Gonzalo Valdés Medellín

Una obra que rastrea en los signos y contenidos propios del folclore y la identidad del mexicano es lo que la Compañía de Teatro Itinerante “La Dueños” propone con la pieza de teatro Familia Panduro, estrenada en 2010 y que, amén de haber tenido temporadas regulares en la Ciudad de México, con presentaciones esporádicas en diferentes recintos, representó a México en las ciudades de Sao Paulo, Barra Mansa, Río de Janeiro y Niteroi, Brasil, gracias al apoyo del Programa de Apoyo a Proyectos y Coinversio­nes Culturales del FONCA, en su edición 2012-2013. Enfocada a un público diverso y plural, esta agrupación considera que ha conseguido el objetivo para el que fue creado el espectáculo: Ser una pieza de teatro accesible a todos los públicos que reconocen la vena latina y la idiosincrasia del pueblo mexicano, en la colorida y animada historia de la Familia Panduro que, a partir de la creación colectiva, propone una ágil comedia que llega a ser una carcajada constante gracias a su paródica interpretación de una boda, entremezclando elementos que reflejan el acontecer de una gran ciudad, como puede ser el Distrito Federal. Y, a pesar de su humor desbordado, Familia Panduro expone un punto de vista crítico, al referir la boda de Pepe Panduro y La Gladiola, convocando en la capital al “evento del año”. La Familia Panduro invita a todo mundo, y así, los del norte (los pudientes) y los del sur (los no tan pudientes) se encontrarán en la ceremonia religiosa y posteriormente en el salón de fiestas, donde comenzarán los dimes y diretes, los trompicones y tropezones. A través del canto vernáculo y bailes regionales, apoyado todo por un colorido vestuario, y buenas actuaciones, entre las que se destaca la de Juan Carlos Sáenz, Familia Panduro activa un gran sentido del humor; muchas risas son la mezcla perfecta de este único y divertido encuentro entre la tradición mexicana y su folclore, a partir de personajes que no son más que el reflejo de una cómica realidad nacional sellada por la ironía. Familia Panduro es un espectáculo gozoso y jocoso, de loables dimensiones en su composición escénica. Un teatro de carácter popular bien organizado y perfectamente enclavado en el corazón del pueblo mexicano que se reconoce, en este vistoso montaje, en personajes de notable frescura y dinamismo creativo, recorriendo foros populares e independientes del Distrito Federal.