Entrevista a Luis Carlos Ugalde/Autor de Por una democracia eficaz
Irma Ortiz
¿Por qué la democracia no termina de cuajar en México?, ¿por qué no ha dado los resultados esperados luego de la alternancia histórica del año 2000?, ¿por qué ha crecido el clientelismo?
Ésas son algunas de las preguntas planteadas por el expresidente del Instituto Federal Electoral Luis Carlos Ugalde, en su más reciente libro Por una democracia eficaz y da a Siempre! su visión de cuáles han sido los obstáculos para avanzar en nuestro proceso democrático.
¿Cuáles han sido los obstáculos, los problemas históricos, que no nos han permitido pasar de una democracia de peticiones a una democracia igualitaria?
En el libro hablo de algunos problemas estructurales y sistémicos que dependen de asuntos históricos y que no tienen que ver ni con el PRI, ni el PAN, ni el PRD. Tienen que ver básicamente, primero, con un sistema clientelista que ha existido en México durante muchas décadas, desde el siglo XIX de hecho, y con la democracia solamente se ha acentuado este esquema clientelista.
El segundo problema histórico es el asunto de la impunidad que significa no pagar las consecuencias de lo que se hace o de lo que no se hace, y la impunidad no sólo se ha mantenido sino que se ha aumentado en los últimos años.
La tercera cuestión es el problema de la legalidad en México. La sociedad en su conjunto tiene poco aprecio por la ley y, por lo tanto, el imperio por la ley no es una prioridad ni de gobernantes ni de gobernados. Y una democracia sin legalidad es una democracia que siempre es rehén de las pasiones políticas.
El cuarto conflicto tiene que ver con lo que llamo la fragilidad fiscal que tiene que ver básicamente con el hecho de que tenemos gobiernos que cobran poco, gastan poco y gastan mal. Hay una enorme fragilidad de las finanzas públicas.
Finalmente, el tema de una rendición de cuentas muy limitada. Tenemos más transparencia que hace quince años porque hoy existe la ley de transparencia, pero tenemos poca rendición de cuentas, de tal forma que, si se analiza, estos cinco problemas sistémicos no han cambiado mucho con el arribo de la democracia e incluso algunos han aumentado.
Intercambio de favores
Es el caso del clientelismo, ¿por qué ha crecido,? ¿y qué hay de la impunidad?
El clientelismo prevalece, es una forma de organización de intercambio de favores entre grupos organizados como taxistas, ambulantes, maestros, del campo, universitarios, que buscan solamente proteger sus privilegios, es un asunto muy grave, porque una democracia debe basarse en la igualdad, no en el privilegio; y lo que pasa con los maestros actualmente en Guerrero, Oaxaca o Michoacán, son clientelas organizadas que buscan proteger sus intereses y usan la presión, la amenaza, la violencia —como puede ser la toma de carreteras— para conseguir sus fines, y la democracia clientelista no es una democracia que pueda salir adelante.
Ocurre en todos lados, sucede en las universidades, como el caso de la Universidad de la Ciudad de México, con un grupo de clientelas universitarias que no quieren perder sus privilegios, que secuestran una universidad y el gobierno capitalino cede, y así está ocurriendo en todo el país.
Incluso parece que la democracia ha estimulado más estas clientelas en todo el país, en todos los partidos, en todas las actividades, hay grupos cuidando sus intereses, su dinero, presionando para obtener sus prerrogativas.
Sobre la impunidad, tiene que ver básicamente con el hecho de que la gente no paga las consecuencias de lo que hace; los políticos, empresarios, grupos influyentes que pueden violar la ley, que abusan de ella, que hacen mal las cosas, que gastan más los recursos públicos; pueden endeudarse, pero no hay sanciones efectivas. Esporádicamente conocemos que algunos que abusan de la ley —como el caso de Elba Esther Gordillo— son sometidos a un proceso judicial, pero esto es por excepción.
Los mexicanos básicamente lo que ven es que hay impunidad porque senadores, diputados, líderes de partidos, empresarios, futbolistas no pagan las consecuencias de lo que hacen o no hacen. Esa falta de castigo al mal comportamiento es algo que alimenta la corrupción y alimenta el desacato de las normas. Es un problema que no ha cambiado mucho tampoco.
El tema de la legalidad que está muy ligado con el punto anterior. Las encuestas muestran una y otra vez que los mexicanos no tienen en un alta estima a la legalidad; los mexicanos, sean gobernantes, empresarios, artistas, o quienes sean, una y otra vez están dispuestos a negociar la ley.
Cuando ves lo que ocurrió con el caso de Florence Cassez, cuando fue liberada hace pocas semanas por la Corte, las encuestas mostraban que la gente estaba enojada porque para la ciudadanía lo importante es la justicia, no la legalidad. Cuando sienten que la legalidad es un obstáculo para conseguir ciertos fines, como la justicia, a la gente no le gusta.
