Entrevista a Carlos Heredia/Analista del CIDE
Irma Ortiz
Este miércoles se realizó durante 90 minutos el primero de tres debates entre los candidatos demócrata y republicano a la Presidencia de Estados Unidos. Mitt Romney, el exgobernador de Massachussets sorprendió a decenas de millones de televidentes que siguieron el encuentro al presentarse como un candidato incisivo que supo poner sobre las cuerdas a un Barack Obama que, en opinión de algunos, se mostraba falto de forma e incluso ausente, en una lucha para tratar de convencer a los estadounidenses de quién es el más confiable para dirigir sus destinos.
Frente a las encuestas que favorecían al presidente Obama, Romney tenía la mayor presión para intentar cambiar esa opinión y lo logró, ya que posteriormente algunas tendencias declaraban incluso que los dos candidatos estaban casi parejos pues el republicano logró llevarse a su terreno —el ámbito económico— a su contrincante.
La disputa está en ocho estados de la Unión Americana que no se han definido y cuyo voto es clave. A menos de cinco semanas para los comicios, la moneda está en el aire, según comenta a Siempre! el director de la División de Estudios Internacionales del Centro de Investigación y Docencia Económica, Carlos Heredia Zubieta, quien destacó que los candidatos se quedaron cortos en sus explicaciones de cómo van a desarrollar sus propuestas y no abordaron las preocupaciones inmediatas de los ciudadanos de ese país, ya que sólo se enfocaron a las políticas públicas.
En el debate de este miércoles por la presidencia de Estados Unidos, vimos a un Mitt Romney muy agresivo mientras que Obama estaba acartonado, falto de forma. Sin embargo, tampoco vimos que se dieran grandes golpes.
Creo que fue sorpresivo el desempeño de Romney, él había sido visto como alguien que no comunicaba, que no contactaba bien con el electorado, alguien muy rígido en su actitud personal, que no lograba cabalizar su mensaje adecuadamente por lo que fue sorpresivo su desempeño.
Muchos coinciden en que él ganó el debate; estuvo a la ofensiva, se centró en los puntos en donde veía la mayor vunerabilidad del presidente Obama y éste no supo reaccionar adecuadamente. Barack se sentía a disgusto, fuera de lugar, viendo hacia abajo; en el lenguaje corporal y no verbal, Romney estuvo mucho mejor, más dinámico e incisivo.
Por su parte, Barack Obama estuvo a la deriva, distante. La gran pregunta es qué tanto el resultado del debate incide en la intención del voto en los estados clave, en donde todavía la elección no tiene una tendencia definida y eso lo deberemos saber en las próximas 48 a 72 horas, pues puede ser que aún cuando el ganador neto del debate sea Romney, Obama siga manteniendo una ventaja, aunque quizás más estrecha en los estados que van a elegir la elección.
Ya se hablaba de tendencias, donde estaban más parejos.
Eso es normal, ocurre en todas las elecciones. La ventaja en el voto popular es muy difícil que sea más allá de 5, 6 puntos. En este momento hay encuestas que los ponen incluso a dos puntos de diferencia, hay algunas más que ya los pone empatados, pero en lo que tenemos que fijarnos es en las tendencias del Colegio Electoral y ahí Obama tiene todavía una ventaja importante, que vamos a ver si no se modifica con los dos debates presidenciales y el debate de los candidatos a vicepresidente.
¿Cuáles son hoy los estados más difíciles para los candidatos?
Los estados complicados son Ohio en primer término; Florida, Colorado, Iowa, Nuevo México, Virginia, Carolina del Norte. También Winsconsin, algunos ponen en esa categoría también a Nevada y Nueva Hampshire. En esos estados la elección no está decidida y por lo tanto podría haber sorpresas, en la mayoría de esos estados, con excepción de Carolina del Norte, la ventaja antes del debate la llevaba Obama, vamos a ver qué pasa después del debate.
Ambos se quedaron cortos
Algunos especialistas señalan que los dos candidatos realmente se quedaron cortos en sus propuestas ya que no se vio a cierta profundidad temas como la creación de empleos y la reducción del déficit fiscal.
Creo que donde les quedaron a deber a los estadounidenses fue en los cómo. Considero que hubo cifras, hubo análisis, se dio un desglose de las agendas de cada uno, pero fue una polémica muy plana porque estar citando leyes específicas, por ejemplo lo de Dodd-Frank, lo de Simpson Bowles, es para un público muy especializado, para académicos, para estudiosos del proceso legislativo y no le dice mucho al gran público.
Fue un debate demasiado orientado a la política pública como tal, y no estuvo orientado a las preocupaciones inmediatas del público estadounidense como ellos lo viven cotidianamente. No oímos por ejemplo una explicación de dónde viene la crisis actual en Estados Unidos; no oímos por ejemplo medidas más concretas para estimular la generación de empleo. Es decir, se quedaron cortos en los cómo hacer las cosas.
Realmente me sorprendió el pobre desempeño del presidente Obama, esperaba que él colocara contra las cuerdas a Romney en este debate. Debió haber iniciado preguntándole o señalando por ejemplo que el candidato Romney está hablando por la elite de Estados Unidos, se refiere a un porcentaje muy reducido de los ciudadanos; el candidato Romney ha despreciado al 47 % del electorado que considera mantenido del presupuesto.
Eso llamó mucho la atención, que no se sacara lo del video de Romney con esas declaraciones.
