Entrevista a Sofío Ramírez/Senador del PRD por Guerrero

Irma Ortiz

Luego de que integrantes de los grupos de autodefensa de Ayutla, Teconoapa y parte de La Montaña, en Guerrero, entregaran a autoridades estatales a personas acusadas de estar vinculadas con el crimen organizado, el líder de los diputados priistas Manlio Fabio Beltrones encendió la mecha al expresar su preocupación por el crecimiento de estos grupos.

Dijo que ninguna autoridad debe refugiarse en las guardias comunitarias para no atender su responsabilidad de “brindar seguridad a los ciudadanos” y que deberían replantear el funcionamiento de sus gobiernos. Su declaración fue respaldada por el titular de la CNDH, Raúl Plascencia, quien calificó de ilegales a estos grupos.

Ángel Aguirre Rivero, gobernador por Guerrero, acusó el golpe y respondió que la declaración de Beltrones era una expresión de su “vocación represora”; que se había quedado anclado en el pasado y que se debería preocupar mejor por otorgar recursos a esas entidades.

El líder de los diputados priistas contraatacó, y dijo que primero se enteraría si el gobernador “estaba sobrio” al momento de hacer esas declaraciones.

Tuvo que intervenir el presidente Enrique Peña Nieto, quien aseveró que las divergencias que surjan entre los actores políticos deber resolverse a través del diálogo y la prudencia, al tiempo que la Conago se pronunció en contra de la legalización de los grupos de autodefensa.

El legislador aceptó visitar Guerrero y el gobernador se retractó de haber tachado de represor a Beltrones, con lo que se dio por cerrada la polémica.

Lo cierto es que día a día crecen los grupos de autodefensa por todo el país. Sobre el tema, Siempre! platicó con el senador perredista por Guerrero, Sofío Ramírez, quien se pronunció por una reforma constitucional para dar certeza jurídica a la policía comunitaria.

¿Por qué en Guerrero ha crecido el fenómeno de las policías comunitarias?

Son figuras que tienen sustento legal en la ley 701, están plenamente reconocidas en el estado de Guerrero, no son figuras de coadyuvancia en materia de seguridad, aislada de las instituciones. Preferimos ver a los ciudadanos portando el uniforme de una institución, coadyuvando en materia de seguridad pública, a verlos vestidos de guerrilleros o con rostros encapuchados; por eso es que ante los movimientos sociales presentados recientemente, donde aparecieron grupos armados con el rostro cubierto, el gobernador de manera pública los invitó a entrar al formato de las instituciones a través de la policía comunitaria.

Ciudadanos con autoridad moral

La policía comunitaria es una figura que tiene su origen en lo más profundo del corazón del pueblo, son designados de manera abierta, transparente, por la asamblea del pueblo, no hay policía comunitario que lo designe el presidente municipal, el secretario de Seguridad Pública o el síndico, ni siquiera el propio gobernador. Para ser policía comunitario tiene que ser un ciudadano con plena autoridad moral y sobre todo con una solvencia ciudadana que genere confianza, eso nos permite tener una estructura más cercana a la gente.

Además de eso, la policía comunitaria ha existido desde hace siglos, los pueblos originarios siempre nos hemos regido por usos y costumbres. Soy hijo de padres comunitarios que han dado servicio; mi padre fue comandante de la policía comunitaria, crecí en el seno de una familia que ha contribuido a la participación, a la organización de los pueblos, que tienen sustento en el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, donde hay una referencia en el reconocimiento a los usos y a las costumbres, sin descuidar la unidad nacional.

El propio artículo segundo constitucional reconoce la organización, la autonomía para organizarse de los pueblos originarios, de los pueblos indígenas, por eso vamos a presentar en días próximos una iniciativa de reforma constitucional donde queremos transportar las experiencias exitosas de la policía comunitaria en Guerrero a una policía que pueda coadyuvar en el país, con el reconocimiento del Estado mexicano y pueda tener a nivel federal una personalidad jurídica, patrimonio propio y los recursos materiales de operación, para desarrollar una tarea tan noble.

