Entrevista a Edgardo Buscaglia/Investigador principal de la Universidad de Columbia

Nora Rodríguez Aceves

A una semana de que concluya la administración de Felipe Calderón como presidente de la república, México está en materia de seguridad  “peor que en el 2006, porque el remedio fue peor que la enfermedad; la enfermedad ya estaba, tiene razón el presidente, estaba grave la situación cuando él llega, pero cuando se aplica un remedio equivocado a una enfermedad seria, el paciente se pone más grave, la situación se torna peor”.

“El presidente Calderón se encontró con un paciente debilitado, el país, la sociedad, el Estado, muy carcomido por la corrupción interna, y cuando aplicó una medicina equivocada, el paciente, que es la sociedad y el Estado mexicano, empeoró aún más. El remedio fue peor que la enfermedad, en el sentido de que esa represión desde un Estado profundamente fragmentado por grupos criminales donde cada pedazo del Estado le responde a un grupo criminal diferente, eso ya lo vemos con Tres Marías, lo vimos en muchos casos previos de infiltración en la policía federal mexicana, de infiltración en la PGR —Procuraduría General de la República— de infiltración en el Ejército, cuando eso sucede y tú le tiras más soldados al problema es como tirarle más gasolina al fuego, entonces deja el país peor de lo que lo encontró, eso es seguro”, afirma Edgardo Buscaglia, investigador principal de la Universidad de Columbia de Nueva York.

Buscaglia explica en entrevista vía telefónica a Siempre! que las organizaciones del crimen organizado cometen 22 delitos de tipo económico “algunos privatorios, otros son delitos solamente económicos como juegos, contrabando, prostitución, pero todos esos 22 delitos están aumentando. La violencia puede disminuir cuando se consolida un solo grupo criminal, la violencia de homicidios que tanto le gusta medir a los expertos pagados por el gobierno federal, pero esa violencia medida a través de homicidios mide un pedacito, una punta, del témpano de la violencia”.

“La violencia es mucho más, la violencia son las extorsiones, los secuestros, la trata de seres humanos, el tráfico de migrantes, es la violencia patrimonial que sufren los empresarios, es la violencia laboral cuando te obligan a trabajar como esclavo a través de mecanismos de trato o del tráfico de migrantes. Entonces todos los indicadores de delitos económicos han estado aumentando, aunque en algunas secciones la violencia de homicidios baje porque se consolide [el cártel de] Sinaloa como organización criminal y en otros los homicidios aumenten, pero los indicadores económicos de delitos a lo que se dedica la delincuencia organizada vienen aumentando  sin cesar.”

Orgía mediática

“Eso te dice que la política pública ha sido un fracaso y hasta que no comiencen a disminuir sistemáticamente estos delitos no tendrás una razón para cantar victoria, hasta ahora el gobierno federal mexicano vive en una orgía mediática en donde le han dedicado millones de dólares de los contribuyentes mexicanos, desperdiciados, en consultoras de imagen, en firmas que, en vez de estar combatiendo a los grupos criminales patrimonialmente, se dedican desde la embajada en Londres o desde las embajadas europeas a malgastar el dinero del erario en propaganda y en cuestiones que realmente no le solucionan la vida a los mexicanos, o sea que la calidad de vida en México se ha venido deteriorando por un proceso de colapso de la seguridad humana entendida como la seguridad física, la seguridad patrimonial de los ciudadanos, la seguridad ambiental, la seguridad sanitaria, la seguridad laboral, todas han venido colapsando y por lo tanto la política de seguridad ha sido un  fracaso hasta ahora.”

Al final del sexenio el presidente parece estar muy orgulloso de la estrategia implementada por su gobierno para luchar contra el crimen organizado y sobre todo de los resultados que ésta ha tenido, lo que para el especialista en seguridad y crimen organizado le recuerda “la propaganda soviética en los años setenta y ochenta que se dedicaba a hablar de democracia y de la República Popular cuando en realidad era una dictadura, viven en una burbuja en donde lo más triste de todo es que se están creyendo su propia propaganda; cuando ya comienzas a consumir tu propio producto y te lo crees, es como un vendedor de cocaína que comienza a consumir su propio producto, es un poco triste”.

