Entrevista a Ana Laura Magaloni/Profesora e investigadora del CIDE

Moisés Castillo

El episodio de Florence Cassez aún no termina. Hace casi un año, en marzo de 2012, el ministro Arturo Zaldívar solicitó que la ciudadana francesa fuera liberada tras darse a conocer inconsistencias del caso. Pero tres de cinco ministros determinaron que tendría que permanecer tras las rejas. Ahora la ministra Olga Sánchez Cordero propondrá a sus colegas de la Corte conceder un amparo a la presunta secuestradora a quien le dictaron 60 años de prisión.

Según reveló el diario Reforma, el proyecto de la ministra Sánchez Cordero apunta a otorgar el amparo para efectos, y ordena al magistrado responsable a dictar una nueva sentencia sin que se tomen en cuenta los tres principales testimonios que existen contra Cassez.

 

La historia

Hace más de siete años comenzó el infierno de la francesa Cassez, presunta integrante de la banda de secuestradores Los Zodiaco, uno de los grupos delictivos más peligrosos del centro del país, que operaron desde 2000 hasta 2009 en el Estado de México y Distrito Federal.

El 9 de diciembre de 2005 se montó un show mediático en el rancho Las Chinitas, ubicado en el kilómetro 29 de la carretera México-Cuernavaca. En el noticiero matutino de mayor audiencia de la TV mexicana —Primero Noticias con Carlos Loret de Mola— se observó cómo decenas de elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI) entraron al lugar, liberaron a tres personas y capturaron al líder de Los Zodiaco: Israel Vallarta Cisneros, y a su novia, Florence Cassez.

Genaro García Luna, entonces director de la AFI, y secretario en el gobierno de Felipe Calderón de la hoy extinta Secretaría de Seguridad Pública, confirmó el engaño televisivo, pero se justificó aduciendo que el montaje fue hecho a petición expresa de los medios de comunicación.

Cassez está relacionada con al menos 10 plagios y el homicidio de una de sus víctimas. También es señalada como autora intelectual y material de algunos secuestros y cuidadora de víctimas.

El caso Cassez será discutido por la Primera Sala de la Corte este 23 de enero y resolverá si le concede un amparo para su liberación inmediata o para que sólo se consideren las supuestas pruebas en su contra sin considerar las fabricadas por la extinta AFI. El gobierno francés adelantó que estará muy al pendiente de lo que resuelva el Poder Judicial mexicano.

Opiniones

En su gira europea como presidente electo, Enrique Peña Nieto afirmó en París, que su gobierno respetará la resolución de la Corte sobre el caso de la francesa.

“Queremos que la relación entre ambos países —dijo— sea fructífera, el caso de la señora Cassez empantanó la relación. Le comenté al presidente francés, François Hollande, que es un asunto que se encuentra en el ámbito de la Suprema Corte de Justicia. El gobierno que encabezaré será absoluta y estrictamente respetuoso de la decisión apegada a derecho. Le he pedido al mandatario francés que este asunto no sea el que marque la relación entre México y Francia”.

Para el director de Human Rights Watch para América Latina, José Miguel Vivanco, este asunto es de vital importancia para la justicia mexicana.

“Las irregularidades —dijo— en torno al principio de presunción de inocencia, la falta de notificaciones, son todos vicios de tal gravedad que no sólo obligarían a anular etapas fundamentales en la investigación penal, porque no son confiables, sino también a sancionar a aquellos servidores públicos que tienen responsabilidad directa en la fabricación de estos hechos.”

Por su parte, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal respalda la propuesta de la ministra Sánchez Cordero.
“Por apegarse —dijo el organismo humanitario— a los preceptos normativos y los principios de la Constitución, así como a los tratados internacionales de derechos humanos […] En razón del contenido del Proyecto de Resolución, la CDHDF tiene la certeza de que la discusión técnica, apegada a derecho y con perspectiva de derechos humanos deben ser los ejes sobre los cuales deben desarrollarse las controversias de este caso.”

