Hay timonel

 

 

 

Ningún gobierno se sostiene sin el principio del temor y del deber.

Los buenos obedecen al deber, los  malos sólo al temor.

Thomas Jefferson

 

 

José Fonseca

La consignación de la dirigente magisterial Elba Esther Gordillo por presunta desviación de fondos sindicales ha provocado reacciones distintas en los sectores de la opinión informada e ilustrada.

Una reacción de las opiniones informada e ilustrada ha sido retomar el discurso de la regresión del viejo PRI y los análisis sobre el corporativismo priista, sin darle contexto histórico al corporativismo.

Nadie dice, por ejemplo, que las organizaciones campesinas y obreras fueron fortalecidas por el general Lázaro Cárdenas para así resistir a los generales que le disputaban el poder. Ese corporativismo facilitó que, seis años después de que el general Cárdenas dejara la Presidencia, llegaran al poder los civiles, civiles que desde entonces son quienes tienen el mando de las fuerzas armadas.

Se habla de la defenestración de la profesora Gordillo como si fuera una voluntariosa acción presidencial y no una operación política enérgica que no fueron capaces de emprender los dos presidentes panistas.

No importa cómo termine el proceso de la lideresa magisterial, se habrá ratificado la autoridad del presidente de la república,  a la vez que se mantiene la estabilidad del sindicato,  sin la cual sería difícil, muy difícil, aterrizar el proyecto de reformas a la educación nacional.

Para la mayoría de los ciudadanos, ajenos a las reflexiones y disquisiciones ilustradas, el presidente Peña Nieto ha recuperado el respeto para la institución presidencial,  respeto que nunca debió perderse, porque constitucionalmente en dicha institución se deposita no sólo el Poder Ejecutivo, sino también la Jefatura del Estado Mexicano.

Algunos afirman que el desgaste presidencial ha comenzado. Se equivocan; todos los sondeos y encuestas de opinión muestran que en realidad la figura del presidente Peña Nieto se ha fortalecido.

Sin embargo, los procedimientos de la procuración de justicia suelen ser atrapados por la inercia. Parte de esa inercia es la congelación de las cuentas del SNTE, congelación que deja sin recursos para operar a la organización sindical, ni para sueldos de los empleados.

Eso debilita al SNTE y, simultáneamente, fortalece la disidencia magisterial, la coordinadora, con la diferencia de que la coordinadora sí realiza paros, sus manifestaciones sí dejan sin clases a cientos de miles de niños, sin contar sus relaciones peligrosas con activistas anarquistas.

La defenestración de la profesora Gordillo Morales ha sido jurídicamente impecable. Se realizó también una operación impecable políticamente. Pero apenas empieza el proceso, apenas empiezan los ajustes en el sector. Ahora es cuando se debe ser muy riguroso en la conducción de las relaciones con el magisterio, conducirlas con la cabeza fría.

Como sea, el sexenio apenas empieza, y desde ahora ya no se verá la institución presidencial como una barca a la deriva, como una barca sin timonel. Hay timonel.

 

jfonseca@cafepolitico.com