscando candidaturas. Yo diría que no solamente Marcelo sino que muchos ciudadanos que quieran ser candidatos de un bloque que agrupe al centro-izquierda de México, pues también empiecen a trabajar para ser candidatos”.

“Lo que la gente necesita son hombres y mujeres que abiertamente expresen sus opiniones y sus puntos de vista y que abiertamente busquen ser representantes del pueblo, de los ciudadanos, no solamente para la presidencia de la república, sino para las candidaturas a otros cargos de elección popular, el vicio que deberíamos de superar es el del tapadismo, el vicio que deberíamos de superar es el de las intrigas para imponer candidaturas, mejor con total libertad y con total apertura que se expresen las opiniones”.

¿Por eso se fue Andrés Manuel López Obrador, porque sabía que ya no podría ser el candidato del PRD en el 2018?, se le pregunta a Ortega Martínez, y dice que “eso tendría que preguntárselo a Andrés Manuel, yo no quiero opinar a nombre de Andrés Manuel,  ni quiero interpretar —se lo digo con respeto— el pensamiento de Andrés Manuel”.

Sin embargo, no descarta que las izquierdas nuevamente vayan unidas para la contienda del 2018, “es posible”, y desmiente que con la salida de López Obrador los votos y la fuerza de la izquierda mexicana se dividan como sucedió en las elecciones intermedias del 2009. “En el 2009 no había claridad, había esquizofrenia, no había ese contraste ni esa clara diferencia, por eso la gente veía un partido actuando un día de una manera y otro día actuando de otra manera totalmente diferente, o había opiniones no solamente diferentes sino encontradas en el mismo partido. Qué impresión causaba entre la ciudadanía, confusión, sin duda, de falta de claridad del partido, ahora no sucederá eso, ahora se presentarán proyectos definidos,  contrastantes, pero también puede haber unidad”.

“En muchos países, partidos de izquierda se unen en torno a objetivos como son ganar elecciones, y podemos trabajar cada quien en su partido y también podemos buscar coaligarnos ante procesos electorales, así pasa en España, a veces se une el Partido Socialista Obrero Español con Izquierda Unida, o a veces en Chile se une el Partido Socialista con los radicales de izquierda en las elecciones, y en época no electoral cada quien hace su trabajo político y cada quien fija sus posiciones, y eso, como le reitero, ayuda, entonces no es una división sino una redefinición de proyectos y esa redefinición no significa fractura, a lo mejor significa mayor cohesión y significa respecto en nuestras diferencias y coincidencia plena en propósitos que le son comunes al país”.

Beneficios para AMLO y PRD

Luego de que López Obrador anunciara su separación del PRD y su intención de que su Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se convierta en un partido político, a  juicio de Ortega son mutuas las oportunidades que deja la separación de López Obrador del PRD.

 “A Andrés Manuel —dice— se le abre la posibilidad de construir un partido que se ajuste totalmente a su visión, a su pensamiento político. Un partido que navega por el extremo y que navega en posiciones radicales y en posiciones de permanente confrontación, está en su derecho de tener una visión y un pensamiento de esa naturaleza, y desde luego está en su derecho de querer formar un partido que se ajuste a este pensamiento”.

“Al mismo tiempo al PRD le abre la oportunidad para que se construya una opción en cierto sentido antípoda a ese propósito de Andrés Manuel, una izquierda con amplitud, una izquierda que es oposición, pero que le quiere ser útil al país, una izquierda democrática, abierta, al nuevo pensamiento universal, una izquierda respetuosa de las diferencias y que pone énfasis en las coincidencias internas, pero que también pone énfasis en las coincidencias con otras fuerzas políticas nacionales”.

“Un PRD de centro izquierda, entonces así tendremos, los mexicanos la opción de escoger, de optar, por cuál tipo de izquierda es la que beneficia a México. Eso no es malo, eso a mí me parece bueno”.

