La Política Me Da Risa
Ya basta de “tomar” las calles
Yazmín Alessandrini
Desde Boca del Río, Veracruz, a mediados de semana y aprovechando el marco del foro nacional para integrar el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 “México con Educación de Calidad para Todos”, Emilio Chuyffet Chemor, secretario de Educación Pública, además de enfático y contundente, fue muy claro con su mensaje respecto a la reforma educativa a la que todavía muchos se encuentran reacios: “el derecho a la educación que asiste a nuestros niños no puede seguir siendo quebrantado, lesionando sus posibilidades de un mejor futuro”.
Cierto, el derecho a la educación gratuita y obligatoria está consagrado en el artículo 3º de nuestra Constitución. Niños y jóvenes en edad de cursar preescolar, primaria y secundaria merecen ser el digno receptáculo de todos los conocimientos y destrezas con los que cuentan nuestros profesores. Sin embargo, de unos años atrás a la fecha (tan sólo hay que echarle un ligero vistazo a los lastimosos casos de Oaxaca y Guerrero para tener un par de ejemplos nítidos a la mano), los maestros, aglutinados en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), prácticamente se han olvidado del sagrado deber que se les ha encomendado: forjar, nutrir y consolidar las mentes de aquellos individuos que el día de mañana serán responsables de guiar los destinos de nuestra nación.
Previo a realizar una gira de trabajo por China y Japón, el presidente de la república Enrique Peña Nieto dedicó varias horas de su agenda oficial de la semana pasada al tema educativo y a consolidar estrategias con el titular de la SEP. De hecho, horas antes de coincidir en el WTC de Boca del Río, un día antes (el martes) se reunieron en la residencia oficial de Los Pinos con el flamante secretario general del SNTE, Juan Díaz de la Torre, lo que se entiende más que nada como un acercamiento entre las autoridades federales y el gremio magisterial de cara a estrechar vínculos para que ambas partes fortalezcan aquellos temas prioritarios del Plan Nacional de Desarrollo en materia educativa.
Y es que por el bien de la niñez y juventud mexicanas, gobierno federal y magisterio deben ir de la mano en este tema. Ya lo dijo Emilio Chuayffet el miércoles pasado: “sin los maestros no hay reforma posible” y con la reforma educativa propuesta por el presidente Enrique Peña y aprobada por el Congreso de la Unión, los derechos de todos los profesores mexicanos quedaron íntegramente protegidos. Por ello, ya va siendo hora de que esas tristes imágenes que a diario nos llegan de Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas, por mencionar sólo algunos estados del país, empiecen a diluirse para que los teachers se olviden de “tomar” las calles y regresen al lugar al que pertenecen y donde todos los necesitamos: en las aulas.
Lamentablemente en nuestro país el buen concepto del sindicalismo (uno de los triunfos que nos heredó la Revolución Mexicana) se ha desvirtuado a grado tal que éste ya no puede separarse del tema político. Pero si queremos convertirnos verdaderamente en una sociedad productiva, tenemos que dejar de lado y de una buena vez toda esa oscuridad que nos está impidiendo contar con una educación de calidad y digna de nuestros niños y jóvenes.
Las escuelas de tiempo completo, la erradicación de las llamadas escuelas patito y la prohibición de las cuotas obligatorias que condicionan la inscripción de los alumnos, entre otros aspectos, son algunas de las excelentes propuestas que vienen incluidas en esta nueva reforma laboral, ¿qué nos cuesta apoyar y ayudar al presidente Peña Nieto, al secretario Chuayffet Chemor y a esos millones de chamacos que urgentemente necesitan prepararse para ser verdaderos hombres de provecho?
www.lapoliticamedarisa.mx
yalessandrini1@gmail.com
Twitter: @yalessandrini1


