Ni tregua ni pacto con el crimen organizado

Teodoro Barajas Rodríguez

El gobierno federal llegó a Michoacán luego de episodios múltiples como aciagos en amplias porciones de la Tierra Caliente sitiadas por la inseguridad y la zozobra.

Durante semanas se vivieron días y horas preocupantes, grupos de autodefensa, incluso un editorial del influyente diario español El País señalaba que el Estado mexicano permanecía ausente en conflictos como el señalado. A partir de este martes anterior se anunció un operativo en el que están inmersas las fuerzas castrenses para pacificar Michoacán.

Los problemas de inseguridad están focalizados en los municipios de Apatzingán, Tepalcatepec, Buena Vista Tomatlán y Los Reyes, fundamentalmente, aunque otras regiones y municipios también registran incidencias por el mismo sentido.

Mucho se ha dicho en torno a lo que significa un Estado fallido o uno que es deficiente, las tipologías se discuten. Digamos que uno de los puntos favorables posterior al operativo diseñado y operado por el gobierno federal es que la normalidad, si cabe ese término en tal contexto, retorna porque ya los proveedores regresan así como servicios básicos al poblado de La Ruana.

Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, encabezó la reunión el martes en Michoacán para anunciar el operativo de rescate a Michoacán para señalar que la parte central de la nueva estrategia es garantizar la seguridad de los ciudadanos y liberar “de ese cáncer que son las organizaciones criminales que se han fortalecido en el área”.

Días antes, algunos legisladores del PAN pidieron la desaparición de poderes en Michoacán, lo cual se interpretó como un exceso y manifestación de protagonismo sin más fondo, porque los saldos actuales de alguna manera son derivados de la guerra contra el narcotráfico, fallida por cierto, del expresidente Felipe Calderón.

El crimen en Michoacán creció sobremanera en la última década, se sintió más el efecto tras las granadas detonadas aquel 15 de septiembre de 2008, a partir de entonces se multiplicaron los ilícitos de manera exponencial, ya no sólo se hablaba de trasiego de droga sino de extorsiones, secuestros y robo.

El titular de Gobernación señaló en Morelia que “no habrá con el crimen organizado ni tregua ni pacto”.

En las carreteras de Michoacán se observa el patrullaje de unidades del Ejército y de la Policía Federal. Aunado al despliegue policial, el secretario de Desarrollo Territorial y Urbano, Jorge Caros Ramírez Marín, aseguró que se pondrá énfasis en el desarrollo del agro y la economía para recuperar el tejido social.

La Reunión Nacional de Seguridad se efectuó tras los días oscuros vividos semanas antes, los que se significaron por el desafío permanente a la legislación vigente. Las autoridades locales encabezadas por el gobernador Jesús Reyna estarán en coordinación con los altos mandos federales; la estrategia se ha definido, ahora resta esperar. Michoacán requiere paz, la ocupa, es necesaria.