Entrevista a Alejandro Solalinde/Defensor de los migrantes centroamericanos

Nora Rodríguez Aceves

“Me duele mucho que el gobierno de Enrique Peña Nieto, lo digo con todas las letras, tenga solamente para sus hermanos de Centroamérica una opción de seguridad, una contención brutal de nuestros hermanos que buscan mejores condiciones de vida. Los están regresando  despiadadamente a sus lugares de origen, sin ninguna opción, sin ninguna alternativa”.

“Si el gobierno de México no fuera tan miope y tratara de tener un poco más de solidaridad con ellos, ya estaría haciendo un plan de desarrollo integral a partir de la corresponsabilidad con sus gobiernos de origen, obviamente, con su iniciativa privada, pero también tiene que ser necesariamente con el compromiso de sus pastores, la Iglesia católica no puede nada más estar pintada, tiene que hacer algo por esta gente, y no se ha preocupado, con honrosísimas excepciones como Álvaro Ramazzini de Guatemala, y algún otro por ahí que se salva, la Iglesia no está haciendo nada, esa es una cosa tremenda que está sucediendo”, asegura el padre Alejandro Solalinde Guerra, fundador del albergue de migrantes Hermanos en el Camino.

Plan de desarrollo integral en la zona

El padre Solalinde se pregunta “por qué el gobierno mexicano no hace un plan de desarrollo integral para con sus hermanos, con la corresponsabilidad de Centroamérica y Estados Unidos; el embajador Anthony Wayne dijo que estaba preparado para apoyar esta iniciativa, pero tiene que ser con el liderazgo de México, y también con cuentas claras, porque el gobierno estadounidense no está dispuesto a financiar ningún proyecto turbio, donde no haya transparencia”.

“Este gobierno está más incondicional que nunca para los intereses de seguridad de Estados Unidos, y esto significa que no está pensando para nada en sus hermanos de Centroamérica, y esto no puede ser”.

“México no puede seguir siendo un país tan mezquino y tan insolidario con sus hermanos de región. Hemos  compartido historia, cultura, religión, intereses, ¿por qué  México tiene que voltearle la espalda como lo ha estado haciendo? ¿Por qué tienen que ensañarse la delincuencia organizada y algunos servidores públicos contra los hermanos centroamericanos para hacerles todo lo que les hacemos y finalmente desaparecerlos,  secuestrarlos y asesinarlos”.

Llegó el PRI y todo sigue igual

El también coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana Pacífico Sur del Episcopado Mexicano, afirma en entrevista, vía telefónica, con Siempre!, que el trato hacia los migrantes indocumentados no se ha modificado en nada con la llegada del PRI al gobierno federal”.

“Estamos viendo cómo los secuestros siguen en Veracruz, por ahí se va una buena parte de los migrantes. La otra alternativa que tienen es irse por Oaxaca, en carretera, por medio de camiones, o lo que sea, y ahí los agarra Migración o los retenes del Ejército o las volantas o desgraciadamente la Policía Federal también anda asaltando a los migrantes”.

En este sentido, Solalinde comenta lo que ha sucedido en el caso concreto de su petición formal para que Ardelio Vargas Fosado, titular del Instituto de Nacional de Migración, renuncie a su cargo debido a que su presencia en el organismo significa más sufrimiento para los migrantes.

“Este gobierno no oye, estuve platicando con Miguel Ángel Osorio Chong, y le explique la importancia, no la voz de Solalinde, sino la voz de tantas organizaciones que hemos estado trabajando por años y de las 66 casas de migrantes, se lo dije, que era muy importante deslindar el aspecto de administración del de seguridad. Entiendo que exista la preocupación de la seguridad, en eso no los desaliento, los apoyo, pero que no mezclen necesariamente a los migrantes con la seguridad, hay formas de proteger la frontera”.

El defensor de los derechos humanos recuerda que “se lo dije a Enrique Peña Nieto, pero no hizo caso, se lo dije el 10 de diciembre en su propia casa, le dije que fuera un gobierno que escuche, que oiga, tiene que oír, tiene que invertir la dinámica cupular que tenía de arriba a abajo”.

“Tiene que escuchar a las organizaciones nacionales e internacionales que finalmente están muy comprometidas con la suerte de los migrantes, oír a Centroamérica. Hacer conjuntamente un plan de desarrollo integral que a largo plazo sea la verdadera solución, que ya no tenga que condenar a los migrantes a una emigración forzada”.

Papel marginal en la reforma migratoria

En este contexto y ante la posibilidad de que Estados Unidos apruebe una reforma migratoria, el sacerdote mexicano expresa su opinión: “El papel que está jugando México como Estado ha sido muy marginal, ha dejado mucho que desear, no ha peleado por condiciones de esa reforma migratoria, quienes sí lo están haciendo son todas las organizaciones, principalmente de Latinoamérica, todas las organizaciones de México que están allá han dado la batalla, muy grande, y los cónsules han sido de verdad sólo marginales, no han previsto, no están ni siquiera preparados para hacer la parte que le toca a México”.

“Quiero ser muy claro en esto: lo que está atorando desde el gobierno de Felipe Calderón y al actual gobierno federal, es ese servilismo con los intereses de seguridad de Estados Unidos, es el punto clave, el disco duro de la política migratoria de México”.

Los legisladores mexicanos cumplieron con la ley migratoria en 2011, pero desgraciadamente el Ejecutivo cooptó todo eso con el famoso reglamento, porque prácticamente neutralizó el pleno ejercicio de los derechos de los migrantes en varios aspectos, entonces vuelve otra vez a cubrir las espaldas de Estados Unidos, que no quiere recibir a los migrantes, bueno, que los regule, los que no, que se busque una corresponsabilidad México-Centroamérica para generar oportunidades de trabajo y oportunidades de estudio y de otras cuestiones en sus lugares de origen”.

“Le explique al embajador Anthony Wayne que por más que pongan muros, y sean muy sofisticados, de todos modos está pasando la gente por una sencilla razón: hay una porosidad que se llama corrupción, ¿y por qué?, porque los que controlan la frontera, la norte y la sur, no son los gobiernos, sino los cárteles, el del Golfo y el de los Zetas dicen quién puede pasar y quién no”.

El padre Solalinde afirma que sigue funcionando la complicidad entre autoridades y organizaciones del crimen organizado.

Regresando al tema de la reforma migratoria, asegura “que la ley saldrá, eso no hay que dudarlo, no porque a los republicanos les importe mucho los migrantes, sino porque son pragmáticos y ya se dieron cuenta de que necesitan esos votos, y de que de no hacerlo ellos, el Partido Demócrata lo aprovechará, como lo aprovechó esta vez Barack Obama”.

En cuanto al impacto que pueda tener esta reforma migratoria en México, dice que “va a distensionar mucho la política mexicana, porque ya no tendrá que ser tan fiel a la represión y a la contención del flujo migratorio, le dará un cierto alivio”.

El padre Solalinde comparte que el 7 de abril saldrá a Estados Unidos para participar en la Marcha Nacional por la Reforma Migratoria que se llevará en Washington, y a la que están convocando decenas de miles de líderes inmigrantes, activistas sociales y religiosos, para pedirles al presidente Obama y al Congreso la aprobación de una reforma migratoria cuanto antes y decirles que “el tiempo es ahora”.