Entrevista a Jesús Cantú/Profesor e investigador en el Tecnológico de Monterrey
Moisés Castillo
Una de las características del antiguo régimen fue su política de masas. Es decir, la eficacia de los gobiernos posrevolucionarios para controlar amplias capas sociales. En tiempos de Lázaro Cárdenas se formalizó la alianza y la dominación institucional de los trabajadores por parte del Estado mexicano.
A pesar de la pluralidad de partidos, la alternancia en la silla presidencial y los cambios democráticos, organizaciones y actores políticos se resisten a las viejas prácticas para mantener espacios de poder que ya no corresponden en tiempos en que el PRI ya no es el partido único-hegemónico.
En el libro La política de masas y el futuro de la izquierda en México, de Arnaldo Córdova, se señala una problemática vigente y que actualmente es motivo de discusión pública.
“Cárdenas —escribió Córdova— abrió el botín del Estado a los líderes de los trabajadores e inauguró lo que muchos consideran una tradición nefasta: la participación de los representantes obreros en el Poder Legislativo, un interés que, ciertamente, sirvió para ablandar a la dirigencia sindical y, finalmente, convertirla en una clientela de élite en el seno mismo del Estado”.
En plena discusión de la reforma laboral, líderes sindicales —que también son legisladores— se oponen a la transparencia sindical y a una democratización de sus organizaciones. Por ejemplo, el senador del PRI Armando Neyra, representante de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), advirtió que si la Cámara alta hace cambios a la minuta ya aprobada por los diputados, la reforma puede quedar congelada en el Poder Legislativo.
A su vez, Hugo Ramos, de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), negó que los líderes sindicales se quedan con el dinero de las cuotas de los agremiados. “Nosotros —aseguró— no le tenemos miedo a la transparencia y a la rendición de cuentas”.
Por su parte, el legislador panista Javier Lozano aseguró que la reforma laboral incluirá el capítulo de transparencia sindical, debido a que cuenta con el voto a favor de 66 senadores, mientras que los opositores suman 62. Pero admitió que al enviarla nuevamente a San Lázaro para su revisión es posible que quede congelada.
“Nos han amenazado —dijo—, nos han intentado chantajear en el sentido de que si regresamos, aunque sea una mínima parte de lo aprobado por la Cámara de Diputados, entonces se corre el riesgo de que se empantane, se congele la reforma.”
La senadora del PRD Alejandra Barrales consideró que los senadores del PAN y PRI tendrán la oportunidad de demostrar si realmente les importa el bienestar de los trabajadores y apoyan la propuesta de democracia sindical.
“Si el PAN se sostiene —dijo la perredista— en apoyar el tema de transparencia y democracia sindical, habrá coincidencias con el PRD y así tendríamos una minuta modificada, que garantice que los trabajadores puedan votar para elegir a sus dirigentes y que éstos rindan cuentas sobre cuánto entra por cuotas, así como hacer obligatorio dar a conocer los contratos colectivos de trabajo, que para muchos es un misterio.”
En su gira por Europa, el presidente electo Enrique Peña Nieto afirmó que está por la transparencia sindical pero respetando la autonomía.
Dijo: “La posición ha sido clara en todo momento. Nos hemos pronunciado por la transparencia sindical, pero ésta en alcance a la autonomía que tienen los sindicatos. Deben respetarse las conquistas laborales y sobre todo el respeto a su plena autonomía… Tengamos presente que entre las conquistas laborales está el que los sindicatos tengan capacidad política y económica para hacerle frente al poder económico, por eso precisamente los sindicatos se han erigido con esta fuerza y con esta vitalidad que depende de sus propios agremiados.”
Para Jesús Cantú, director de la maestría en análisis político en la Escuela de Graduados en Administración Pública y Política Pública del Tecnológico de Monterrey, grupos como la CTM, CROC, Confederación Nacional Campesina venden una fuerza electoral, pero sobre todo una paz laboral.
“Son importantes —dijo el exconsejero electoral— en esta paz laboral que se ha logrado construir artificialmente en México en los últimos años. No es que le puedan aportar al PRI mucho en votos, pero sí puede aportar la paz sindical y eso es lo que resulta fundamental. Y si se rompe este cerco en voto libre de las estructuras clientelares al momento que se haga publico todo, obviamente es donde se va a perder esta estructura de control.”
