Las empresas de tabaco más importantes de Estados Unidos deberán acabar con los engaños vertidos de forma deliberada durante décadas sobre el hábito de fumar y reconocerlos públicamente, según ha dictaminado la juez federal Gladys Kessler. “Deberán admitir a los ciudadanos, la verdad sobre sus mortales y adictivos productos en una serie de anuncios”, ha reiterado la magistrado.
Esta sentencia es un paso hacia delante para acabar con años en los que “las mentiras promulgadas por las tabacaleras han provocado millones de muertes prematuras, incalculable sufrimiento y millones de dólares en atención sanitaria”, ha afirmado Kessler.
La decisión establece que estas empresas deberán hacer declaraciones correctivas sobre cinco puntos fundamentalmente: los efectos adversos para la salud del hábito de fumar; las consecuencias para los fumadores pasivos; sobre el poder adictivo de la nicotina; del engaño de los productos light, y de sus errores en todas sus actividades publicitarias que informaban sobre todas estas mentiras.
Esta sentencia forma parte de un caso que comenzó en 1999 durante la Administración de Bill Clinton y que alegaba que las tabaqueras habían conspirado durante 50 años para ocultar al público los efectos nocivos del tabaco.
Redacción/ El País Carolina García/bbb
