Entrevista a Federico Urruchúa/Expresidente de la Asociación del Servicio Exterior Mexicano
Moisés Castillo
Un enfoque económico reinará en la diplomacia mexicana. Queda claro que el presidente Enrique Peña Nieto al nombrar a José Antonio Meade como secretario de Relaciones Exteriores, privilegiará las relaciones comerciales y la atracción de inversión extranjera directa. El exsecretario de Hacienda ha instruido a embajadores y cónsules para que la política exterior sea el motor del desarrollo nacional.
Sin embargo, en la reunión con el cuerpo diplomático que representa a México en el mundo, no se escucharon los cómos. Se habló de cinco ejes centrales con los que caminará la política exterior.
México en paz: identificar las mejores prácticas en los ámbitos del fortalecimiento de instituciones y de promoción de la paz y la justicia.
México incluyente: trabajar para que la nueva agenda de desarrollo global sea un instrumento de cambio y de progreso.
México con educación de calidad: promover el diálogo con instancias internacionales con mayor conocimiento y experiencia en materia educativa.
México próspero: ampliar y profundizar los vínculos con el exterior.
México con responsabilidad global: la labor diplomática acompaña la gestión de gobierno en su totalidad.
Ante la herencia violenta que dejó Felipe Calderón, el presidente Peña Nieto exigió a diplomáticos difundir lo mejor de México.
“Ser embajador o cónsul de México siempre, estoy seguro, ha sido un enorme privilegio, pero en este gran momento que está viviendo nuestro país es y debe ser, creo yo, una gran oportunidad de vida, un privilegio de vida, el poder representar a México ante distintos países, para posicionar a México, para hablar bien de México, para que en su testimonio, en su voz, en experiencia que comparta en esas latitudes, se revalide y se reposicione México como la gran nación que es”.
Asimismo, el canciller Meade señaló que México debe ser paradigma de estabilidad, solidaridad, respeto a los derechos humanos y al derecho internacional.
Oportunidad de intercambios benéficos
“Tenemos una enorme tarea que realizar para proyectar nuestros logros y fortalezas, las buenas noticias que nuestro país puede dar y da día con día.”
“Sólo así podremos presentar a México ante el mundo como lo que realmente es: una nación con un extraordinario legado cultural, con una sociedad pujante, democrática y plural, con una economía en plena expansión que presenta oportunidades para intercambios mutuamente benéficos.”
Un tema arrinconado fue la cultura. Para Rafael Tovar y de Teresa, titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), la cultura es un elemento fundamental de la política exterior mexicana.
“Los qués en la cultura siguen siendo los mismos: la preservación del patrimonio cultural, los estímulos a la creación intelectual y artística, la educación artística, investigación cultural, el fomento a la lectura, los medios de comunicación e industrias creativas y la difusión cultural y artística… Lo que cambia son los cómos y los porqués, y hablo de la necesidad de fortalecer y rediseñar algunos de los elementos tradicionales de la orientación de la tarea cultural.”
Un sector importante como la Asociación del Servicio Exterior Mexicano urgió a reformar la diplomacia mexicana y lamentó el amiguismo que existe en el cuerpo diplomático. Quizá se refiera a que las decisiones políticas pesan más en los nombramientos, como la ratificación de Eduardo Medina Mora como embajador de México en Estados Unidos. La excanciller Patricia Espinosa fue criticada, entre otras cosas, por descuidar el Servicio Exterior Mexicano (SEM).
La Secretaría de Hacienda tiene autorizadas mil 430 plazas y el SEM solicita ahora para cumplir con la nueva política exterior con por lo menos 700 plazas nuevas en los próximos años.
Para Federico Urruchúa, expresidente de la Asociación del Servicio Exterior Mexicano y con más de 40 años en la diplomacia, los últimos 12 años el Ejecutivo federal despreció el Servicio Exterior Mexicano y espera que con el nuevo gobierno de Enrique Peña Nieto se revalore el trabajo diplomático.
“Ahora nos da gusto que ya el presidente y el canciller están al tanto de esta problemática. El hecho de que Carlos de Icaza, subsecretario de Relaciones Exteriores, sea un distinguido miembro de carrera nos abre las esperanzas de que se aborde adecuadamente esta situación.”
Fortalecer el Servicio Exterior
¿Qué le parecen los puntos que presentó Enrique Peña Nieto con respecto a la “nueva” política exterior?
