Entrevista a Raúl Benítez Manaut/Miembro del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM

Irma Ortiz

La nueva estrategia de seguridad de México busca combatir el crimen organizado en todas sus modalidades, pero sobre todo reducir la violencia”, afirmó enfático el presidente enrique Peña nieto en conferencia conjunta con su homólogo Barack Obama, quien realizara una visita de menos de 24 horas a nuestro país.
el mandatario estadounidense señaló, por su parte, que la seguridad y la inmigración son los retos que tratan en conjunto ambos gobiernos y que su país debe asumir su responsabilidad en cuanto al consumo de drogas y a regular el trasiego de armas a México.

Declaraciones que tienen en el fondo la preocupación por el replanteamiento de la cooperación en materia de seguridad del gobierno priista. Luego de la visita del titular de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, a Estados Unidos, trascendió el recelo existente en el otro lado de la frontera en cuanto al manejo del gobierno en seguridad, inteligencia y defensa para enfrentar el problema del crimen organizado.

Fue el cierre del centro operativo binacional en Monterrey el hecho que generó nerviosismo en instancias gubernamentales estadounidenses, ya que duran- te la administración de Felipe Calderón no hubo ningún tipo de oposición para la entrada de agentes, información —que se vio muy particularmente en la capturas de capos del narcotráfico— donde se asegura que era el gobierno mexicano quien rendía cuentas a Estados Unidos en la materia.

Esta visita se da en el contexto de las críticas al manejo de la administración calderonista y su lucha contra el narcotráfico, donde abundaron detenciones arbitrarias que hoy tienen a la ex titular de la Procuraduría General de la República, Marisela Morales, en la mira. Incluso, el director de la división de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, pidió a Obama, en una carta, reconocer el impacto negativo de las políticas de Felipe Calderón en la vigencia de los derechos humanos, donde se destaca la ineficacia de los operativos de seguridad respecto a los juicios a miembros de la delincuencia organizada por la falta de pruebas o las detenciones arbitrarias.

Si presionan, la reforma migratoria puede estancarse

Obama llega en momentos en que su administración negocia en el Congreso una reforma migratoria moderada. Ha pedido a grupos liberales que no presionen para conseguir cambios más profundos, porque podrían estancar el proyecto de reforma que impulsan los líderes del Senado, ya que se debe considerar que los republicanos tienen el control de la mitad del Congreso.

Al cierre de esta edición, se mantienen las pláticas de los funcionarios de ambos países para revisar las políticas en diferentes materias y este viernes se espera que el presidente Obama haga pronunciamientos que redefinan la relación entre México y Estados Unidos.

Sobre el tema, Siempre! entrevistó a Raúl Benítez Manaut, miembro del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la Universidad Nacional Autónoma de México.

El contexto de esta visita es el inicio del gobierno de Peña Nieto en el caso mexicano y, en el caso estadounidense, Obama tiene una guerra muy fuerte con su Congreso por tres temas fundamentales que afectan a México, particularmente las negociaciones fiscales con el Congreso estadounidense sobre las asignaciones de pre- supuesto que afectan programas de cooperación en todo el mundo, uno de ellos, la iniciativa Mérida.

En segundo lugar, la guerra que tiene Obama con los congresistas más conservadores para hacer una reforma migratoria y poder opacar las leyes migratorias estatales superantimexicanas; y en tercer sitio, la lucha por un con- trol de armas a nivel federal para neutralizar las leyes esta- tales que permiten el uso y la venta indiscriminada de armas. Estos tres esfuerzos en el caso de Estados Unidos están costando mucho trabajo a Barack Obama.

En el caso mexicano, Enrique Peña Nieto ha rediseñado toda la estrategia de seguridad y Estados Unidos está viendo qué parte de su estrategia de seguridad puede ayudar o no y parece que hay una preocupación en Estados Unidos de que se afloje la guerra contra el narcotráfico.

Peña nieto puso límites

Se señala que en Estados Unidos hay resquemor por el manejo en materia de seguridad, y mientras que con Calderón se dio entrada abierta a agentes norteamericanos no sucede lo mismo con Peña Nieto, que ha puesto límites.

Hay que tener cuidado, hay un regreso del PRI, y acordé- monos como trabajaba las cuestiones con Estados Unidos en el pasado, el PRI por afuera en lo explícito con declaraciones de un partido muy nacionalista, antinorteamericano, y, por debajo de la mesa, se sabe que negociaba. Por ejemplo, durante el gobierno de Ernesto Zedillo en 1997, el ejército regresó a Estados Unidos 75 helicópteros que había donado el gobierno para la guerra del narcotráfico. Eran helicópteros que habían estado en la guerra de Vietnam, uno de ellos cayó en Sinaloa y el gobierno de México dijo que eran de segunda categoría, ya usados, sin un buen mantenimiento y devolvió todos.

Sin embargo, al mismo tiempo, el gobierno de Ernesto Zedillo firmó los convenios más importantes de cooperación en la lucha contra las drogas, llamado el grupo de contacto de alto nivel y ahí empezó una cooperación muy importante en contra del narcotráfico.

Hay que distinguir en el gobierno mexicano el verbo de la realidad, mientras que el PAN era un partido más directo, lo que decía Calderón se hacía, y el PRI es un partido que tiene formas explícitas y de comunicación: son más nacionalistas y por debajo de la mesa se hacen las negociaciones reales, así se trabajó en México durante 70 años.

Complicado echar a andar política de seguridad

¿Existe una política clara del gobierno en materia de seguridad?
Los enunciados de la política de seguridad están claros, el problema es echarla andar. El gobierno de México anuncia un enfoque integral basado en el enfoque del combate al delito y a la delincuencia, desde un enfoque preventivo integral encabezado desde la Secretaría de Gobernación por Roberto Campa. El enfoque es correcto, sólo que echarlo a andar es muy complicado, y para que tenga resultados también llevará tiempo. Tiene que haber cambios en la política de seguridad, el enfoque preventivo que impulsan la Secretaría de Gobernación es correcto, pero también es de lenta aplicación.

México lo que busca es poner énfasis en la relación eco- nómica con Estados Unidos.
La filosofía de un sector del gabinete de Peña Nieto que tiene mucho tecnócrata en su gabinete, cosa que está muy bien, México está haciendo un esfuerzo por tratar de que regrese mucha inversión manufacturera a México que se había ido a China; en parte ese esfuerzo ha sido exitoso, y eso tiene que continuar.

Estarían pendientes las reformas…

Las reformas estructurales, así como Obama tiene su tarea con su Congreso de hacer pasar las reformas migratorias, la ley de armas, la reforma fiscal, una cosa parecida tiene aquí Peña Nieto, que no la tiene fácil, pero no es cosa de Obama meterse aquí en las discusiones sobre las reformas estructurales de México, ni es trabajo del gobierno de nuestro país meterse en las pugnas en el Congreso de Estados Unidos. Por otro lado, hay que ver qué va a pasar con el concepto de frontera segura, que siga siendo segura, pero que no sea tan lenta la frontera. En lo comercial, que se negocie como NAFTA, es muy importante, y respecto a seguridad, ver en qué acaba todo este debate sobre los drones, la inteligencia, que si la DEA, o que si la Secretaría de Gobernación centraliza funciones… son muchos debates los que hay pendientes.