Fobias panistas pueden pavimentar al PRD el camino al poder

 

El hombre desea que los demás compartan

sus propias penas, pero nunca sus alegrías.

Charles Régismanset

 

 

José Fonseca

El cónclave del PAN y el PRD ha sido definido como un frente “por la democracia y contra el autoritarismo”.

Según el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, es un acuerdo político nacional. Aunque aclaró que no es un frente anti PRI, el coordinador de los senadores perredistas Miguel Angel Barbosa advirtió que será para impedir excesos en el gobierno de Enrique Peña Nieto.

Es posible que el PAN y el PRD intenten recrear aquella coalición de 1997, cuando una maniobra de Porfirio Muñoz Ledo atrajo al PAN y la oposición le arrebató al PRI el control de la Cámara de Diputados.

Hasta los más recalcitrantes priistas saben que el país ha cambiado mucho desde entonces, que sería impensable e irracional cualquier intento de recrear el régimen y el sistema que los mantuvieron setenta años en el poder.

Por eso llama más la atención el propósito enunciado por el frente PAN-PRD, pues está desfasado en tiempo y espacio el objetivo del “frente”. No corresponde al México de 2012, con elecciones razonablemente limpias, con real división de poderes y con instituciones autónomas que acotan el poder presidencial.

Dejemos a los panistas la definición del objetivo de su alianza con el PRD, pues hasta ahora pareciera que sus actuales dirigentes no terminan por definir cuál será el rumbo del partido blanquiazul, tan agobiada su militancia por la pérdida de la Presidencia que ocuparon durante 12 años.

Lamentablemente para los panistas, el PRD si tiene claros sus objetivos.

Por ahora será erigirse como la oposición interlocutora del próximo gobierno en el Congreso. Luego aprovechar el panismo como compañero de viaje para las elecciones legislativas de 2015.

Es vital esa alianza para el PRD, porque sin Andrés Manuel López Obrador, será aún más tenue su presencia en muchas regiones de la república donde el PAN tiene fuerte presencia. Es la manera de aprovechar el PAN para sumar más legisladores a la bancada de la Legislatura que surja de las elecciones del verano del 2015. Antes, claro, aprovecharán la alianza para ganar posiciones en las elecciones locales del próximo año.

Son cálculos electorales, sistemáticos, metódicos e imaginativos que los perredistas sí han hecho. Los panistas no los hacen porque están todavía aturdidos por la pelea interna para controlar el partido y, claro, en la elusión de responsabilidades en la derrota del pasado uno de julio que los envió al tercer lugar en las preferencias electorales.

Como sea, será interesante averiguar si los panistas seguirán aturdidos y serán complacientes compañeros de viaje en una alianza que dicen será sexenal, pero a la cual la realidad seguramente hará simplemente coyuntural. Y en un descuido las fobias panistas le pavimentan al PRD el camino al poder.

jfonseca@cafepolitico.com