Entrevista a  Antonio de la Cuesta/Investigador del Centro de Investigación para el Desarrollo

Moisés Castillo

 

La reforma laboral por fin se aprobó en el Congreso de la Unión. Después de dos meses y medio de discusiones y “amarres”, el Senado le dio luz verde con 99 votos a favor del PRI, el PAN, el PVEM y Nueva Alianza, frente a 28 en contra del PRD, el PT y Movimiento Ciudadano.

 

Se impuso la alianza PRI-PAN para dejar fuera de la reforma la obligación de que los dirigentes sindicales sean elegidos a través del voto directo, libre y secreto. Pero pasó sin cambios el artículo 373, que exige a los sindicatos a informar cada seis meses a sus agremiados de la administración del patrimonio sindical.

Hay que destacar que el bloque de senadores la turnó incompleta al presidente Felipe Calderón para su promulgación, ya que sólo envió el paquete de artículos que contaban con el aval de las dos cámaras del Congreso. La decisión dejó fuera los artículos 388 bis y 390 de la Ley Federal del Trabajo, que otorgaban a los sindicalizados el derecho de conocer y votar el contenido de su contrato colectivo.

La reforma además crea modalidades de contratación para trabajos por temporada y a prueba; estipula facilidades para un despido no judicializado, pero mantiene la obligación de que la notificación tendrá que hacerse de manera personal al trabajador.

Entre otras disposiciones se encuentra el outsourcing: los empleados tendrán los derechos sociales y prestaciones. Ninguna empresa podrá contratar al total de los empleados por vía de las intermediarias. Salarios caídos: los empresarios sólo estarán obligados a pagar 12 meses de salarios caídos en caso de un juicio por despido injustificado. Pago por hora: ningún trabajador, así sea contratado por una hora diaria, puede ganar menos del salario mínimo. Modalidades de contratación: se permite contratar por algunos meses y a prueba.

Hay que recordar que los temas que impulsaba Felipe Calderón fueron descartados, como el derecho de huelga: quería que los patrones tuvieran el derecho de revisión, o el despido por e-mail.

El presidente electo, Enrique Peña Nieto, felicitó a los legisladores que concretaron la reforma laboral, ya que permitirá la generación de empleos, mayor competitividad y flexibilización de los mercados laborales.

En su cuenta de Twitter @EPN escribió: “Concluyó la aprobación de la reforma laboral que mejorará la productividad y competitividad del país… Mi más amplia felicitación a los senadores y diputados por su apoyo a tan trascendente reforma”.

Por su parte, la senadora del PRD, Alejandra Barrales, lamentó que la reforma aprobada no mejorará la productividad ni aumentará los salarios de los trabajadores.

“Esta reforma, además de afectar a los trabajadores, pretende hacer competitivas a las empresas pero abaratando la mano de obra. La izquierda hizo el esfuerzo por tratar de integrar los temas como democracia, transparencia y rendición de cuentas, pero lamentablemente lo impidió el PRI que confirmó que es el mismo partido de siempre. Es el PRI que instituyó en nuestro país el control obrero, el control sindical.”

A su vez, Rosalinda Vélez, secretaria del Trabajo, aseguró que lo aprobado por los legisladores no es la panacea y se requiere de la aprobación de otras reformas estructurales.

“Con la aplicación de toda esta reforma, y considerando también las condiciones económicas en las que se encuentra el país, puede existir mayor productividad y desde luego también con la aprobación de las otras reformas estructurales. No estoy diciendo que sea la panacea, considero que es una punta de lanza del resto de las reformas estructurales”.

Para Antonio de la Cuesta, investigador del Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC), esta iniciativa preferente del presidente Calderón complicó las negociaciones y su proceso fue ambiguo.

“Lo fundamental que se aprobó fue la flexibilidad laboral. La cuestión de los sindicatos finalmente fue una piedra en el zapato que se intentó sacar adelante, pero que al final de cuentas se quedó ahí pendiente.”

La reforma no genera empleos

¿Cuál es tu balance de la reforma laboral que se aprobó en el Congreso? ¿Se quedó corta?

La flexibilidad laboral por sí misma no va a generar los empleos. Tal vez se construya un marco bastante más adecuado para la generación de más plazas laborales, pero por sí misma no tendrá ningún efecto en la creación de plazas. En cuanto a lo de la transparencia sindical, los artículos que no se pasaron al Ejecutivo, encontraron un resquicio en el artículo 72 constitucional, pues eran cuestiones fundamentales sobre todo para los sindicatos que no están adscritos al servicio del Estado, ya que al no tocar la Constitución esos sindicatos no están integrados en esta reforma. Pero finalmente tampoco los sindicatos privados van a poder acceder a estos mecanismos de transparencia sindical. Este es el gran pendiente.