“Se han hecho adictos a la propaganda mediática en este gobierno sin dar resultado alguno para el ciudadano de a pie en donde los indicadores no mienten, 22 delitos de tipo económico siguen aumentando, desde la trata de personas, trata de migrantes, tráfico de migrantes, contrabando, piratería, secuestros, armas, drogas, y mientras no disminuya significativamente como lo han hecho en Italia, Colombia, Indonesia, no puede cantar victoria ninguna política pública, sea la de este gobierno o  la de cualquier otro.”

“La política represiva de tirarle más soldados, más policías, más fiscales que desde el comienzo se hallaban corrompidos porque la corrupción en esas instituciones viene desde hace muchas décadas, a empresas criminales que se vuelven más fuertes porque el Estado es débil, simplemente lo que estás generando es que estos grupos criminales se afiancen aún más en el Estado, y además estás generando más violencia, porque el grupo criminal al fin y al cabo compite, entre ellos compiten, no solamente para vender drogas o vender seres humanos, sino además compiten para capturar pedazos  del Estado y así consolidar sus mercados económicos con policías municipales que actúan como fuerzas paramilitares de los grupos criminales; eso ya está totalmente comprobado.”

Se necesita limpieza institucional

En este sentido, lo primero que tienes que hacer “antes de tirar represión, es limpiar tu Estado, cosa que el presidente Calderón no ha hecho, no hizo, ni siquiera lo intentó hacer, desde un punto de vista técnico, serio, y por lo tanto nunca logró mínimo de limpieza institucional necesario para que cuando tú detengas a mayor cantidad de presuntos miembros de grupos criminales eso se traduzca en sentencias ejecutadas, se traduzca en desmantelamientos patrimoniales con orden judicial, pero eso nunca sucedió, entonces las políticas represivas desde un Estado corrupto conducen a más represión y a más violencia, a más corrupción, y eso fue lo que sucedió acá”.

Doctor en Derecho y Economía y con un posdoctorado en Jurisprudencia y Política Social por las universidades de Illinois y Berkeley, Edgardo Buscaglia ha señalado en distintos foros una serie de medidas para terminar con el crimen organizado para lo cual es necesario: acabar con las estructuras corruptas del Estado y la iniciativa privada, atacar la estructura financiera de la mafia, conformar redes sociales para salvar vidas y fortalecer los sistemas de administración de justicia, por tal motivo se le pregunta si el presidente Calderón ha implementado de alguna manera alguna de estas propuestas a lo que responde: “No, ninguna, la reforma judicial federal ni siquiera se comenzó a implementar, no se ha puesto en marcha, los desmantelamientos patrimoniales son el hazmerreír del planeta en el sentido de que más allá de habérsele encontrado fortuitamente más de 200 millones de dólares a un señor de origen chino, más allá de eso, no han existido programas de desmantelamiento patrimonial similares a los de Italia o Colombia, en donde miles de millones de dólares al año se desmantelan patrimonialmente, es decir,  la parte patrimonial ni siquiera la han tocado, ni un rasguño”.

El Show de los Muppets

“Los programas de corrupción política no existen, no se previene la corrupción. México viola sistemáticamente ocho de los 10 artículos preventivos de la Convención de las Naciones Unidas contra la corrupción. No hay programas de prevención social que congreguen a jóvenes alrededor de programas educativos, de salud, de trabajo y alternativas de vida; los gabinetes del Estado no están coordinando adecuadamente. Sedesol  —Secretaría de Desarrollo Social— tiene muy buenos programas, pero está aislada sin coordinación ni apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública, por lo tanto, trabajan solamente en un 15 % de los municipios, porque no tienen seguridad; el ha sido un Show de los Muppets este gobierno, lamentablemente, y lo triste es que este Show de los Muppets es tragicómico porque los errores de política pública se pagan con vidas humanas, eso es lo trágico de todo esto.”

Aunque el también presidente del Instituto de Acción Ciudadana asegura que “esto no es responsabilidad sólo del presidente Calderón, pues todas estas medidas que menciono requieren de un acuerdo político entre todos los partidos, y tanto al PRD como al PAN como al PRI les resulta muy dulce vivir sin controles patrimoniales, sin controles judiciales; es muy dulce para la elite mexicana vivir sin controles, y cada uno de estos personajes de la vida política mexicana haciéndose de fortunas incalculables, casas que ostentan y presumen, de cuatro o cinco millones de dólares; estoy hablando de los congresos locales, ni hablemos del federal: jueces federales en la Suprema Corte ganando más de 40 mil dólares al mes;  es una orgía de corrupción legal e ilegal, de corrupción legalizada y corrupción ilegal, obviamente”.

