Entrevista a Jesús Cantú/Profesor e investigador del Tecnológico de Monterrey

Moisés Castillo

Las palabras cuentan y más cuando las pronuncia un nuevo presidente. Dicen que cada seis años se renueva la esperanza de los mexicanos. Esa es la gran enfermedad crónica: el Ejecutivo federal ha tenido problemas cuando la ciudadanía llega a convencerse de que su palabra no guarda ninguna relación con los hechos. Y Enrique Peña Nieto debutó con discursos prometedores y comprometedores. Anunció decisiones concretas y voluntad política para alcanzar acuerdos de largo aliento.

En Palacio Nacional, el mandatario dio un mensaje conciliador y afirmó que un sexenio es suficiente para sentar las bases de un país próspero y de oportunidades. Presentó trece “decisiones presidenciales” y cinco ejes de su gobierno.

“Al margen de nuestras legítimas, naturales y sanas diferencias, si todos aportamos nuestro trabajo y empeño, los mexicanos podemos construir un país plenamente desarrollado. Ahora, es tiempo de construir y de ganar el futuro. Hagamos de México un país no sólo orgulloso de su pasado, sino un país empeñado en mejorar su presente y conquistar su futuro. Un país arrojado y audaz, preparado para competir y triunfar, para que ésa sea su imagen ante el mundo entero.”

Los puntos más sobresalientes tienen que ver con la educación y las telecomunicaciones. El presidente detalló que habrá una reforma para terminar con las plazas vitalicias y hereditarias; así como fortalecer el Servicio Profesional de Carrera Docente y el Sistema de Evaluación Educativa. Además ante dueños de televisoras anunció la licitación de dos nuevas cadenas de televisión abierta.

“Es fundamental generar mayor competencia económica particularmente en el sector de las telecomunicaciones. El objetivo es que todos los mexicanos tengamos acceso a productos y servicios de mayor calidad y a mejores precios.”

El presidente Peña Nieto precisó que los cinco grandes ejes de su gobierno serán mejoramiento de la seguridad y la justicia; combate a la pobreza; educación de calidad para todos; crecimiento económico sólido, y reposicionamiento de México ante el mundo. Además tomó la decisión de publicar la Ley de Víctimas que Felipe Calderón había vetado.
Ese mismo día de toma de posesión dio la bienvenida al Pacto por México que firmaron al día siguiente PRI, PAN y PRD, en el Alcázar del Castillo de Chapultepec.

En el acto lo calificó como un “acuerdo inédito” que dará estabilidad y rumbo al país.

“El Pacto le da estabilidad, certeza y rumbo a México, blinda coyunturas político-electorales de los asuntos esenciales del país, pero lo más importante, alienta la unidad dentro de la pluralidad. La importancia de este pacto radica en que los partidos políticos, con base en sus propias agendas, han decidido privilegiar coincidencias y ponerlas por escrito. Estoy convencido de que el Pacto por México trascenderá en nuestra historia.”

En su intervención, el líder del PAN, Gustavo Madero, destacó la necesidad de evitar la preservación de los poderes fácticos a través de reformas que han sido impulsadas desde hace varios años.

“La falta de este respaldo ha derivado en la preservación del statu quo y de los intereses de los poderes fácticos, lo cual, ha hecho que sean los que anteponen sus intereses por encima de los intereses generales de la población.”

En tanto, el dirigente del PRD, Jesús Zambrano, urgió avanzar en las reformas para poner fin a los rezagos, la desigualdad y a los poderes que, sin ser constitucionales, se han impuesto al Estado.
“Nos indigna que los poderes fácticos de todo tipo hayan doblegado una y otra vez a los gobiernos de uno y otro partido.”
Para Jesús Cantú, director de la maestría en análisis político en la Escuela de Graduados en Administración Pública y Política Pública  del Tecnológico de Monterrey, el discurso de Peña Nieto se desmarca de manera notable de los expresidentes panistas.

“Decir que se está inaugurando un nuevo estilo, no. Decir que hay una diferencia notable con lo que había sucedido, por supuesto. Hay un discurso más puntual y preciso que en algunos sentidos es muy positivo porque tendremos exigencias concretas qué hacer.”

Eliminar controversias

¿Qué le parecieron los primeros discursos de Enrique Peña Nieto?