Reglas para la transparencia
El presidente electo dijo que está a favor de la transparencia sindical, pero con autonomía de los sindicatos, ¿cómo interpreta esta postura del priista?
Es una posición política a la que estamos muy acostumbrados. Hay cierta ambigüedad con la que normalmente nos topamos. Destaco que al solicitar la transparencia y formas para que los trabajadores sean informados respecto a las cuestiones internas de los sindicatos no se está violentando la autonomía sindical. Simplemente se están estableciendo reglas mediante las cuales los sindicatos deben informar a los trabajadores sobre estados financieros y que haya una transparencia ante la ciudadanía.
Hay aspectos que serían muy importantes y que no tendrían que ser privados, independientemente si reciben dinero público o no, deben ser entidades obligadas a la transparencia. Por la simple razón de que se vuelven parte del cumplimiento de un derecho fundamental: el derecho al trabajo y a una vida digna. Entonces, cualquier entidad que tenga que ver con el cumplimiento de un derecho fundamental resulta importante que sea una entidad obligada a informar. Pero en México obligar mediante una disposición legal a los sindicatos, de hacerlos sujetos responsables va en contra de su “autonomía”. Claramente lo que se perfila es un voto en contra a estas disposiciones, que además fue lo que ya hizo la bancada del PRI en la Cámara de Diputados y que se ratificará en el Senado.
Lo que pasa es que son entidades cruciales para el sostenimiento del corporativismo. Recordemos que el sistema autoritario mexicano se sostiene en tres grandes pilares: el corporativismo, clientelismo y corrupción. En ese caso estamos hablando del corporativismo sindical. El corporativismo mexicano contrario a lo que suceden en los países nórdicos, por ejemplo, es un corporativismo de Estado, es un corporativismo vertical. Mientras el corporativismo en otros países es democrático, que surge de abajo hacia arriba.
Es decir, es un corporativismo que permite que los grupos asociados en una misma industria pueden ganar más fuerza e impulsar objetivos comunes para beneficio de los trabajadores. En México es todo lo contrario. Es desde las cúpulas políticas, en este caso el PRI, pero también el PAN cuando estuvo en el gobierno concretó acuerdos corporativos y no se rompieron las normas que permiten el control corporativo. Se vio claramente con el SNTE. Esto implica que desde arriba se decida quiénes son los líderes, se pueda establecer la cadena de liderazgos hacia abajo y que esto permita garantizar el control de los grupos de la fuerza laboral.
¿Con este tipo de organizaciones se garantiza la estabilidad social?
Es el plus que ellos venden. Pero hay formas democráticas de mantener la estabilidad social. El plus que ellos venden o pretenden vender.
¿Afectan este tipo agrupaciones nuestro sistema democrático?
Afecta porque son enclaves autoritarios, son un tipo de organizaciones que se prestan a los pactos corporativos y son un lastre que ha impedido avanzar en una construcción democrática en el país. El que sigan permaneciendo con sus prácticas antidemocráticas es justamente lo que nos impide avanzar.
¿Con el panismo se fue una oportunidad de desmantelar el corporativismo sindical? ¿Por qué repitió los vicios del viejo régimen?
Absolutamente se desperdició una gran oportunidad de terminar con este corporativismo y hubo varios momentos de hacerlo. Hablo, por ejemplo, entre 2006-2009 en que este tipo de reformas hubieran pasado con PAN y PRD. Claro, no hubiera pasado la otra parte porque la reforma que está presentando Calderón, en términos generales, tiene dos grandes segmentos: la solicitudes empresariales y de los organismos internacionales que han impulsado el neoliberalismo en el país. Pero esta parte de la democracia sindical sí la hubieran pasado y no se tuvo la voluntad política para romper con esta parte fundamental de nuestro sistema político y avanzar en una ruta democrática.
¿Cuáles serán los escenarios de la reforma laboral en el Congreso?
La reforma laboral en lo principal no tendrá cambios importantes en lo que tiene que ver con la democracia, transparencia. Los senadores panistas se darán cuenta de que si introducen cambios importantes puede que no se apruebe nada y estarán más comprometidos o recibirán una señal del presidente Calderón diciéndoles que ya no le muevan porque la composición de fuerzas es distinta a la Cámara de Diputados. En el Senado pueden lograr mayoría con el PRD para modificar la reforma, sin embargo al regresarla a San Lázaro se congelará como han advertido el PRD y sus aliados.


