Susana Hernández Espíndola
Luego de prácticamente cuatro años de construcción y habilitación, este martes 30 de octubre fue abierta al público la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo (SCT) Metro, que correrá de Mixcoac a Tláhuac. Inicia su funcionamiento con 21 trenes fabricados en España —de los 30 que conformarán la flota—, que recorrerán 20 estaciones a lo largo de 26 kilómetros. Durante los primeros seis días, el servicio es gratuito.
El proyecto total para la realización de esta obra requirió un monto aproximado de 22 mil millones de pesos —originalmente serían 17 mil millones de pesos— y se estima la afluencia de 367 mil a 450 mil pasajeros diarios, que reducirán su tiempo de viaje de 2 horas a 45 minutos desde la terminal sur-oriente al centro de la Ciudad. El horario de servicio es de 05:00 a 24:00 horas y el costo del boleto es de 3 pesos, por lo que el de la Ciudad de México mantiene su estatus como el Metro más barato del mundo.
Reflejo de una ciudad moderna, con gran demanda de transporte e intensas actividades, el Metro de la capital mexicana fue inaugurado el 4 de septiembre de 1969, cuando el entonces presidente de la República, Gustavo Díaz Ordaz, y el regente del Distrito Federal, Alfonso Corona del Rosal, pusieron en marcha formalmente el servicio de la Línea 1, que corre de Chapultepec a Zaragoza. El primer viaje fue entre las estaciones Insurgentes y Zaragoza.
La también llamada “Línea 12 Dorada del Bicentenario” (en conmemoración a los doscientos años de la Independencia y cien años del inicio de la Revolución Mexicana), conectará las Líneas 2, 3, 7 y 8, y tendrá una estación terminal en los límites del Estado de México, en donde se captará el transporte terrestre de las delegaciones Tláhuac y Milpa Alta en el Distrito Federal, y los municipios mexiquenses de Chalco, Valle de Chalco, San Miguel Xico, Ayotla e Ixtapaluca.
Los trenes, cuyos cristales de puertas y ventanas están recubiertos con película antigrafitti y sus equipos de mando y control son de diseño con tecnología de punta, llevan el nombre de personajes destacados de la cultura, la ciencia, la música y el deporte, como el del ex jefe de GDF, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano; la ex legisladora, Rosario Ibarra de Piedra, y la escritora Elena Poniatowska.
Las estaciones de esta línea están provistas de escaleras eléctricas, elevadores, bandas transportadoras, torniquetes que darán lectura únicamente a tarjetas electrónicas (es decir, no se usarán boletos), guarderías, espacios culturales, sanitarios, policlínicas y servicio de Internet. Además, tienen accesos seguros, señalizaciones, rampas, elevadores y lugares exclusivos para las personas de la tercera edad y con discapacidad.
Actualmente las 12 líneas que integran la Red poseen un número y un color distintivo, y están construidas de forma subterránea, superficial y en viaducto elevado. Y aunque es un transporte seguro y eficiente, la problemática que ha traído consigo el Metro es el comercio ambulante, que dificulta el libre tránsito de los peatones por los pasillos y molesta a los pasajeros en los trenes. La prostitución, el robo y los suicidios destacan entre los mayores problemas que afectan al sistema.
Fotos: Agencia El Universal