Poco aprecio por la legalidad
Las personas dicen: qué importa que se haya violado la ley para castigarla; si es culpable hay que castigarla, y esta falta de respeto por la ley es lo que lleva a muchos mexicanos a que violen la ley, desde aquel que paga una mordida, hasta el empresario que paga un soborno para obtener un contrato de gobierno. Es un tema constante en México, el propio aprecio por la legalidad.
La fragilidad fiscal es un tema histórico, llevamos décadas donde el Estado mexicano recauda aproximadamente el diez por ciento del Producto Interno Bruto en impuestos, y lo único que ha salvado a México en estas décadas ha sido el petróleo. Sin embargo, lo que el petróleo ha generado es una enorme dependencia que, a su vez, genera una enorme comodidad que hace que sea más fácil no cobrar y gastar porque hay petróleo.
Este asunto es una condena, porque no genera una cultura de la innovación, de la responsabilidad; y es una problemática muy grave que desde hace muchos años se trata de resolver y una y otra vez, se bloquean intentos para generar un sistema fiscal parejo para todos, un sistema fiscal en donde el gobierno se comprometa a gastar mejor, pero también que los ciudadanos se comprometan a pagar, que haya el compromiso de pagar de todos, porque hay que contribuir a financiar el Estado.
Éstos son algunos de los problemas que tenemos y que hacen que la democracia —buena como ha sido— sea limitada en sus resultados.
¿Cómo acabar con una impunidad tan arraigada?
En Por una democracia eficaz hablo de las cosas que se pueden hacer, pero básicamente la impunidad se logra cuando impones el imperio de la ley, el Estado de derecho.
Lograr el imperio de la ley significa que se cumplan las normativas básicamente, no se necesita estar cambiando leyes, inventando nuevas ni tampoco cambiando la Constitución. Se trata de un asunto de aplicación pareja e inevitable de la ley y aquí no hay muchas recetas mágicas, como cuando uno quiere bajar de peso. No hay receta más que hacerlo y para combatirla, lo que se tiene que hacer es simple y sencillamente aplicar la ley y esto ocurre todos los días.
Por ejemplo, el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, no hubiera cedido a las pretensiones de los maestros que violan la ley y que después le piden que no cumpla la ley, y eso ocurre todos los días. El problema es que si no hay un pacto con la legalidad de todos, parejo, esto va a seguir ocurriendo una y otra vez.
Ésa es una parte, pero ¿cómo llamar al orden a los partidos políticos, que trasgreden la ley?
Los partidos forman parte de un problema colectivo. Cuando se creó el Instituto Federal Electoral, hace 20 años, justamente lo que se buscaba era que fuera un regulador independiente a la presión de los partidos y se ha logrado mucho, pero hay muchos problemas todavía por delante porque los partidos mismos tratan de coptar a las autoridades, tratan de presionar, tratan de amenazar, y a veces lo logran, de tal forma que hay muchas medidas que se pueden hacer para el tema de los partidos, pero claramente una es garantizar la plena independencia del regulador; en este caso, el IFE y los partidos, como ha sido claro en los últimos años, han ido limitando y limitando su acción.
Campañas políticas: germen de la corrupción
Sobre la necesidad de reducir el costo de las campañas políticas, demanda ciudadana, ¿qué hacer?
Se ha convertido en el germen mayor de la corrupción en México y las campañas son cada vez más y más caras; es un tema central. No tiene nada que ver con las prerrogativas del IFE, son otra cosa mucho mayor, el tema del costo de las campañas tiene que ver con cuánto cuestan realmente, no cuánto reportan al IFE. Las campañas y los partidos reportan una fracción mínima de lo que realmente gastan, no tiene que ver con el financiamiento público, sino con el hecho de que hoy en nuestro país las campañas cuestan más caras, y los partidos y sus candidatos recurren a diversas fuentes de financiamiento, y eso es un germen de corrupción. Hay que encontrar vías para reducir estructuralmente el costo de las campañas.
En el caso de la detención de Elba Esther Gordillo, ¿usted consideraría que hay voluntad política y el gobierno empieza a realizar actos de legalidad en contra políticos corruptos?
El asunto de la legalidad no tiene que ver con detenciones de personas. Tiene que aplicarse la ley de manera rutinaria, no por un cálculo político ni por una decisión estratégica. La legalidad nada tiene que ver con la estrategia, tiene que ver con un principio de aplicación rutinaria de la ley a todos, esto tiene que ver con alguien que seguramente violó la ley que se apellida Gordillo, que desvió fondos del SNTE y que, en ese sentido, presuntamente es culpable y en ese sentido me parece una buena noticia.
No sé si esto tenga que ver con una voluntad política para construir y aplicar la legalidad, y mientras no tengamos más información lo único que suena es a especulación, porque más que Gordillo, la pregunta es si es el inicio de una apuesta por la legalidad, y no lo sé.
Ése sería el cambio transformador más importante de México para que la democracia se consolide, tener una democracia sustentada en un Estado de derecho; mientras eso no ocurra, lo que vamos a tener es una democracia que va ir dando resultados parciales, pero siempre sometida a la presión del más poderoso, y en este momento lo estamos viendo con los maestros, y ése es el tema de fondo.