Alexander Serikov

Pyongyang rompió los acuerdos sobre la no agresión y Seúl, a su vez, amenazó con “ borrar el régimen de Kim Jong Un de la faz de la Tierra”. Entre tanto el Consejo de Seguridad de la ONU recrudeció  las sanciones contra la República Popular Democrática de Corea como respuesta a la prueba nuclear realizada por este país asiático en febrero pasado. Pero, a juzgar por todo, los llamados de la comunidad internacional no los oyen en la Península de Corea. Y los fuertes ataques verbales que no son por el momento declaración de guerra, representan la advertencia de comenzarla en cualquier momento.

Según la decisión de los líderes de Corea del Norte, a partir del 11 de marzo en curso dejó de ser vigente el acuerdo sobre el cese de fuego entre este país y Corea del Sur -hace 60 años este acuerdo puso fin a la guerra en la Península de Corea– también dejan de funcionar otros acuerdos que habían sido firmados por las dos partes coreanas para prevenir un conflicto bélico.

Un día antes de anunciar la ruptura de los acuerdos de armisticio, el joven líder norcoreano Kim Jong Un visitó los destacamentos del ejército de Corea del Norte situados en las islas de Zhangzhe y Mu en el Mar Amarrillo a la proximidad del territorio de Corea del Sur. Dirigiéndose a los soldados el líder  les dio las siguientes recomendaciones: Castigar sin piedad a los enemigos con golpes contundentes de respuesta.

La inspección  realizada por Kim Jong Un coincidió con la aprobación por el Consejo de Seguridad de la ONU de nuevas sanciones contra Corea del Norte. Según estas sanciones, Pyongyang ya no puede recibir desde el extranjero dinero a través de las cuentas bancarias. Tampoco puede comprar en el extranjero mercancía, y no solamente de carácter militar sino también los llamados artículos de lujo que incluyen yates y vinos de marcas de prestigio. Se alargó también la lista de personas non gratas norcoreanas de alto nivel cuya entrada a Estados Unidos estará prohibida. Los dirigentes norcoreanos dicen que estas sanciones  son hostiles y se reservan el derecho de asestar un golpe nuclear preventivo.

En respuesta a estas palabras, un representante del ministerio de Defensa de Corea del Sur dijo que el gobierno de su país aprecia altamente la resolución de la ONU que condena enérgicamente los ensayos nucleares norcoreanos, y que además pide a este país deshacerse inmediatamente del programa nuclear. También refuerza y amplía las sanciones contra Corea del Norte.

Y si este país asesta un golpe nuclear sobre nuestro país, dijo el funcionario surcoreano, el régimen de Kim Jong Un será borrado de la faz de la Tierra por las fuerzas de la humanidad incluyendo Corea del Sur. Además, los militares surcoreanos no ocultan que las maniobras que se realizan conjuntamente con las tropas estadounidenses, pueden ser convertidas en una operación bélica. Y aunque la presidenta surcoreana Park Geun Hye recientemente elegida prometió tratar las relaciones con Corea de Norte por medios pacíficos, esto se hace imposible. Por lo menos ahora, hasta que ambos bandos en conflicto lleguen a un entendimiento razonable del problema.