Entrevista Angel José Trinidad Zaldívar/Comisionado del IFAI

Nora Rodríguez Aceves

No existe gobierno democrático si en éstos no hay transparencia, acceso a la información y rendición de cuentas. El viejo concepto de la democracia vista, entre otras características, como la posibilidad de que los ciudadanos puedan acudir a las urnas a emitir su voto, ya ha quedado absolutamente rebasado”, afirma Angel José Trinidad Zaldívar, comisionado del  Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI).

“Hoy los gobiernos requieren forzosamente garantizar que los ciudadanos tienen acceso a la información gubernamental y esto es lo que les da la  legitimidad necesaria para mantenerse en el gobierno. Bajo el viejo modelo, la legitimidad de los gobernantes se alcanza a través del voto, cosa que es correcta, pero una vez habiendo alcanzado el gobierno a través de este voto  libre y  secreto para que esta legitimidad que alcanzaron mediante las urnas se mantenga o sea constante, es necesario que los gobernantes electos democráticamente no le den ahora la espalda a los ciudadanos, no le oculten la información a los ciudadanos”.

 “En ese sentido, un gobierno, por muy elegido democráticamente que sea, si es un gobierno opaco, deviene en ilegitimo poco a poco, porque hoy los ciudadanos requerimos no sólo estar informados sino queremos información porque queremos participar, queremos una democracia más activa, una democracia participativa más allá de que hay,  dependiendo del  autor que uno lea, distintos tipos de democracia, democracia activa, democracia electiva,  democracia participativa, democracia —como bien decía por ahí uno de nuestros historiadores—adjetivada, bueno pues si hay que inclinarse por alguna de estas democracias, yo me inclinaría por la democracia participativa.”

El comisionado del IFAI se pregunta y se responde: “¿cómo puede uno participar en democracia?, solamente teniendo información, lo que queremos los ciudadanos es ser escuchados, y para ser escuchados tenemos que emitir opiniones razonables, informadas, y para emitir opiniones informadas a la vez requerimos ciertos datos, ciertas estadísticas del gobierno: ¿qué han hecho?, ¿cuáles son las políticas públicas en las que están pensando trabajar?, ¿qué es lo que se piensa hacer en el futuro?, para que con esa masa informativa pueda el ciudadano decantar la información y decir: yo creo que tu política pública tal o tu política pública X habría que direccionarla, habría que redefinirla, habría que revalorarla a la luz de los datos que se tienen”.

“Hoy queda claro que los gobierno a veces no tienen la capacidad necesaria para procesar tanta información, de ahí que es importante que los ciudadanos coadyuven con estos distintos puntos de vista y esto se amarra muy bien con esta nueva modalidad de transparencia que es lo que ahora le llamamos gobierno abierto, es esta iniciativa en la que participaron al inicio  siete, ocho, países y ahora ya hay más de 40 o 50 países”.

Trinidad Zaldívar, explica a Siempre! que el gobierno abierto busca “no sólo acercar información al ciudadano sino acercarla de una manera tal que pueda ser procesada, y uno diría, ¿para qué quiere el ciudadano procesar la información?, para que una vez procesada pueda decir: oye gobierno, con tu propia información, fíjate que ya la revisamos, ya le hicimos estos cortes, ya le hicimos estos análisis y nos estamos dando cuenta de que esta política pública se puede mejorar de esta manera, de ahí que hoy por hoy la democracia no puede existir en un gobierno, en un país, en donde no haya transparencia”.

De ahí la importancia de que la ciudadanía participe en este proceso de democracia participativa teniendo acceso a la información,  “la realidad es que ha ido creciendo el número de solicitudes de información, prácticamente estamos alrededor de 860 mil solicitudes de información en estos 10 años de funcionamiento del IFAI y se ha ido incrementando. Si uno ve la grafica estadística, sí hay una curva que nos demuestra que ha ido ascendiendo el  número de solicitudes”.

Participación ciudadana

“Sin embargo, hay que reconocer que todavía hace falta que haya mucha mayor participación y aquí va de nueva cuenta este tema de democracia y ciudadanía.  Las instituciones públicas estamos en muchos déficit, pero hay uno particularmente grave y es que no hemos sabido construir ciudadanía, si nos atenemos estrictamente a una cuestión jurídica, podemos decir que  son ciudadanos aquellos mexicanos varones o mujeres que tengan un modo honesto de vivir y que tengan más de 18 años de edad, porque eso es lo que dice la Constitución mexicana”.