Entonces, Enrique Peña Nieto es muy optimista al decir que con esta reforma habrá más empleos y competitividad….

En teoría tendría que ser así porque se van a formalizar varios esquemas de contratación que ya existían, pero evidentemente estaban los trabajadores desamparados al no existir un marco regulatorio. Sobre todo la subcontratación, la contratación por hora. Pero mientras no haya otras condiciones más allá de la reforma laboral: seguridad, certeza jurídica, creación de mayor infraestructura para que las empresas puedan expandirse o puedan tener crecimiento, por mucha flexibilidad, el impacto en la productividad y en la competitividad será marginal. La ley por sí misma no va a generar los empleos. Se necesitan muchas otras cosas alrededor.

Para que funcione realmente la reforma laboral, ¿se requieren cambios fiscales a fondo?

Si el gobierno tiene mayores capacidades recaudatorias, pues se van a generar todas estas colaterales para crear entornos más propicios a fin de que la empresa y la producción se vean beneficiadas. Una reforma fiscal más de fondo que aparentemente sí está en la agenda del próximo presidente. No sé qué tanto alcance pueda tener, pero seguramente habrá alguna modificación al IVA. La semana pasada estuvo el director de la OCDE, José Angel Gurría, y lo que dijo es que México necesitaba un régimen fiscal que no tuviera excepciones. De alguna manera nos está insinuando que, por ejemplo, el régimen especial que existe en las fronteras o la tasa cero son cosas que tendría que estudiar el gobierno mexicano e ir eliminándolas paulatinamente.

La democracia sindical no avanzó

 

¿Ganaron los empresarios y los líderes históricos de los sindicatos?

En cuanto a la democracia sindical me parece que más o menos quedó estancada. Como ya había sido un acuerdo desde la Cámara de Diputados, que las modificaciones que hiciera el Senado ya no regresarían a San Lázaro y pasaran directamente al presidente, y los puntos más espinosos se pudieran reservar. Eso  fue lo que sucedió. Los artículos 388 y 390 que se reformaron del dictamen de los diputados donde se establecía sobre todo una regulación más transparente de los contratos colectivos de trabajo, y en el 371 que sí pasó, pero en los términos del dictamen donde no se garantiza la transparencia y la libertad en cuanto al voto de elegir a las dirigencias, son cosas que quedaron pendientes. Eran los temas de fondo para modificar, este régimen de sindicatos tan opaco. Desde el punto de vista del gobierno que son sindicatos enormes como el petrolero, minero, magisterial, la reforma de todas formas no los alcanzaba. Creo que en ese sentido no se avanzó.

En este escenario, la generación de un millón de empleos está muy lejos…

La ley no generará ese crecimiento soñado del 7 %. Sí es una reforma pro empresarial, pero hay que ver el lado positivo para los trabajadores: la certidumbre que da a los regímenes que ya funcionaban de subcontratación y pago por hora. Creo que al trabajador sí le van a ofrecer mayores garantías y habrá un régimen mucho más estable entre patrones y trabajadores.

Con la aprobación de esta iniciativa preferente, ¿estamos frente una alianza anunciada PRI-PAN?

Depende, porque en las votaciones se dieron alianzas parciales para que saliera el artículo 371. Con respecto a la votación de las dirigencias sí hubo una alianza entre el PRI-PAN para votar los términos de los regímenes de contratación, pero hubo una alianza entre el PAN y PRD para dejar pendientes las cuestiones de los contratos colectivos de trabajo del 388 y 390. Entonces con la mayoría que sí alcanza PAN y PRD en la Cámara de Senadores —cosa que no pasaría en San Lázaro— pues sí vimos estás alianzas mixtas. Habrá temas en los que el PAN irá con el PRI —los más—, y habrá temas donde el PAN venderá cara la negociación y pueda concretar alianzas con los partidos del bloque de izquierda. Creo que las capacidades negociadoras del PAN van a estar a prueba, tienen una buena ventana de oportunidad para convertirse en el fiel de la balanza en el Congreso. Pero esperemos que el PAN ahora como oposición rescate muchos de los temas de su agenda que en su momento no los llevó a la práctica como gobierno.