El líder de la corriente Nueva Izquierda descarta que los grupos que simpatizan con el excandidato presidencial pretendan dejar el PRD cuando Morena se constituya en una organización política.  Esa es una opinión que no tiene ninguna base, esas son, no lo digo peyorativamente, habladurías sin ningún sentido, nadie o muy pocos en el PRD han planteado  irse a Morena y, de verdad, los que quisieran salir a Morena porque están convencidos de que esa es la alternativa, podrán hacerlo sin ninguna dificultad y sin ningún problema. El PRD debe ser un partido libertario, no puede estar nadie que no esté convencido del planteamiento de ese partido de centro izquierda. Si hay compañeros que prefieren la polarización excéntrica, si hay compañeros que prefieren la polarización crispante, están en su derecho de preferirlo y optar por militar en Morena, pero hasta ahora eso no ha sucedido en el PRD, y finalmente eso va a depender del esfuerzo y del trabajo que haga el propio PRD”.

Ortega agrega que “los hombres como individuos no son lo importante, lo importante son las propuestas y lo importante es la comunidad de hombres y mujeres, por eso hay partidos, pero si hay partidos de un solo hombre, esos no son partidos, los partidos son confluencia de ciudadanos que libremente comparten convicciones, que debaten, que reflexionan y que discutan. La visión de un solo personaje, convertido en partido, me parece que no es opción”.

La refundación es indispensable

En ese sentido, afirma que por eso la refundación del PRD es indispensable y va hacia este partido “de centro izquierda, hacia un partido que le llamamos un partido frente, en donde se privilegian las coincidencias y donde se respeten las diferencias, un partido como el que existe en muchas partes del mundo, por ejemplo, en el Partido de los Trabajadores brasileño hay diversas tendencias y corrientes de pensamiento, pero, eso sí, es verdad que el PRD debe reformarse para lo que hoy son grupos de presión interna dejen de serlo para convertirse en tendencias políticas, en corrientes de opinión, en corrientes de pensamiento, esto debe de ser el centro o uno de los puntos centrales de esta transformación del PRD”.

En este punto, Ortega comenta sobre el presunto nuevo proyecto socialdemócrata encabezado por Ebrard, Miguel Angel Mancera, Cuauhtémoc Cárdenas, Manuel Camacho Solís y Juan Ramón de la Fuente, según el diario español El País, que “no hay nada certero, pero sí creo que personalidades, como las que usted menciona y otras del partido, dirigentes del PRD, que comparten un visión de centro izquierda, sí deben convocar a un gran bloque de las izquierdas democráticas de México, eso sería bueno, eso sería muy importante y significativo”.

Cabe recordar que en una ponencia titulada ¿A dónde va la izquierda? en El Colegio de México, Ortega hablaba ya en estos términos de la refundación del PRD: “La reforma del partido —dijo— no es opción, es una indubitable necesidad que todos, o la gran mayoría de los perredistas debiéramos satisfacer. La reforma del partido es el paso primero para continuar, con autoridad y consistencia, hacia la nueva etapa de la unidad más amplia de las fuerzas de izquierda democrática y progresistas, en donde tengan espacio todas las expresiones y manifestaciones de la izquierda; sin exclusiones sectarias y dogmáticas”.

“Un frente sostenido —agregó— en un programa básico de transformación del país y con una enorme flexibilidad en su integración y funcionamiento. Un frente político y electoral que agrupe a los diversos registros partidarios, pero que especialmente se extienda hacia todas las organizaciones civiles y sociales que con nosotros comparten la necesidad de la transformación de México; un frente que no permita vanguardismos ni exclusivismos, que no imponga a nadie métodos organizativos; un frente que en una unidad programática básica aliente la diversidad política y organizativa, que respete las diferencias y que privilegie básicamente una estrategia identidad programática y la necesidad de que la izquierda se  reposiciones y genere las condiciones para obtener triunfos electorales, pero que sobre todo, influya decididamente en la transformación del país a favor de la democracia, la justicia y la igualdad”.

Por lo tanto, la idea de realizar una reforma profunda al PRD es una tema que lleva años en el discurso perredista, “y esperemos que ahora sí, por el bien de México, se lleve a cabo —como dijo su actual dirigente nacional, Jesús Zambrano Grijalva, en conferencia de prensa— de que estamos absolutamente convencidos de que el PRD requiere renovarse con o sin Andrés Manuel dentro, porque también se agotó nuestro esquema de convivencia interna, y estamos obligados a hacer una revisión profunda de lo que debe ser el papel del partido en sus formas de convivencia y en su toma de decisiones”.