No soy ninguna autoridad para juzgar las propuestas del Ejecutivo federal. Los miembro de carrera del Servicio Exterior somos totalmente apartidistas, nosotros servimos a México. Desde un punto de vista personal y como miembro retirado del Servicio Exterior, creo que la propuesta del presidente es excelente y sobre todo lo que ha externado el secretario de que es necesario fortalecer la institución ya que el número y tamaño actual no es suficiente. Se está abordando de una manera notable.
¿Esto no se puede interpretar como más “burocracia”…?
La Asociación del Servicio Exterior Mexicano desde hace 12 años ha insistido en que el número de miembros del servicio exterior de carrera es insuficiente para cubrir todas las responsabilidades que México tiene en el ámbito internacional. Somos mil 150 miembros para atender más de 150 representaciones, más los puestos en México. No se pueden hacer rotaciones, hay embajadas que sólo tienen dos miembros. Nadie se puede enfermar porque la normatividad exige que deben estar tres firmas de miembros de carrera del Servicio Exterior para manejar las cuentas de la embajada. Pero sobre todo, hay una frustración de jóvenes que no pueden ascender. Se ven bloqueadas las plazas superiores, no hay movilidad. Entonces hay jóvenes que, como en cualquier carrera, quieren llegar al tope máximo, no todos tenemos la suerte o capacidades para hacerlo, pero muchos de ellos sí tienen cualidades y esta falta de plazas se ha visto con desánimo. Nos da gusto ver que se perciba esta problemática por parte del Ejecutivo federal y esperemos que las demás esferas puedan contribuir a lo que le conviene a México. Por ejemplo, hay servicios exteriores, como en Brasil, que tienen arriba de siete mil miembros de servicio de carrera. Somos menos hoy que en 1980.
¿Cómo calificaría la política exterior de los gobiernos panistas?
Tratamos de no meternos en el campo partidista por propia formación. Creemos, como los libros de Daniel Cosío Villegas, que cada mandatario tiene su estilo personal de gobernar, hace énfasis en los temas que le interesan. En el ámbito internacional se mantuvieron algunas líneas fundamentales, como lo señala la Constitución. La diplomacia significa que nosotros somos los encargados de implementar la política exterior de cada administración y, por lo tanto, nos alineamos. Pero sí nos percatamos de que no hubo interés del panismo en el Servicio Exterior.
Diversificar mercados
¿Qué le parece este enfoque económico que tratará de impulsar la administración de Peña Nieto?
La coyuntura que actualmente vive México es idónea para que se haga un esfuerzo mayor en diversificar los mercados. El actual esquema de importaciones-exportaciones está totalmente enfocado hacia el norte y tenemos muchísimos tratados bilaterales de libre comercio que no han sido debidamente explotados. Todo esto se refiere y tiene que ver con el número de miembros que puedan atender estas facetas. No te puedes imaginar en un consulado mexicano en Estados Unidos todas las detenciones diarias que hay de compatriotas, se les visita para ayudarlos. Imagínate cuántas personas requieres si fueras representante extranjero en México y te toca ir al reclusorio norte y luego al sur. Si tienes esas limitantes, es difícil cumplir con objetivos.
¿Existe alguna propuesta puntual para que se abran plazas diplomáticas?
Se han hecho varios estudios y hay embajadas que tienen un número más grande de integrantes que otras. Pero es lógico, por el peso político que se le imprime a ciertos países. Considero que aun la embajada más pequeña o el consulado más modesto no debe tener menos de cinco miembros para atender cuestiones administrativas, políticas, inversión, culturales. Somos los ojos y oídos de México en el exterior. La cara de México ante el mundo.
¿Qué le pareció la ratificación de Eduardo Medina Mora como embajador de México en Estados Unidos?
Se cumplió con el requisito y el Senado de la República hizo su trabajo. Creo que tiene una misión importante y estaremos expectantes de las acciones que se implementen en esta importante relación que tiene nuestra diplomacia en Estados Unidos.
Con todo su experiencia en el ámbito diplomático, ¿cuáles son los principales retos de la política exterior mexicana?
En primer lugar tenemos que incrementar nuestra representatividad en el exterior. Tenemos zonas que atendemos poco, hemos tenido una política errática en la clausura y apertura de embajadas, esto acarrea una mala imagen. En lugar de ayudar a México, lo perjudica. Crea un sinsabor, una desilusión en el país sede. Casos como en Africa, un continente que no está debidamente atendido; Asia se ha mantenido, pero no como se debe. Yo estuve en Vietnam, fui el primer embajador después de casi 22 años de que se había abierto por primera vez la embajada. Ningún canciller ha puesto pie por allá. Es un país interesante en el que podemos aprovechar experiencias de crecimiento sostenido por más de 30 años arriba del 7 y 8 por ciento.