No, no sacó nada de eso, bueno hay la especulación en ese sentido de que esto no se trató de una distracción, sino que fue deliberado en el sentido de que va a guardar la artillería pesada para otros temas en los que él se siente más cómodo y que no está todo dicho porque faltan dos debates presidenciales y uno más de los candidatos a vicepresidente.
Sin embargo Obama forzó de alguna manera a Romney para que repudiara cualquier posibilidad de recortar los impuestos a la clase más acomodada.
Sí, pero Romney tuvo éxito en citar intenciones, propósitos, planes, programas y a Obama le faltó cruzar información; bueno, intentó hacerlo, pero lo hizo con poco éxito en el sentido de decir, bueno, estás diciendo que tus medidas no tienen un impacto negativo en la recaudación tributaria, que no va caer la recaudación de impuestos, sin embargo lo que estás señalando por otro lado es contradictorio con esto, es decir Obama trató de evidenciar las contradicciones de Mitt Romney, pero con poco éxito.
Creo que el exgobernador de Massachusetts fue más ágil en sus intervenciones porque estaba más enfocado, más centrado en los temas y Barack estuvo más ausente, se le vio poco incisivo, falto de forma, parecería que su entrenamiento con el senador John Kerry no fue ni tan profundo, ni tan productivo como el que tuvo el gobernador Romney con el senador Rob Portman, de Ohio.
Un debate donde no se habló nunca de la migración ni se profundizó en las desigualdades económicas.
Efectivamente, la extrema polarización económica que hay en Estados Unidos estuvo ausente, ése era un tema que tenía que levantar el presidente Obama y no lo hizo, como muchos otros puntos, que uno suponía que podían ser armas letales contra Romney, y no las usó. Queda una gran interrogante para los próximos debates de cuál va ser la actitud de Obama, porque evidentemente Mitt Romney lo superó anoche.
El valor del voto latino
Y veremos el peso que tiene el voto latino en estos comicios que se realizarán en noviembre y la cercanía de Obama hacia los grupos hispanos.
Creo que el peso del voto latino es importantísimo dentro de Estados Unidos, incluso dentro de estos estados que hemos mencionado como todavía no definidos. El voto latino es muy importante en Nevada, el senador Harry Reid logró ser reelecto gracias al voto latino. Es crecientemente importante en Carolina del Norte, tiene una fuerza quizá relativamente pequeña en Ohio pero en una elección muy cerrada puede ser decisiva, y tiene un enorme peso en Florida en donde Barack Obama ha logrado posicionarse favorablemente incluso ante votantes de origen cubano más jóvenes; la vieja guardia sigue apoyando al partido republicano pero las generaciones más jóvenes podrían favorecer al actual presidente.
Efectivamente el voto latino va a jugar un papel importantísimo y ahí la gran pregunta es en qué porcentaje van a acudir a las urnas los latinos. Desde el punto de vista de la campaña de Romney el riesgo es no tanto que voten en un número muy significativo por el republicano, porque Mitt está muy abajo, 40 puntos debajo de Obama en el voto latino, 67 frente a 27 por ciento, pero que los latinos se queden en casa el primer martes de noviembre, que digan tampoco nos convenció Obama, entonces nos abstenemos. Ese es el gran riesgo para la campaña de Obama en los estados donde el voto latino puede definir la elección..
Estados donde tendrá gran peso el programa de salud de Obama.
El presidente Barack lo dijo anoche de manera expresa y tiene razón, a lo mejor a Romney y a los republicanos no les gusta, pero hay una impresión y además una conciencia entre los sectores más necesitados y de menores ingresos de que el programa de salud de Obama les ayuda, es benéfico para ellos y sin embargo este miércoles lo discutieron solamente desde el punto de vista de las finanzas públicas.
Insisto, a Obama le faltó ser más incisivo en el sentido de que efectivamente Romney estaba hablando por un pequeño puñado de personas más privilegiadas y él estaba hablando por una base mucho más amplia de la población que no se guía tanto por motivos ideológicos sino por motivos pragmáticos de qué significa para ellos el plan de Obama en materia de cuidados para la salud.
Y ya está en marcha el trabajo que realizan los equipos de campaña de los partidos para controlar la reacción política al debate.
Sí, lo que ellos le llaman el spin a yam, que se inicia desde el momento en que terminó el debate; va a seguir en los próximos días. Van a analizar y desglosar de manera muy detallada quién dijo la verdad, quién dijo medias verdades, falsedades o afirmaciones sin fundamento, y eso tendrá algún impacto en el electorado que todavía no decide su voto, y eso es en lo que tendrán que enfocarse noticiosamente.
Además del uso de armas, en el caso de la campaña de los demócrata,s de la esposa del presidente Michelle Obama.
Ella es extraordinariamente eficaz, aunque Ann Romney, la esposa del candidato republicano, tuvo una excelente intervención en la convención republicana en Tampa, Florida. Efectivamente creo que vamos a ver una intensificación del fragor de la contienda en los próximos días. Había analistas que antes del primer debate consideraban que la elección ya estaba resuelta y ahora se ve que para nada está resuelta, se ve como un inicio de nuevo de la elección y habrá que irla siguiendo milimétricamente día con día.
La moneda está en el aire, Mitt Romney puede ganar y la pregunta para los próximos días es si su victoria en el debate se puede traducir en triunfar en la elección. No se puede asegurar una cosa u otra pero lo que es cierto es que se puso más interesante la contienda, porque se hizo evidente que nada está decidido.


