Alexander Serikov
Fue a finales de los años setenta cuando los geólogos de la entonces Unión Soviética descubrieron en Yakutia, en el norte de Siberia, un astroblema – estructura geológica llamada también cráter de impacto – que se formó en la superficie de la Tierra como resultado de la caída en ella de un enorme meteorito de 4 a 8 kilómetros de diámetro. La edad del cráter de impacto se determinó de unos 40 millones de años y su diámetro – de unos 100 kilómetros. Las apreciaciones preliminares indicaron que en la zona mencionada se encontrarían miles de millones de quilates de diamantes, producto del fuerte impacto del meteorito contra la tierra.
El yacimiento diamantífero conocido como Popigai ya que se ubica en la cuenca del río siberiano del mismo nombre, se encuentra en la zona inhabitada – el poblado más cercano Játanga está situado a 400 kilómetros de distancia y hay cerca de 2 mil kilómetros hasta la principal vía de acceso a Siberia que es la vía férrea Transiberiana. El primer diamante fue encontrado en las rocas en 1972, pero el desarrollo del yacimiento no tuvo continuación por varias razones: la inaccesibilidad de la zona, falta de recursos y la más fácil y económica producción en aquella época de los diamantes artificiales.
Desde entonces todas las labores e investigaciones del yacimiento fueron suspendidas y los pocos resultados obtenidos guardados en secreto. Pero en septiembre del año en curso este secreto fue anulado. Se anunció que las dos zonas investigadas del enorme cráter que constituyen apenas un 0.5 por ciento del yacimiento diamantífero, poseen cerca de 150 mil millones de quilates de piedras preciosas. Según Nikolai Pojilenko, director del instituto de geología de la Academia de Ciencias de Siberia, las reservas totales de diamantes en el cráter de impacto de Popigai podrían alcanzar una cifra astronómica.
Cabe señalar que los diamantes encontrados en la cuenca del río Popigai no son de aquellos que se encuentran en las rocas ígneas volcánicas llamadas kimberlitas y que se usan para fabricar joyas de brillantes. Los diamantes del cráter siberiano son mucho más duros que los de kimberlitas. Su labra requiere mucho trabajo para hacer de ellos instrumentos útiles para su uso en las industrias e investigaciones científicas.
Además, en el yacimiento de Popigai, según exploraciones preliminares, fueron encontrados diamantes de pequeños tamaños – de unos milímetros a dos centímetros máximo. Esto por el momento no amenaza a la industria joyera pero no se descarta la presencia en este yacimiento de diamantes de kimberlitas.
Lo que pasa es que las investigaciones geológicas aun no empiezan. Su inicio se planeó para el año que viene y todos los trabajos relacionados con la puesta en operación del yacimiento diamantífero terminarían a lo mejor en 2017, según expertos del área. Y aunque la extracción de los diamantes de impacto es más fácil que la de los kimberlitas, su aparición en el mercado está todavía lejos.


