Entrevista a Rosa María Mirón/Profesora investigadora de la FCPyS-UNAM

Nora Rodríguez Aceves

Conforme avance el tiempo se verán los logros del Pacto por México, aunque será un escenario diferente, “hoy parece todo color de rosa, todo es positivo, es el bono democrático, la luna de miel del inicio de sexenio. Es una medida importante para reconocer las oposiciones, esto sí es muy importante, aunque quedan ahí los casos de las tarjetas Soriana y Monex, los cuestionamientos con respecto a estos temas por parte de las oposiciones”.

Además, “las manifestaciones de los jóvenes del movimiento Yo Soy 132, que poco tiene que ver con las manifestaciones del sábado 1 de diciembre,  pero en su origen este cuestionamiento de los jóvenes, este rechazo, las críticas a la campaña  o al desempeño de Enrique Peña Nieto durante su campaña, dieron origen a este pacto político, lo cual significa que se están haciendo cargo de esto y están desde el gobierno dando una respuesta, asegura Rosa María Mirón Lince, Profesora investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (FCPyS-UNAM).

También, “es muy importante —la firma del pacto— frente al discurso generalizado de que regresó el PRI, regresamos al gobierno autoritario, volvemos al pasado, esto me parece que da un imagen de un PRI distinto, de un gobierno priista que quiere mostrar una cara distinta. Por otro lado, se está deslindando del gobierno anterior; el gobierno de Felipe Calderón comenzó con un énfasis muy importante en la parte económica, y en la campaña, y después ya todo fue la guerra contra el narco, pero ahora lo que está haciendo el gobierno de Peña Nieto es dándole un énfasis importante al aspecto político. Esta decisión va en el sentido de priorizar la política y así se desmarca muy hábilmente, que esto sí es indudable, de su antecesor o antecesores los panistas, y también de esta idea de que es el regreso al pasado”.

La firma del Pacto por México, “le dará un buen margen al gobierno, pero hay que decir que el pacto tiene sus limitaciones claras, no es la solución a todos los problemas del país nada más porque se firmó, de cualquier manera es un punto importante.  De igual forma, el manejo del tiempo es muy muy pertinente, es decir, una acción así al día siguiente de la toma de posesión le da desde luego mucha más solides en términos políticos y de legitimidad al gobierno de la que tendría si no lo hubiera hecho”.

Aquí sí, asegura Mirón Lince, “hay que reconocer al gobierno voluntad política, oficio político también, no en balde están viejos lobos de mar incorporados en el gabinete del presidente entrante, sí hay oficio político en las decisiones y esto es un buen punto; de entrada no se busca la ruptura ni el enfrentamiento ni el desconocimiento del opositor, ya no es el PRI de ‘ni los veo ni los oigo’, ahora es el PRI que tiene al PRD junto, pero insisto, son las mieles del inicio de sexenio, falta ver qué pasa ya a la hora de que haya que aterrizar, que poner en blanco y negro los acuerdos; es cuando empezarán los ‘estira y afloja’ y eventualmente las rupturas, porque los apoyos que tengan que tener los compromisos y la gran mayoría de esas reformas tienen que pasar por el Congreso de la Unión, por el acuerdo del Legislativo; ahí es donde los partidos ejercerán sus votos y ahí es donde sí tienen participación los pequeños que no son tan pequeños  y que no fueron convidados hoy”.

Culminar la transición democrática

De acuerdo con los motivos que tuvieron las fuerzas políticas que firmaron el acuerdo político nacional, “necesitamos concentrar nuestras acciones en culminar la transición democrática y orientarla hacia las metas de bienestar social, libertad personal y seguridad a las que siempre hemos aspirado. El país requiere de un pacto integral, profundo, de largo alcance que consolide a México como una democracia política y socialmente eficaz”. Por ello, el pasado domingo 2  de diciembre, en el Alcázar del Castillo de Chapultepec, los dirigentes de las tres principales fuerzas políticas del país, PRI, PAN y PRD, suscribieron junto con el gobierno federal de Enrique Peña Nieto el Pacto por México”.

De acuerdo con el documento presentado, dicho “pacto debe formarse con los puntos coincidentes de las diversas visiones políticas de México. El pacto debe construir un espacio común para realizar los cambios que el país necesita y que ninguna fuerza política puede llevar a cabo por sí sola…”.

Por ello, se suscribe este Pacto por México que contiene cinco acuerdos:

1)   Sociedad de derechos y libertades.

2)   Crecimiento económico, empleo y competitividad.

3)   Seguridad y justicia.

4)   Transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción.

5)   Gobernabilidad democrática.