Los policías comunitarios dan un servicio sin nada a cambio más que la vocación, el sentido de solidaridad y pertenencia que tienen con su gente. Tengo confianza en que esta iniciativa constitucional pueda ser analizada y debatida, queremos demostrarle al pueblo mexicano, desde Guerrero, que la policía comunitaria puede ser un modelo para la prevención de los delitos y la disminución de los índices de violencia que se han presentado.

También la policía comunitaria es un referente de reintegración social pues tienen una figura llamada de reeducación comunitaria, y así quien comente un delito en función de la Nación de la Asamblea —delitos menores—, los ponen a hacer trabajos comunitarios como forma de reintegración a la sociedad.

Buscamos reconocimiento

El diputado Manlio Fabio Beltrones ha señalado que la policía comunitaria representa un fracaso para los gobiernos porque significa renunciar a una obligación, como es la seguridad.

La policía comunitaria no es una organización directamente emergida en sociedad individual, las comisarías municipales son las autoridades más cercanas al pueblo; no son una figura social propiamente, es una autoridad que surge del pueblo, por eso queremos su reconocimiento. Las policías comunitarias surgen, sí, de una asamblea, pero avalada por la comisaría municipal, un órgano auxiliar, administrativo, es la autoridad más inmediata de los ayuntamientos y por eso debemos de impulsar y encausar aquellos movimientos que han surgido de grupos armados en otros estados de la república para que retomen el modelo que tenemos en Guerrero de la policía comunitaria.

Le doy más datos: en Guerrero, en 1995, se creó la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias, la CRAC, donde los policías comunitarios de cada localidad se reorganizaron e hicieron una coordinación regional,  en esos momentos cuando todo era cuestionado, satanizado, entonces perseguido, el gobernador Ángel Aguirre, siendo gobernador constitucional en 1997, les entregó uniformes, como un reconocimiento del Estado a una organización comunitaria.

Tuvo muchos cuestionamientos, pero se coadyuvó a la prevención de los delitos, hoy la CRAC, en sí la policía comunitaria, tiene sus propios protocolos; están capacitados, tienen un procedimiento en primeros auxilios; capacitación en materia de derechos humanos y traen la opinión más sabia del pueblo, que es la Asamblea de los ciudadanos y de los principales.

Hace muchos años, en las comunidades indígenas en mi propia tierra, se acostumbraba el tequio, lo que Carlos Salinas de Gortari a través de Carlos Rojas Gutiérrez impulsaron con Solidaridad, el tequio. Hoy encontramos comunidades donde vemos a un ciudadano que trabaja en la construcción de la barda de la iglesia o da mantenimiento al zócalo. Son ciudadanos que cometieron algún tipo de delito y la Asamblea les dice: ya no hagas cosas malas, porque te vamos a tener aquí trabajando delante de toda la gente.

Respecto a las opiniones del diputado Manlio Fabio, no aceptamos sus declaraciones. Más allá de los protagonismos, mas allá de lo que representen los intereses personales, primero debe de estar el interés de ayudar a este país; Guerrero no es Sonora, donde él fue gobernador. En Guerrero se gobierna en medio de la pobreza, se vive con la pobreza y se muere en la pobreza, por eso más que criticar la noble labor de la policía comunitaria, debería de preocuparse más de que la Cámara de Diputados le asigne más recursos a los estados de mayor rezago de este país: Guerrero, Oaxaca, Chiapas. Tenemos que lograr esa reconversión social.

Ya no queremos dos Méxicos, el México de los estados del norte de donde es originario el diputado Manlio Fabio, y el México de los estados del sur, con grandes riquezas naturales y con un gran capital humano, pero con una espantosa marginación y olvido.