Miguel Carbonell, académico del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, ha sostenido que la liberación de Cassez es la única opción posible, ya que el “efecto corruptor” del montaje es irreversible, lo cual queda ejemplificado con uno de los testimonios vertidos “espontáneamente” en contra de la francesa.

“El mismo día —dice el académico— en que la PGR reconoce haber realizado el montaje televisivo se presentó a declarar Leonardo Cortés, quien afirmó, textualmente: «Reconozco plenamente y sin temor a equivocarme a la persona que aparece en la fotografía (Florence Cassez) como la misma que en ocasiones iba a mi puesto a comprar verdura, lo cual siempre hacía cuando llegaba la señora Cristina Ríos […] asimismo se trata de la misma persona que vi en la televisión como la francesa secuestradora»”.

En tanto, Isabel Miranda de Wallace, opositora a que sea liberada Cassez, ha advertido que acudirá a instancias internacionales si la Corte ordena absolver a Cassez.

“El debido proceso —dijo— tiene que ver con la oportunidad que tú tienes de defenderte, con que sea apegado a derecho, por eso es que nosotros afirmamos categóricamente que no hubo violación al debido proceso. Estamos en contra de que haya violaciones.”

Los tres votos necesarios

Para Ana Laura Magaloni, directora de la División de Estudios Jurídicos del Centro de Investigación y Docencia Económicas, el proyecto de la ministra Sánchez Cordero contará con los tres votos que requiere y el Tribunal Unitario dictará una nueva sentencia que, inevitablemente, sería absolutoria.

“El nuevo proyecto —dice— recoge algunas de las inquietudes de sus colegas que se discutieron la primera vez. Creo que éste es un proyecto que sí va a tener la mayoría que requiere para resolver el caso. Hay que recordar que el proyecto del ministro Zaldívar planteaba la inmediata liberación por la contaminación que había tenido la investigación, sobre todo por el montaje mediático.”

¿Tiene posibilidades reales el proyecto de la ministra Sánchez Cordero?

La ministra sigue considerando que la evidencia quedó viciada por el show televisivo, además de que los testimonios se están considerando que no tienen valor probatorio porque son altamente inconsistentes. Si estos tres testimonios se prueba que son ilícitos y que no pueden formar parte del expediente, lo que va a suceder es que lo van enviar al Tribunal Unitario para que dicte una nueva sentencia. Todo el mundo apuesta a que ya no sea condenatoria. Este proyecto es una forma distinta de llegar al mismo resultado que el que planteaba Zaldívar: la Corte no libera, la Corte invalida determinadas pruebas y el Tribunal Unitario decide. Me parece que tiene mayor probabilidad que otros ministros que no se sumaron al proyecto de Zaldívar lo hagan en esta segunda ocasión. Es lo que creo que será el caso del ministro José Ramón Cossío que se pronunció por un amparo con efectos, y de Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, que no conocemos sus posiciones jurisdiccionales, pero creo que va a estar a favor del proyecto de Olga. Con esos tres votos el proyecto caminaría en la dirección correcta.

 

La complejidad del caso

¿Cuál es el escenario en caso de que el proyecto no alcance mayoría?

Se discute el caso en el Pleno de la Corte. Ahí creo que Cassez tiene mucho menos posibilidades de ganar el caso. Esperemos que la primera sala se ponga de acuerdo.

Como estudiosa del expediente, ¿cuáles son los principales vicios que usted detecta en este polémico asunto?

Es complicado el caso. Cuando haces un montaje mediático y sales en el Canal de las Estrellas, en el noticiero de la mañana, igual en TV Azteca, la capacidad que tiene el juez para formarse un criterio propio con respecto a la probabilidad de inocencia se reduce. Si están pasando imágenes de que esta mujer es una secuestradora, el juez tiene mucho menos imparcialidad sobre el asunto. Este es un gran vicio.

