Jaime Septién
Como en la busca de información Internet desplazó ya a los medios tradicionales, así también You Tube está rápidamente dejando atrás a la televisión en lo que se refiere al uso por la gente de videos para entretenerse o para aprender. Eso significa que la publicidad va a ir corriendo hacia You Tube y las televisoras van a batallar por encontrarla.
Según dijo hace poco un alto directivo de Google, Eric Schmidt, este desplazamiento ya ha ocurrido. You Tube acaba de superar la barrera de los mil millones de usuarios por mes, algo que se antoja muy difícil de lograr por alguna cadena o canal generalista. Sin embargo, siempre según Schmidt, la cifra gorda a la que aspira el gigante de la reproducción ¿gratuita? de videos, es la de siete mil millones de usuarios al mes. Y esa cifra se la dará países como México o Brasil, los países emergentes que no lo son nada más por la economía sino, sobre todo, por su participación en el mercado digital.
En realidad, el trabajo realizado por You Tube ha sido una labor de zapa del mercado del video, mismo que ya comienza a tomar por asalto. Ya financia canales de televisión y marcas reconocidas de renta de videos, de tal suerte que se ha constituido en un súper canal de TV y, al mismo tiempo, una red extensa de promoción y distribución de películas de cine. Con la particularidad de que se puede usar donde y como se quiera, sin necesidad de atender comerciales o cortes de publicidad (ésta, todavía, va al margen de los videos, en los banners y en pequeñas pantallas superpuestas que son fáciles de eliminar).
“No es el reemplazo de algo que conocemos”, dijo Schmidt, “es algo nuevo en lo que tenemos que pensar, programar y construir nuevas plataformas”, durante la semana de “NewsFronts” (versión digital de la tradición televisiva de promover programas y vender avisos). Este cambio consiste en que la TV es un sistema institucionalizado que nace de un sitio en específico y se difunde hacia cualquier sitio. You Tube no: nace de muchos sitios y nadie sabe a dónde puede rebotar. En rigor cualquier usuario de Internet es su “público”. Y eso la convierte en una amenaza real para los monopolios de la imagen.
En todos los lugares de la comunicación, la revolución de Internet está generando una nueva cultura y, por tanto una nueva forma de pensamiento y de relación con los otros. ¿A dónde llegará? No lo sabemos. Lo cierto es que todos los grandes actores institucionales del mundo en esta materia habrán de cambiar sus formas de producir y distribuir imágenes, información, entretenimiento. La revolución anunciada ya llegó. Y creo que para bien del usuario, si sabe discernir qué sirve y qué no sirve en You Tube.


