Lo más importante y complejo está por venir
Teodoro Barajas Rodríguez
Cien días del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, los nostálgicos parecen anclarse en el pretérito del partido monolítico, concentrador de iniciativas dirigido de facto por un solo hombre, otros buscan la modernización porque el pasado es referente, pero sólo eso.
No se debe reproducir el esquema, estilo con toda pompa y circunstancia de aquellos años no tan lejanos porque México es otro, las circunstancias muy diferentes, los problemas que se padecen brotan en la posmodernidad inscribiéndose como amenazas reales contra la gobernabilidad.
No es de extrañar que el PAN y el PRD digan reprobar los primeros cien días del gobierno de Peña Nieto, en principio son oposición, ambas organizaciones políticas firmaron el acuerdo por México convocado desde la Presidencia de la República, lo que les valió a los respectivos dirigentes para ser calificados como entreguistas por las voces internas. Entonces la desaprobación no significa más que curarse en salud.
Es muy temprano para hacer un diagnóstico con rigor de la administración priista de Peña Nieto, el PRD y el PAN no se han distinguido por hacer buenos gobiernos, han sido lo suficientemente deficientes que en plazas en las que reflejaron hegemonía fueron vencidos, como Michoacán y Jalisco.
La inseguridad continúa como un problema mayor, las denominadas guardias comunitarias en Michoacán son una muestra palpable, la ejecución en Jalisco de quien fuera el secretario de Turismo es otra manifestación cruda de los índices delictivos.
La herencia de los gobiernos panistas salta a la vista, las consecuencias de una desarticulada guerra contra el narcotráfico generaron secuelas que se han convertido en calvario cotidiano, los indicadores son fríos pero con bases.
Es deseable un PRI a la altura de las circunstancias, que aprenda a competir con equidad y no uno que sugiera el retorno de la maquinaria recargada que terminaría por asfixiar nuestra débil democracia. Es conveniente un PRI situado en la perspectiva del futuro y no sólo procesar las coyunturas porque éstas resultan efímeras.
La detención de Elba Esther Gordillo Morales generó bonos a favor del gobierno de Peña Nieto, aunque si el IVA se incrementa seguro le generará un desgaste temprano, qué decir de los debates esperados al intentar abrir la puerta a la inversión privada a los hidrocarburos porque se trata de un tema elevado a la categoría de dogma en principio por el propio PRI, uno de sus gobiernos expropió el petróleo en 1938.
Cien días de un gobierno que en algunos casos convocó al gabinete a políticos con oficio y trayectoria, más allá de los afectos personales, es decir, el diseño es opuesto al de Felipe Calderón que honró la amistad a través de la nómina.
Insisto en que aún es prematuro calificar objetivamente la gestión del presidente Peña Nieto, la oposición cuestiona porque su propia inercia lo lleva a expresarlo, caso contrario pasaría a ser un ente descafeinado. Lo más importante y complejo está por venir.