El segundo, y me parece que se repite con enorme frecuencia en el sistema penal mexicano, es la calidad de los testimonios. Cuando le preguntan a las víctimas recién rescatadas si reconocían a Cassez dijeron que no. Dos de los tres dijeron que no. Y el tercero, 60 días después de que hay un escándalo mediático por la actuación de la AFI, vuelve a tomar su declaración y dice que sí la reconoce. La capacidad de inducir testimonios es altísima. En cualquier estudio sobre víctimas observamos que la posibilidad de que las víctimas se confundan es considerable. Entonces, no hay certeza de que esos testimonios fueron espontáneos porque surgieron justo después de que Genaro García Luna y toda la investigación se puso en entredicho. Esto hace que, por lo menos para un juez sensato, estos testimonios pierdan validez porque no sabe si fue por la presión mediática o si las víctimas se formaron su juicio a partir de los medios de comunicación o fueron inducidos por parte de la policía investigadora.

El tercer vicio es el tiempo de detención. Si uno permanece en manos de la policía por mucho tiempo es ilegal. La Constitución dice que se tiene que poner a disposición inmediatamente del Ministerio Público sin demoras. Cassez dice que pasó 24 horas incomunicada. La policía reconoce que la retuvo cinco horas. Esas horas que estuvo Cassez sujeta a la policía es un tiempo muy delicado. Es un momento de limbo porque no están corriendo las 48 horas del Ministerio Público, ni una averiguación previa. En ese tiempo se realiza el show mediático y sucede esta historia que conocemos.

Rendición de cuentas

¿Hay exfuncionarios del gobierno de Felipe Calderón responsables y que no han rendido cuentas, como García Luna?

García Luna tomó este caso demasiado personal. El tipo de conductas que se cometieron en el caso Cassez es una forma de operar del sistema. Igual el expresidente Calderón se tomó personal este asunto.

Lo que está en juego no es la rendición de cuentas por parte de García Luna o del expresidente, más bien lo que está en juego es la capacidad de los ministros para hacer valer los derechos de la francesa, hacer valer y proteger a las personas de las arbitrariedades de la policía y del Ministerio Público. Eso es lo central.

Es muy delicado personalizar porque lo que se está debatiendo está mucho más allá que el caso Cassez, estamos debatiendo hasta qué punto los ciudadanos tenemos capacidad de protegernos ante una actuación policial arbitraria.

No podemos soslayar el tinte político y el conflicto bilateral con Francia…

Fue muy lamentable. Es una muestra que el expresidente Calderón sí se lo tomó muy personal y creo que confundió las cosas. Tener un problema diplomático por no obedecer o vincularnos con un tratado suscrito, sí me parece lamentable. Ese error diplomático, al presidente Enrique Peña Nieto no le interesa continuarlo. Y que lo resuelvan los tribunales porque realmente México quedó muy mal ante la Comunidad Europea. Este tipo de violaciones que sufrió Cassez en otro país sería un verdadero escándalo; así no puede funcionar la policía.

Parecemos un país muy subdesarrollado cuando nos toma siete años que esas violaciones tengan consecuencias legales dentro del juicio. México no cumplió con el Tratado de Estrasburgo, el presidente defendió mediáticamente el caso sin respetar la independencia de los jueces. No se ve nada bien ni adentro ni fuera del país.

¿Cuáles son las lecciones que nos dejará este episodio?

El caso Cassez es uno de tantos casos de nuestra justicia penal que nos vuelve a poner una radiografía de todas las debilidades que tiene nuestro sistema de persecución criminal. El hecho de que el caso se discuta en la Corte y la opinión pública esté debatiendo este tema, como el debido proceso, es importante. Todavía nos falta mucho pero esto se está discutiendo. Tengo esa sensación de que vamos caminando despacio, pero ahí vamos.

Se han dado debates de este calibre en la Corte y espero que vaya permeando con mayor fuerza en la actividad de los jueces de abajo. Lo que no me parece es que se tenga que llegar hasta la Corte para que hagas valer tus derechos y que no se haga en las primeras instancias.