Gabinete 2012-2018
Yazmín Alessandrini
A una semana de iniciar su gestión como presidente de la república, Enrique Peña Nieto no ha escatimado en hacerse de los servicios de los mejores hombres para que lo acompañen en la dificil tarea de rescatar un país que durante 12 años se hundió en la ignominia y la pasividad.
Y aunque a muchos pareciera (sobre todo a los representantes de los medios de comunicación, impresos y electrónicos) no agradarles el nombramiento de fulanito o pernganita, lo cierto es que el equipo peñista luce sólido, compacto y sumamente homogéneo. Inspira confianza, ¡vaya!
Los hombres fuertes ahí están ya, totalmente identificados y ubicados en los puestos estratégicos y sensibles. Miguel Osorio Chong, Luis Enrique Miranda y Manuel Mondragón y Kalb, desde la Secretaría de Gobernación, serán los responsables de que la seguridad nacional se encarrile y que los 127 millones de mexicanos que habitamos esta gran nación síntamos nuevamente que contamos con instituciones capaces de protegernos.
A ellos tres se agrega, en la PGR, Jesús Murillo Karam, un hombre con la suficiente sensibilidad para tratar los temas más delicados que puedan surgir, pero que al mismo tiempo no le falta la mano dura con la que se debe dirigir la posición que le fue asignada.
Para que económicamente podamos tener el renacimiento que merecemos como una verdadera nación emergente, Peña Nieto designó a dos hombres de su total confianza: a Luis Videgaray, somo secretario de Hacienda, y a Ildefonso Guajardo, como secretario de Economía. Ambos ya se arremangaron la camisa durante la semana y con un par de pronunciamientos dejaron en claro que no tienen la menor intención de provocar virajes que causen sinsabores a los mexicanos.
Muy interesantes los nombramientos de Emilio Chuayffet Chemor y Sebastián Lerdo de Tejada, como titulares de la SEP y del ISSSTE, respectivamente, un dúo dinámico que tal parece fue diseñado para hacer el uno-dos y el gancho al hígado en la humanidad de la dirigente suprema Elba Esther Gordillo, a quien el sábado antepasado en Palacio Nacional le enviaron varios mensajes, cifrados y no cifrados, de que las cosas con Peña Nieto “van a cambiar”. Chuayffet y Lerdo son eminentemente políticos, de polendas y colmillo.
La pregunta de la semana: ¿Cuál será el verdadero destino (político) inmediato de Marcelo Ebrard Casaubón, flamante exjefe de Gobierno del Distrito Federal?
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