Inicia la cuenta regresiva para Ebrard
Yazmín Alessandrini
El rey ha muerto. Viva el rey. Inicia la cuenta regresiva para que Marcelo Ebrard entregue la estafeta del Gobierno del Distrito Federal a Miguel Mancera y a menos de un mes de que eso ocurra, quien fuera procurador de justicia capitalino ya tiene bien claro cuáles serán sus primeros pasos a dar al frente de la que será su encomienda durante los próximos seis años. Cierto, nuestra ciudad, una de las más pobladas del planeta, requiere crecer en infraestructura, servicios, seguridad, salud y otros temas, pero también le urge gozar de una autonomía y un peso específico que en estos momentos no tiene.
Por eso, se aplauden eventos como el que tuvo lugar el pasado miércoles en el Palacio de Minería de la UNAM, en el Centro Histórico, donde el jefe de gobierno electo del Distrito Federal no sólo levantó la mano para dejar en claro que el Distrito Federal requiere “a la de ya” una Constitución (como las otras 31 entidades federativas del país), sino que también enseñó su músculo presumiendo un gigantesco poder de arrastre convocando a importantísimos personajes de todos los ámbitos que impulsan a México.
Mancera tuvo el suficiente charm como para que nadie se ausentara de Minería a pesar de que minutos antes de su trascendental anuncio un sismo de 7.3 grados (proveniente de Ciudad Hidalgo, Chiapas) se dejó sentir en la ciudad de México. Además, posee los conocimientos suficientes, así como el contexto adecuado, de que la reforma política del Distrito Federal se quedó a medias en 1996, cuando irrumpió la estructura de gobierno capitalino propio, figura por la cual hemos sido gobernados por Cuauhtémoc Cárdenas (1997-1999), Rosario Robles (1999-2000), Andrés López (2000-2005), Alejandro Encinas (2005-2006) y Marcelo Ebrard (2006-2012).
Es urgente y prioritario, pero sobre todo necesario, que la capital mexicana cuente con atribuciones legislativas en todos los ámbitos para designar a sus servidores públicos (por ejemplo, al Secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal lo “palomea” el presidente de la república); pero también es imperativo que la ciudad de México participe en el Sistema Nacional de Coordinación Fiscal para que pueda tener acceso a programas que están asignados a estados y municipios. Todas las delegaciones políticas del Distrito Federal, las 16, están habitadas por ciudadanos que pagan impuestos, ya es momento de que éstos tengan los mismos derechos que el resto de los mexicanos.
Al estar acompañado por los líderes de las tres fuerzas de mayor peso específico en el Senado (PAN, PRD y PRI), está más que claro que Mancera Espinosa cuenta con el respaldo legislativo para iniciar una gesta en la que todos han cerrado filas a favor de que se concrete la Reforma Política para el Distrito Federal. Lo que suceda a partir del 5 de diciembre próximo, fecha en la que inicia su gestión al frente del GDF, será por demás interesante en materia de reuniones, cabildeos, negociaciones, etcétera. Lo que sí ya es un hecho, de acuerdo con sus propias palabras, es su intención de que sea en el primer año de su gestión cuando se entregue una propuesta concreta.
Seguramente este documento tomará como referencia la iniciativa que desde agosto de 2010 entregó la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) al Senado y que fue consensuada entre todos los partidos políticos que convergen, coexisten y conviven en el Distrito Federal, pero quién sabe por qué artes no se discutió ni se dictaminó. Estaremos muy pendientes del empuje que la dará Miguel Mancera a éste, su primer gran proyecto sexenal.
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