Frente a este gran reto que tiene la clase política para realmente concretar estos compromisos que se reflejen en una mejor calidad de vida de los ciudadanos mexicanos, Rosa María Mirón comenta a Siempre! que hay “que celebrar cualquier acuerdo que se dé entre las distintas fuerzas políticas, es una buena noticia, sin lugar a dudas habla bien de la voluntad política del gobierno entrante, aunque trascendió que este pacto ya se había venido negociando desde tiempo atrás, finalmente refleja la voluntad política de llegar a acuerdos del gobierno y también la voluntad política de los principales partidos, de los dos partidos, PRD y PAN, justamente de firmar un acuerdo”.

Es muy positivo que se haya firmado este pacto, dice también la exconsejera del Instituto Electoral del Distrito Federal, “muy ambicioso sin lugar a dudas, prácticamente habla de una transformación general, histórica, del país en todos los aspectos, son los cinco grandes rubros en donde se inscriben los 95 acuerdos, sin embargo hay que analizar cada uno de los puntos, porque no tienen el mismo grado de desarrollo, ni el mismo grado de precisión el planteamiento de los distintos rubros; independientemente de esto, lo que queda es la gran duda: ¿de dónde saldrán los recursos para darle viabilidad a este pacto? Ya que muchas de las propuestas o de los propósitos ahí expresados necesitan una cantidad importante de recursos económicos, entonces todavía falta la parte cuantitativa de este acuerdo”.

Además, cabe destacar que hay temas como el de las telecomunicaciones, el de Pemex, el de una reforma fiscal, el de educación, etc., donde no coinciden y no tienen la misma posición las fuerzas políticas que suscribieron el acuerdo, lo cual significa  un riesgo para concretar en la práctica algunas propuestas.“Son los dos enfoques que pudieran darse al análisis del pacto, justamente la parte del acuerdo es muy positiva, todos ceden algo, nadie gana, es decir, claramente no hay una posición que quede como única, esto puede ser positivo, insisto, en términos de voluntad política y de acuerdos de las distintas fuerzas”.

Tenemos un gobierno dividido

Del lado complicado del asunto es que efectivamente se están reflejando aquí muchas de las posiciones de los partidos en campaña y hasta de los candidatos. Hay posturas que reflejan claramente lo afirmado por Andrés Manuel López Obrador durante su campaña. ¿Qué es lo que refleja esto?, pues que el gobierno tiene claro que no ganó todo, de hecho no ganó el Congreso, la votación fue dividida, tenemos un gobierno dividido, tenemos representación en las cámaras de las distintas fuerzas políticas, de los principales partidos políticos, que harán valer sus intereses”.

De lo que se está hablando hoy es, “del diálogo, de los acuerdos, de que se acepta al contrario, de que hay concesiones de lado y lado, pero esto obviamente no implica acciones concretas, entonces efectivamente los temas de los impuestos, de los energéticos, de la apertura de las televisoras, de la reforma educativa, en fin, todos estos puntos en los que claramente hay posiciones no solamente divergentes sino contrarias entre las fuerzas políticas, las tendrán que ir resolviendo o simplemente quedarán en el tintero, lo cual sería preocupante,  pero no deja de ser una posibilidad”.

En este sentido, Rosa María Mirón Lince, recuerda que no es el primer acuerdo de esta naturaleza que se firma a lo largo de “la historia de México, de acuerdos, también ahí en Chapultepec se han firmado ya otros acuerdos.   Los gobiernos priistas eran muy dados en la época de Miguel de la Madrid, de José López Portillo, al arranque del sexenio había un acuerdo, algunos no se concretaron, otros sí se llevaron a cabo, por ejemplo, en el sexenio de Ernesto Zedillo se concretó la Reforma Política de 1996, que fue muy importante, pero muy acotada a este terreno”.

Para la doctora en Ciencia Política por la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, “El problema que veo en este Pacto por México es todo; para estar en ambiente, es como una carta a Santa Claus, ya que se trata de lograr absolutamente todo desde medidas muy concretas y muy especificas, hasta acuerdos de buena voluntad en todos los aspectos. Hay desde derechos y libertades, también el crecimiento económico, la transparencia, la seguridad, es todo, insisto, es una carta, es un acuerdo de buena voluntad en el que me parece que se pusieron todos los temas que están, que estuvieron sobre la mesa en el proceso electoral, en las campañas”.

