El discurso dejó de ser monotemático
Alfredo Ríos Camarena
La perspectiva que ofrece el nuevo titular del Poder Ejecutivo federal es ambiciosa y esperanzadora; su acción se fundamenta en la decisión de darle al país una perspectiva de mayor amplitud, y sobre todo, de sacar adelante sus compromisos de campaña, para lo cual de inmediato hizo trece propósitos de diferentes niveles, pero casi todos de amplio consenso; más aún, los 95 puntos que firmaron como compromiso los tres principales partidos políticos en presencia del presidente, de los coordinadores legislativos y de los gobernadores, sin duda alguna, abren un nuevo abanico que le dará a la nave del Estado un nuevo impulso hacia objetivos superiores.
Podemos estar o no de acuerdo, pero existe la certeza de que hay una voluntad del presidente de sacar adelante los temas más sentidos como seguridad, combate a la pobreza, desarrollo económico, etc.; es decir, el país dejó de ser monotemático, lo que no significa que se hayan resuelto los problemas, pero al menos el enfoque es diferente.
Casi todos los temas que se han planteado requieren dos elementos fundamentales: el consenso político y los recursos económicos para llevar adelante los planes propuestos.
En el primer caso, se siente un ambiente de conciliación que se refleja en las modificaciones a las iniciativas apoyadas por Peña Nieto, como la Ley Orgánica de la Administración Pública. Existe una convicción de todas las fuerzas políticas de recuperar tiempo para la historia; en cuanto a los recursos, aun cuando se plantea en términos muy generales la posibilidad de una reforma hacendaria, ésta se convierte en la herramienta fundamental, por lo que es urgente definir los trazos en el paquete económico que se enviará al Congreso a más tardar el 15 de diciembre. La decisión de no permitir déficit alguno es muy controvertida, pues los países no tienen otro recurso para su desarrollo que la producción, el endeudamiento moderado y el equilibrio fiscal.
La reforma educativa es otro tema fundamental y el presidente le puso los puntos sobre las íes en su discurso inaugural, lo que implica que asistiremos a un choque de trenes entre el nuevo secretario Chuayfett y la antigua lideresa, Elba Esther Gordillo. Esto también define la posición de un gobierno que adopta la actitud de estar a la vanguardia y al frente; se ha recuperado la dignidad presidencial con el seguimiento puntual al protocolo republicano; se siente diferente el ambiente político.
Sin embargo, no dejan de llamar la atención los acontecimientos vandálicos que se suscitaron el 1 de diciembre; si bien es cierto que se han consignado 69 personas de los 97 detenidos, queda enrarecido el ambiente, y sobre todo, la opinión pública no ha sido informada de la autoría intelectual de este atentado.
El camino será largo, difícil, pero al menos se siente que quien tomó el timón de la república actúa con decisión y patriotismo.