Conocemos la pobreza porque ahí nacimos

Ahí tenemos Metlatónoc, yo soy originario de la región de La Montaña, y a nosotros no nos platican de la pobreza, la conocemos porque ahí nacimos. No tuve la oportunidad de hacer tareas con lo que te da la energía eléctrica, lo hicimos con candiles, hasta con quemazones y estoy plenamente convencido de que este país tiene que cambiar.

Son embargo, la policía comunitaria puede dar pie a situaciones de ingobernabilidad y creación de grupos paramilitares.

No existe ni la mas mínima posibilidad, ni la mínima circunstancia de riesgo, porque son cosas completamente diferentes. Policía comunitaria significa policía, pueblo, policía que te designa la asamblea; policía municipal significa ser policía que te nombra el presidente municipal, policía estatal significa ser policía que fue a buscar trabajo y te nombra el secretario de Seguridad Pública o el Consejo Técnico de Seguridad Pública. Policía federal es un espacio donde en algún momento de nuestra vida fuimos a buscar trabajo y lo vemos como una necesidad de ingreso, y no vocación de servicio.

En las comunidades ejidales, cuando el joven se casa, lo primero que hace es ir a la autoridad ejidal y pedir que le regalen un espacio de tierra para que pueda construir su casa y viva con su nueva familia; la asamblea le dona el terreno, pero también el ciudadano contribuye a los servicios que requiera la comunidad, por citarle un ejemplo. Hay un concepto de solidaridad, hay un hermanamiento en la defensa de su territorio de cuidar su propio patrimonio, pero además de eso, la deportación de muchos paisanos que se fueron a Estados Unidos y que regresan sin empleo y con otras costumbres ha venido también a generar una desintegración social.

Realidad que lastima

Ahí está la policía comunitaria precisamente para esos procesos de reeducación comunitaria. Los pueblos vivimos una gran realidad que lastima; tenemos desintegración familiar porque los padres, buscando la vida para tener ingresos, se van a Estados Unidos, y si les va bien, mandan dinero y tienen una casa de dos pisos, que antes era de palma o de bajareque. Sí, nada más que no tienen al papá, porque éste ya no regresa y los niños crecen sin la figura paterna, sin el concepto integral de una familia.

¿Posibilidades de que la iniciativa prospere?

Vamos a impulsar los acuerdos que correspondan, explicar las bondades de la policía comunitaria, que no la estigmaticemos de que son grupos paramilitares. Son figuras de coadyuvancia en materia de seguridad pública en el marco de las instituciones, sin estigmas, porque a diferencia de un policía federal o estatal, que los designa una persona o un consejo técnico de 10 personas, al policía comunitario lo designa la asamblea de 20, 30, 50, 200 o 300 ciudadanos en función del número de habitantes de la población, sin percibir un peso.

Por vocación de servicio.

Por eso lastiman las declaraciones de Manlio Fabio. Mientras los policías comunitarios dan un servicio a la comunidad, a la población, el diputado federal da un servicio a México, con las grandes oportunidades que ha tenido en su vida política, con la única diferencia de que él sí cobra, mientras los policías comunitarios, no.

Es injusto que luego de que no cobran se les esté satanizando, y que son la antesala de las expresiones paramilitares. Este país tiene que entrar en las reformas que requiera, y que el tema de seguridad pública ya no sea una responsabilidad directa de las instituciones, que coparticipe también el pueblo a través de sus asambleas. Los policías comunitarios son policías de su propio territorio, usted no va a ver un policía comunitario de la localidad de El Zapote, dando su servicio en La Concordia porque no lleva el blindaje de los controles de confianza, porque no lo conocen. Se es policía comunitario en tu territorio, en tu localidad. Vamos a seguir promoviendo las policías comunitarias, con las adecuaciones y las reformas que sean necesarias, porque todo es perfectible, para que pueda ser un modelo para el pueblo de México, en la coadyuvancia y en la prevención de los delitos.