Además, “tampoco podemos ser demasiado optimistas, no es la solución a todos los problemas; el ritmo en el que se irán atendiendo cada uno de estos temas es muy distinto, hay unos que se pueden resolver de inmediato y hay otros que no alcanzará el sexenio para resolver, como podría ser el crecimiento económico, un tema que no se puede dejar resuelto en una administración, pues es un proceso constante, asimismo lo que también afectará a la concreción de este pacto, además de las distintas dimensiones de los retos, es la situación interna de los partidos políticos, los conflictos internos de los partidos políticos”.

Hasta “ahorita solamente sea manifestó en el PRD, y creo que para bien del partido, el PRD ya pintó su raya con los grupos más radicales que tiene en su interior y aunque López Obrador, Ricardo Monreal, Martí Batres ya están fuera, ahora la disputa es con la corriente de René Bejarano, entonces claramente se presenta una división entre los bejaranistas y el grupo de Nueva Izquierda mejor conocido como Los Chuchos, afin a Marcelo Ebrard y a Miguel Angel Mancera, que se articulan en torno a un proyecto, esto se ve claramente en el PRD, sin embargo, creo que les favorece”.

De igual forma, “el proceso interno en el PAN también tendrá que definirse, la injerencia que pretendió tener Felipe Calderón en los últimos meses o semanas, aunque finalmente no pudo hacer mucho, tendrán que resolverlo”.

Consenso de los principales partidos

“El Pacto tiene el consenso o el apoyo de los tres principales partidos políticos, pero están fuera otros en este tema y aunque Morena todavía no es partido, hay un grupo fuera del PRD que es importante, así como hay un grupo dentro del partido que no está de acuerdo y que son legisladores que tienen posiciones importantes en las cámaras y que desde ahí actuarán, además no están considerados el Partido del Trabajo, el Partido  Movimiento Ciudadano, tampoco está el Partido Nueva Alianza y el Verde Ecologista, que eventualmente pudieran llegar a tener intereses propios como grupos y como fracción parlamentaria también tienen una fuerza real, tienen una presencia real, desde ahí harán valer su voz, a lo mejor en votos no impactan mucho, pero sí su voz, lo cual hará que tenga que llegarse a acuerdos, tenga que suceder, o simplemente que se entorpezcan y se paren los acuerdos; sí es cierto que están los partidos más importantes pero eso no es todo el espectro de partidos políticos quedan muchos fuera”.

En ese mismo sentido, la especialista en partidos políticos y en procesos electorales advierte que “también están los grupos, se les menciona, y que pudieran sentirse afectados, pero volviendo al tema de los partidos políticos hay otro asunto que es importante tener en cuenta y son las elecciones, el próximo año hay elecciones intermedias en casi la mitad de los estados: Aguascalientes, Durango, Coahuila, Hidalgo, Puebla, Tamaulipas, Veracruz, etc., y una elección de gobernador en Baja California, entonces éste es un elemento que, volviendo la mirada hacia el pasado, a la historia, vemos que los procesos electorales han entorpecido el buen desarrollo de estos pactos políticos”.

Por lo tanto, agrega Rosa María Mirón, “no podemos sobre valorar lo logrado, es mucho, puesto que de lo que habla claramente es de la voluntad política del gobierno entrante, lo cual es muy positivo y finalmente  de un bono, de esta luna de miel de inicio de sexenio y una voluntad también de dos partidos políticos opositores, de llegar a acuerdos; esto me parece positivo, pero de ahí a que se traduzca en hechos concretos o saber hasta dónde llegará el pacto, me parece que falta tiempo para verlo, entonces tampoco podemos ser tan optimistas, hay muchos elementos, muchos hilos que quedan sueltos”.

En cuanto a los llamados poderes fácticos como las televisoras, o la líder sindical, Elba Esther Gordillo, de quienes se dice son afectados sus intereses de llevarse a cabo lo propuesto en el acuerdo nacional, la investigadora señala que “por el bien de estos mismos poderes fácticos, sindicatos, grupos y todo, el planteamiento ha sido de crear más expectativas, pero en el fondo yo no veo una transformación radical que golpee a las televisoras, mucho menos a Televisa, considerando todo lo que hubo detrás de la candidatura y de la precandidatura de Peña Nieto; no creo que sea un golpe ni a Televisa ni a Slim ni a Elba Esther, por decir así los nombres que pudieran concentrar los grupos, lo que pudiéramos decir como los grupos afectados, yo no creo que sea ésa la intención”.

“El pacto es un pacto de buena voluntad en el que nadie gana, porque para que firmaran todos los partidos tenían que hacerse estos matices, no concesiones sino matices, pero claro, a la hora de concretar es cuando se complicarán las cosas, a la hora de aterrizar ya las acciones concretas es cuando veremos un nuevo escenario y habrá que volver a negociar”.