En el corazón de Chiapas se inauguro la danza de los Parachicos y las Chiapanecas ,abarroto las calles de esta colonia donde niños, jóvenes y adultos participaron en esta feria en honor a San Sebastián al compás de la música del chinchí, el tambor y el carrizo.
La tradición chiapaneca fue inaugurada por el gobernador Manuel Velasco Coello quien dio continuidad al festejo más antiguo y la declaro como fiesta tradicional de la entidad el Parachico es “Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”.
Es un pueblo mágico y antesala del cañon del sumidero Chiapas Corzo es el paso de cientos de personajes que con algarabía festejaron una vez más con sus mascaras de madera y coloridos jorongos sus fiestas tradicionales.
Este evento tradicional consiste principalmente en la danza de los parachicos de las chuntaes que anuncian la fiesta, la salida de los carros alegóricos, la coronación de reina del pueblo y el cambio de los priostes (cuidadores de los santos)
La danza de los parachicos se remonta al año 1711, de acuerdo con la leyenda todo comenzó con el arribo a Chiapa de Corozo de Doña María de angulo mujer de gran fortuna y alcurnia quien llego a la población con su hijo enfermo de paralisis y en busca de un manantial milagroso conocido como el manantial Cumbujuyu (que en la lengua chiapaneca quiere decir “baño del jabalí.”)
Doña María también acudió a los curanderos del pueblo en busca de un remedio para el niño y un día la gente se organizo para divertir al niño con una danza que fuera alegre y colorida.
Los habitantes de dicha comunidad se vistieron con sarapes, máscaras, monteras (peluca de ixtle) fajas, pañuelos, chalinas y animaron su baile con música de tamboril.
De esa forma surgió la danza y su nombre basada su función original” para el niño” o “ para el chico”
A partir de entonces se relaciona con la fiesta de San Sebastián Mártir, patrono de Chiapa Corzo, cuya imagen es homenajeada cada año.
María Angulo es recordada con cariño y respeto por la gente del pueblo ya que la leyenda cuenta también que durante esa época de hambruna que se desato en Chiapas a principios del silgo XVIII ella le dio de comer a los pobres.
Por su lado, Velasco Coello se comprometió con los chiapacorseños a apoyar durante su mandato dichas festividades e impulsar las tradiciones y la cultura chiapaneca.