Pero más que ver a la ciudadano como una calidad jurídica, al comisionado del IFAI le gusta verlo como “un atributo político, y ¿esto qué significa?,  que quienes son ciudadanos  en realidad son aquéllos que se interesan en los asuntos públicos, que participan de la actividad pública, que están constantemente tratando de dialogar con el poder público, tratando de acotar este poder público, y digo que ahí tenemos un déficit porque más allá de que ha ido creciendo el número de solicitudes la realidad es que somos un país, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)  de más allá de 110, 115 millones de personas, uno esperaría que en lugar de que hubiera  100 o 110 mil solicitudes al año, hubiera muchas más solicitudes, debería de haber muchas más personas, muchos más ciudadanos interesados,  insisto,  esto en parte es un déficit de las instituciones, porque no hemos sabido, no les hemos podido transmitir a la gran mayoría de la sociedad la importancia de participar, la importancia de que se interesen por los asuntos públicos”.

“Seguramente, apunta, esto viene de nuestro sistema educativo,  de nuestra cuestión cultural que nos hace falta incidir en esa parte, si uno voltea hacia otros países del mundo se da cuenta de que los ciudadanos de esos países participan de múltiples maneras, organizándose en la calle donde viven para hacer una pequeña organización de su calle y luego se organizan para hacer una pequeña organización de su colonia y luego una pequeña organización de la comunidad, en fin, y en México la verdad es que participamos poco, muchas veces nos quejamos mucho,  pero a la hora de ir y tratar de participar un poco más nos quedamos cortos”.

En cuanto a la respuesta de las instituciones gubernamentales para proporcionar información, el comisionado Zaldívar comenta: “por un lado, hay que decir que al principio en parte por desconocimiento y en parte por una cuestión de nueva cuenta cultural educativa el funcionario público tendía a cerrar la información. Todo el mundo conoce esta frase ya muy hecha de: “información es poder”, entonces en efecto los servidores públicos lo que habían aprendido durante muchos años es que si la información es poder, el poder quiero que sea únicamente mío y por eso no comparto la información”.

Por otro lado, “la realidad es que había una muy mala cultural respecto de a quién le pertenecía esa información, los servidores públicos pensaban que la información era de su propiedad y esto de ser de su propiedad a lo mejor cae en los regímenes autoritarios, pero no en uno democrático, por eso insistiría yo para que pueda uno hablar de verdadera democracia, pues democracia, transparencia,  acceso a la información, van de la mano y si van de la mano esto implica  que la información no es propiedad del servidor público aunque él la trabaje y la haga. ¡No!, la información es propiedad de la sociedad, es propiedad de los ciudadanos, y los servidores públicos únicamente la tienen en su calidad de depositarios”.

“En los regímenes autoritarios, en las dictaduras, probablemente en esos lugares quienes gobiernan sí se llevan los archivos a su casa y dicen: ésta es información mía, en un régimen democrático esto no puede suceder, pero hoy hemos estado aprendiendo todos que precisamente la información sólo la poseen los servidores públicos en su calidad de depositarios, y una vez que se van de la institución hay que dejar ahí la información, pero no sólo dejarla al   garete, no, hay que organizar la información, de ahí que es muy importante que hace algunos meses se aprobó finalmente una Ley Federal de Archivos y esto es importante, porque ahí queda bastante claro que los servidores públicos tienen la obligación de crear estos archivos, de ordenar los archivos y por supuesto de dejar los archivos en sus oficinas y no llevárselos a su casa porque no les pertenecen”.

En este contexto de consolidar un gobierno democrático, el pasado 10 de septiembre el presidente electo, Enrique Peña Nieto, presentó a los líderes del PRI y del Partido Verde Ecologista en el Senado de la República una proyecto de iniciativa de ley en materia de transparencia para que lo analicen y de ser posible “hagan suyo”, pues él por ley aún no puede presentar iniciativas hasta asumir el poder el  1º de diciembre  próximo.

Iniciativa de Peña Nieto

“Con esta iniciativa me propongo encabezar un gobierno democrático, transparente, a partir del 1 de diciembre”, afirmó Peña Nieto.

Con esta reforma a 10 artículos de la Constitución se busca fortalecer la transparencia gubernamental y la rendición de cuentas. Para lo cual se plantea “dotar de plena autonomía constitucional al Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos; ampliar la jurisdicción del mismo al Poder Legislativo, al Judicial, a los estados y a los municipios del país; y propone aumentar de cinco a siete los comisionados del IFAI”.

En este sentido Angel Zaldívar anota que en efecto “el presidente electo le pidió a legisladores de su partido —el PRI— y del Verde Ecologista que presentaran esta propuesta suya, sin embargo no es la única, ya hay por ahí algunas otras propuestas, hay una propuesta del PRD y hay una propuesta del PAN. Lo primero que diría es que, básicamente todas  coinciden en lo fundamental, hay que fortalecer el tema de la transparencia, fortalecer el tema del acceso a la información y fortalecer el tema de la rendición de cuentas y esto es importante porque quizá nos encontramos en un segundo escalón o estadio de esta  transición a la democracia”.

