Jaime Septién
Desde ahora vaya usted familiarizándose con las iniciales TDT que corresponden a Televisión Digital Terrestre, el sistema de televisión que en breve substituirá en México a la televisión analógica, ésa que le llega a millones de hogares a través de antenas aéreas o de las llamada “antenas de conejo”. Esos adminículos, como de la Colonia, se cambiarán por antenas y/o por decodificadores digitales para lograr meter al país en la era de las comunicaciones digitales.
Es el ya famoso “apagón analógico” encabezado por la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) y que comienza este mes de marzo en Tijuana con la instalación de cerca de veinte mil dispositivos. El mandato del organismo federal a la empresa que está realizando la substitución es que, al menos, cuatrocientos treinta mil telehogares de Tijuana cuenten con el nuevo dispositivo a fines de abril. Y para 2013, según Cofetel, se prevé apagar dos millones 224 mil 274 telehogares en las ciudades de Monterrey, Ciudad Juárez, Mexicali, Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros. Siempre de acuerdo a Cofetel, en noviembre de 2014 iniciarán las pruebas de transición a la TDT en las ciudades de México y Guadalajara. En 2013 se apagará, pues, el norte; en 2014 el centro y en 2015, último año fijado por la administración de Calderón, el resto del país.
¿Qué “novedades” atrae el servicio de TDT para que el gobierno federal lo subsidie con un gasto promedio de sesenta dólares por hogar; algo así como dieciocho mil millones de pesos al finalizar el proceso? La TDT mejora la calidad de imagen, mejora el sonido, aumenta sensiblemente la oferta de canales y, sobre todo, aumenta la oferta de servicios, propiciando que la pantalla del televisor y el mando a distancia se conviertan en un centro interactivo para el usuario.
La convergencia digital, de la cual ya muchos hogares gozan, será posible para el grueso de la población mexicana, que es de recursos limitados y que todavía “adorna” sus azoteas con las antenas analógicas, o pasa media hora moviéndole a la “antena de conejo” para que se vean los jugadores del partido de futbol en lugar de nieve cayendo en el Azteca. Serán casi veinte millones de hogares los que podrán recibir el subsidio federal, debido a que sólo el 15.8 por ciento de los hogares tienen receptores digitales, según datos recabados por el INEGI hasta el año de 2011.
El reto tecnológico es importante, pero más aún lo será el educativo. ¿TDT para qué? Se supondría que para incorporar a más de la mitad de la población del país a la era digital. Pero uno nunca sabe qué intereses puedan andar rondando tras del subsidio. La historia del contubernio entre el gobierno y los potentados del país, nos autoriza a pensar que se trata de los mismos que ahora dominan el mercado audiovisual.