Por lo tanto, “en esa situación el país requiere de un acuerdo histórico entre las fuerzas políticas para tomar las medidas mínimas necesarias para controlar, comenzar a controlar esta cloaca de corrupción, y no se ha comenzado eso”.

El investigador señala que “las elites normalmente se ven forzadas a imponerse autocontroles patrimoniales y judiciales cuando ya la cloaca les llegó a la nariz, cuando ya no pueden respirar, y eso sucede normalmente cuando la violencia que por ahora ha ido tocando cada vez más a las elites, pero todavía no de manera masiva; cuando esta violencia les llegue masivamente a las elites de senadores, diputados, secretarios de Estado en el Distrito Federal, como les llegó a Roma a Bogotá en su momento y ahí toman medidas de autocontrol urgentemente y las toman en serio, no solamente con leyes pantalla, leyes fachada como la Ley de Lavado de Dinero,  la Ley Federal de Extinción de Dominio, sino que comienzan a tomar las medidas adecuadas a través de lo que ya ha tenido el Estado mexicano desde hace mucho tiempo, por ejemplo, auditores fiscales del SAT —Servicio de Administración Tributaria—, que pueden ya hoy sin ningún justificativo ir a las miles de empresas fachada que tiene los grupos criminales en el Distrito Federal, en el sector de la construcción, en el sector agropecuario de Sinaloa, los sectores están ya definidos, donde los grupos criminales operan y financian campañas políticas a través de empresas legales fachada”.

Entonces, “cuando comience la elite a sufrir masivamente el dolor que hoy sufrió el señor Humberto Moreira en Coahuila o que sufrió el señor Alejandro Martí en su momento, cuando ese dolor sea masivo y le toque a decenas de ellos por semana, que espero que nunca suceda, pero normalmente eso es lo que sucede cuando dejas que este cáncer continúe creciendo”.

Estado vacío de controles

“El problema mexicano es político, tiene una clase política en una transición que comenzó hace varias décadas hacia una democracia que está lejos de llegar, entonces esa clase política vive en un Estado de vacío de controles, porque le conviene vivir bajo un vacío de controles; sin controles patrimoniales puedes seguir adueñándote de contratos públicos a través de empresas ligadas a políticos sin que nadie se dé cuenta, nadie controla, a los auditores no se les deja trabajar adecuadamente, entonces en ese tipo de ambiente la delincuencia organizada crece porque el Estado se debilita en sus controles judiciales patrimoniales, y es lo que ha sucedido hasta ahora,  estamos en esa situación.”

“Lamentablemente y hasta que esta clase política, a través de un acuerdo que involucre a todos los partidos mexicanos y que tendrá que generarse en el Congreso de la Unión, que es el corazón de la democracia, y no tratar de imponerse a través de Los Pinos, cuando los partidos se den cuenta de que la situación ya es incontenible, que las reglas tienen que cambiar, que hay que cubrir esos vacíos de Estado y comenzar a establecer controles judiciales patrimoniales, controles preventivos de la corrupción política y los controles de prevención social como sucede en Europa… Cuando el Estado se fortalezca a través de estos controles bien implementados, la delincuencia organizada mexicana pasará a ser como la de Alemania, que no es predatoria, es una delincuencia organizada que se dedica sólo a delitos económicos voluntarios; se les llama voluntarios porque las personas que participan en el delito lo hacen voluntariamente, como, por ejemplo, los juegos no regulados, la prostitución entre adultos de manera voluntaria, o sea ese tipo de delito económico de mercado que no es predatorio en su sentido más básico, que no asesinan a nadie, no extorsionan a nadie, la delincuencia organizada en los países con Estados fuertes se dedican a ese tipo de delitos económicos de mercado y menos a los delitos predatorios que son los que prevalecen en México.”

Por lo tanto, frente a este contexto el doctor Edgardo Buscaglia afirma que en materia de seguridad el sexenio calderonista “es un sexenio fallido que no ha logrado resultados, resultados no me refiero a actividades, presupuestos asignados, detenciones; resultados son números de grupos criminales y empresas de esos grupos criminales desmantelados con orden judicial, cuya orden fue ejecutada, eso no se ha observado. Los resultados son paupérrimos y, por lo tanto, ha sido un sexenio fallido en ese sentido, no se define ni siquiera la seguridad correctamente, el gobierno federal mexicano lo define como seguridad pública cuando en realidad es seguridad humana”.