“Si hace algunos lustros lo que se crearon fueron reglas claras de cómo acceder al poder,  hoy con estos mecanismos lo que se está creando son reglas claras de cómo controlar ese poder. Durante mucho tiempo no había estas reglas de cómo acceder, hoy ya las hay, hoy ya tenemos instituciones como el Instituto Federal Electoral,  el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que garantizan este ejercicio para acceder al poder y con la Ley Federal de Transparencia de 2002 y con estas iniciativas de los tres partidos creo que nos encaminamos a fortalecer este control del ejercicio del poder”.

“A mí, la verdad es que las iniciativas me gustan, insisto, básicamente porque en lo fundamental coinciden, hay algunas variantes que seguramente los señores legisladores se podrán de acuerdo y tendremos una buena reforma porque de alguna manera lo que sucederá es que los ciudadanos acrecentarán los mecanismos para contener el ejercicio de poder. Decía yo al principio que hoy la democracia se define de muchas maneras dependiendo del autor, hay algunos autores que dicen que en realidad la democracia se define en la medida en la que los ciudadanos tienen elementos para contener el poder y hay algún otro autor que dice que en realidad lo que se busca con un gobierno democrático es que los ciudadanos mantengan en jaque a la autoridad pública, porque de pronto la condición humana le gana a ciertos servidores públicos y los lleva a trabajar de manera oscura y a mal utilizar los recursos públicos”.

Por lo tanto, con estas reformas, visto esquemáticamente, si antes tenía una pequeña lupa para mantener vigilado al poder, con esto se tendrá ahora un microscopio muy potente con el cual se podrá analizar así, con absoluta precisión, qué es lo que están haciendo los servidores públicos y digo qué es lo que están haciendo y no sólo cómo están gastando los recursos públicos porque los ciudadanos no sólo queremos tener acceso a facturas o no sólo queremos tener acceso a esa documentación en la cual consta una licitación pública, por ejemplo, no, lo que queremos los ciudadanos es que, además de que nos den esa información, además de que nos den esos documentos, nos expliquen las razones de sus decisiones y esto de explicar las razones de sus decisiones es la rendición de cuentas y esto sólo puede suceder, de nueva cuenta nos regresamos al tema de esta entrevista, sólo puede suceder en un gobierno democrático”.

“Por supuesto, subraya, que un gobierno autoritario jamás le va a explicar a sus gobernados nada, nunca le va a justificar nada, nunca le va a dar las razones de por qué tomó ciertas decisiones, entonces queda claro que sólo en gobiernos democráticos puede haber transparencia, acceso a la información y rendición de cuentas, y si no lo hay, no estamos en presencia de un gobierno democrático,  estaríamos en presencia de gobiernos autoritarios”.

En cuanto a si son suficientes estas medidas que se proponen, el comisionado considera que “sí y de hecho parte de la razón por la que me gustan estas iniciativas es que buscarán que haya mucho mayor transparencia y rendición de cuentas en los gobiernos municipales  y en los gobiernos estatales y ahí hay una razón fundamental: si no me equivoco en 2011 se transfirieron a estados y municipios más de un billón, billón con “b”,  200 mil millones de pesos, esto insisto me puedo equivocar, pero por ahí está en los datos que publica la Secretaría de Hacienda, es decir, se transfiere mucho dinero a través de diversos mecanismos, convenios, partidas, ramos,  etc. pero al final del día es mucho dinero, qué bueno que ahora, si transitan alguna de estas reformas o lo que sucederá es que se hará ahí una buena mezcla de reformas y se aprobaran, también se podrá revisar este ejercicio del gasto y también se podrá pedir a los gobiernos estatales y municipales que rindan cuentas a todos los demás, porque para todos resulta de interés dado que hay muchos recursos federales ahí  inmersos”.

Por lo tanto, “será muy útil y más allá de que toda ley es perfectible por lo pronto, y lo digo así tal cual, por lo pronto si se llegasen  a probar esta mezcla de iniciativas sería suficiente. Seguramente sobre la marcha ya con la aplicación de estas reformas en uno,  dos o tres años a la mejor se verán insuficiencias, lo cual es natural en cualquier construcción humana, y la ley es una construcción humana y las leyes siempre tienen que estar sujetas a esta revisión, porque a veces las sociedades avanzan más rápido que las leyes; entonces habría que ver en su momento después de dos, tres  o cinco o diez años como ha sucedido en este caso ver esta posibilidad de revisar, pero por lo pronto a mí me parece que vamos en la ruta correcta y sería muy importante que los señores legisladores aprobaran esta mezcla, esta combinación de iniciativas a la brevedad”.