Entre lo que se piensa, se dice y se hace

 

La autoridad moral no proviene de una credencial de diputado,

de una gorra o un garrote de policía,

sino de la congruencia entre lo que se dice y se hace;

ésos son los líderes morales de la comunidad.

Manuel J. Clouthier

 

 

Carlos Alberto Pérez Cuevas

Si ser diputado local de una entidad federativa constituye un alto honor de servicio a la comunidad, ser un representante emanado del Partido Acción Nacional es, además de esto, una alta responsabilidad por ser parte de un instituto político de doctrina centro humanista; es decir una institución que sitúa a la persona en el centro de todas sus decisiones y acciones.

Ser diputado local de Acción Nacional obliga a ser distinto y distinguible; lo que se logra siendo congruente entre lo que se piensa, dice y se hace; siendo congruente en la vida pública y privada; respetando la palabra dada y los acuerdos generados, viendo a los actores políticos de otros institutos como adversarios, nunca como enemigos; buscando construir lo que el país y sus estados necesitan con base en las coincidencias y dejando claras las diferencias, anteponiendo siempre el interés colectivo sobre el particular o de grupo, así debe ser siempre el legislador de acción nacional; aunque ello implique sacrificios y renuncia.

Han pasado 66 años desde que el PAN logró tener su primer diputado local, fue el doctor Alfonso Hernández Sánchez, quien en 1947 compitió en el distrito local de Zamora, Michoacán, y ganó; a partir de ahí los triunfos de más legisladores generaron voces fuertes que se hicieron y hacen escuchar en el debate parlamentario y en la creación de leyes.

Una vez que los legisladores locales del PAN tuvieron presencia significativa en las entidades federativas, hubo la necesidad de hacer trabajos conjuntos, y es así como el 2 de agosto de 1980 se da la primera reunión nacional de diputados en la ciudad de México; y es hasta dos años más tarde el 15 de abril de 1982 cuando se da el primer encuentro nacional de manera formal y se elige al diputado poblano Juan José Medrano Castillo como el primer coordinador nacional de los legisladores de Acción Nacional.

Más tarde correspondió a otros panistas destacados coordinar a nivel nacional los esfuerzos de las bancadas locales: Salvador Landa Hernández, de Baja California Sur, en 1985; Álvaro Elías Loredo, de San Luis Potosí, en 1987; Gabriel Jiménez Remus, de Jalisco, en 1989; Sergio Rueda Montoya, de Jalisco, en 1992; José González Morfín, de Michoacán, en 1993; Juan Miguel Alcántara Soria, de Guanajuato, en 1995; Luis Roberto Lotiza Garzón, de Sinaloa, en 1997; Lidia Madero García, de Tamaulipas, en 1999; Gabriela Gutiérrez Arce, del Distrito Federal, en 2000; Fernando Palma Gómez, de Chihuahua, en 2005; Cesar Jáuregui Robles, de Chihuahua, en 2007; Juan Alfonso Mejía López, de Sinaloa, en 2009; Laura Angélica Rojas Hernández, del Estado de México, en 2009; y actualmente como mexiquense, a partir de 2012, tengo el privilegio de ser el coordinador nacional.

Esto viene a colación porque el 28 de febrero, 1 y 2 de marzo nos reunimos en el 43 encuentro nacional de diputados locales en la ciudad de Puebla; de esto seguiremos hablando en la próxima columna.