En el discurso, como en actos posteriores, son declaraciones que en principio nadie puede estar en desacuerdo. Es decir, son anuncios que van muy en la ruta de las demandas que han estado exigiendo diversos sectores de la sociedad. Dentro de éstos hay diferentes niveles y aspectos. Por ejemplo, celebro sin ninguna duda que se vaya a publicar la legislación que tiene que ver con las víctimas de la violencia. En este sentido, me parece fundamental que se retire la controversia y que se proceda a publicar esta legislación que había levantado una serie de cuestionamientos. Hay otras cosas que tienen que ver con la educación. Es fundamental que exista un servicio profesional de carrera docente y que haya evaluaciones que permitan la permanencia o no dentro del sistema educativo. Sin embargo, lo importante será la implementación y los detalles. Por un lado, cuáles serán los términos de este servicio profesional de carrera, cuáles van a ser los instrumentos de evaluación del desempeño de los maestros y obviamente cuáles serán los mecanismos. Porque si bien todos celebramos que el ingreso al magisterio se vaya a dar a través de un concurso, también sabemos que se han distorsionado los mecanismos en la aplicación de las reglas de selección. Enhorabuena, pero hay aspectos y detalles que hay que cuidar.

De las llamadas “trece decisiones”, ¿cuáles son las más complicadas de concretar?

El Código Penal único. Ahí hay problemas serios porque hay diferencias notables en algunos códigos penales. Por ejemplo, lo que tiene que ver con la interrupción voluntaria del embarazo, que ha sido un tema a discusión y que está resuelto en códigos penales estatales en direcciones opuestas. En algunos estados está la posibilidad de interrumpir el embarazo y en otros está la criminalización. Este es un tema mayor que habrá que ver cómo se resuelve. El fondo es un asunto de federalismo y esa discusión se está obviando. Otro tema es la tipificación de la desaparición forzada de personas. Eso que particularmente en los últimos meses o años ha cobrado especial relevancia. En sólo 12 de las 32 entidades federativas se ha tipificado la desaparición forzada; es un tema fundamental. También tenemos la licitación de dos nuevas cadenas televisivas. Diversidad de medios no implica que exista una pluralidad. Puede haber más de cuatro empresas que sean los dueñas de las televisoras, pero la oferta televisiva puede ser muy similar. Lo primero que se debe discutir es el modelo de sistema mediático que deseamos construir en México y que nos permita garantizar que las televisoras van a reflejar la pluralidad de la sociedad. Esto implica debatir si deben existir cadenas públicas o gubernamentales, medios comunitarios, qué espacios van a tener medios locales porque casi no existen televisoras locales, incluso discutir cuántas cadenas nacionales puede tener cada propietario.

Se asumen compromisos

¿Vislumbra un nuevo estilo de gobernar?

Sí encuentro una diferencia notable con respecto a lo que había pasado en los últimos tres sexenios, pero es muy similar a lo que vivimos en un primer momento con Carlos Salinas en 1988. Es muy distinto con lo que vivimos con Zedillo, Fox y Calderón en el sentido de que se están anunciado reformas concretas, se están asumiendo compromisos muy puntuales, se están retomando lo que fueron algunas propuestas de campaña, pero recordemos que así fue como inició Salinas. Con grandes expectativas.

¿Cómo debemos leer este Pacto por México donde firmaron las tres principales fuerzas políticas?

No quiero menospreciar la capacidad de operación política. Pero no sería la primera vez que todas las fuerzas políticas se pongan de acuerdo en algo que al final no se logra nada. Pongamos el caso de aquella famosa ley para la reforma del Estado que se aprobó en su momento en el Congreso de la Unión y que terminó finalmente en una reforma electoral. El hecho de que hoy estén anunciados todos los temas en los cuales habrá que tomar acciones, concretar reformas legislativas, algunos cambios constitucionales, es muy positivo. Pero esto no nos debe de llevar a un excesivo optimismo. De este acuerdo general al aterrizaje concreto hay una distancia enorme. Aquí se pondrá a prueba verdaderamente la capacidad de operación política y la capacidad de las fuerzas políticas de buscar los acercamientos. Hay temas que pueden polarizar a los partidos en su discusión real en las distintas cámaras.

¿Qué le pareció la integración del gabinete de Peña Nieto?

 Estamos en esta ruta donde nuevamente se está privilegiando el amiguismo. Lo mismo que le sucedió a Felipe Calderón: se privilegia la lealtad, la cercanía, por arriba de los temas. Se está designando a personas que no han tenido ninguna experiencia previa en un ramo. Se privilegia el amiguismo por encima de la experiencia y capacidad. En otras se privilegia la experiencia política. Habrá que esperar y darles el beneficio de la duda para valorar su trabajo. Pero creo que en términos generales no podemos hablar de sorpresas, se concretaron los nombramientos con los que trabajó Peña Nieto en su equipo de transición.