No están a la altura del país

 

 

El principio de la educación

es predicar con el ejemplo.

Turgot.

 

Carlos Alberto Pérez Cuevas

Es verdaderamente desesperante para un país y sus ciudadanos vivir con la constante de que los maestros que tienen a su cargo la formación de sus hijos no están a la altura de las necesidades de una nación que demanda nuevas competencias y conocimiento más sólidos para enfrentarse con éxito a la vida.

Que se preparen en lo profesional y en lo humano y que no dejen de asistir a sus clases por participar en marchas, plantones, manifestaciones de apoyo o rechazo político.

La educación en México es un verdadero lastre, pocas son las familias que tienen la oportunidad de proveer de una educación de carácter privado que en teoría dota de mayores elementos formativos y de herramientas a los alumnos; sin embargo, la preocupación es por el grueso de la población que tiene que hacer uso de la educación pública que, en general, es deficiente por la falta de evaluación de los conocimientos de los profesores y la capacitación permanente para que adquieran nuevos conocimientos.

Para nadie es desconocido que durante décadas las plazas de maestros se obtenían por favores políticos y con la consigna de afiliarse de manera obligada al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, por lo tanto, los maestros se preocupan más por quedar bien con sus lideres sindicales y no con sus alumnos que son la razón de ser de su vocación.

El caso mexicano es verdaderamente sui generis, sólo aquí podemos explicarnos que una maestra que tuvo sus orígenes en una escuela primaria de la colonia Aurora en el municipio de Nezahualcóyotl, en el estado de México, llegara a ser la lideresa más poderosa del sindicato de maestros más importante de América Latina imponiendo incondicionales en las plazas vacantes y gastando el dinero de las cuotas sindicales como si de su patrimonio se tratara. Hoy está tras las rejas, traicionada y vilipendiada, pero los problemas de falta de preparación de los maestros y la subordinación sindical al gobernante en turno no han cambiado con estos hechos.

El sindicato se dividió y formó una disidencia que se denominó Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, hoy da lo mismo ser de un sindicato o de otro, la constante son profesores que no dan clases, que no se preparan como sólidos formadores; hoy los seguimos viendo en las calles protestando, incendiando autobuses, dañando edificios públicos y privados, bloqueando calles, avenidas y autopistas, no les importa afectar a los terceros empezando por los niños que se quedan sin clases, los negocios que tienen que cerrar y pierden derramas económicas, los daños a la infraestructura pública. Lo que hemos visto en los últimos días en Guerrero y Oaxaca no debe permitirse nunca más.

Se han logrado importantes avances desde que la firma del acuerdo por la calidad en la educación se elevara a rango de ley y en las últimas semanas quedara plasmada en la Constitución; para México es muy importante empezar a dotar de educación de calidad en las escuelas públicas y que pronto dejemos el lugar 100 dentro de los 144 países evaluados en el reporte global de competitividad  del año 2012 del Foro Económico Mundial.

Sin duda son muchos más los maestros que quieren ser mejores, los que predican con el ejemplo, los que se preparan y tienen como un honor de servicio, educar a las nuevas generaciones de mexicanos, pero desafortunadamente aún no son los que vemos en las noticias todos los días.

 

@CarlosPereznz

carlospereznz@gmail.com