DE POLÍTICA RAZONADA

 

Caso Granier

 

Hay tres cosas que no pasan mucho tiempo ocultas: el Sol, la Luna y la verdad.

Anónimo.

 

Carlos Alberto Pérez Cuevas

¿Qué estaría pensando Andrés Granier Melo cuando decidió venir a México, según él para lavar su nombre y prestigio manchados?; inmediatamente, al ingresar a territorio nacional fue cancelada su visa estadounidense por petición del gobierno mexicano, ¿lo hicieron regresar con algún engaño o promesa de impunidad?, varios de los hechos sucedidos en los días que siguieron a su regreso, así parecen indicarlo.

El antecedente más remoto de la caída de un gobernador es el caso de Mario Villanueva Madrid, exgobernador de Quintana Roo; algo debió pasar con el químico Granier, para llevarlo a confiarse en extremo. Comentar sobre sus supuestas propiedades en México y Miami; o sus cientos y cientos que juntos eran miles de pares de zapatos, camisas, trajes y ropa de diseñador, que compraba en las mejores tiendas departamentales de la Unión Americana así lo indican.

Los excesos de confianza del exgobernador de Tabasco pasaron por desestimar los citatorios realizados por la Procuraduría General de Justicia tabasqueña, que en el inicio de sus indagatorias requirió la presencia del exmandatario en calidad de citado para aportar elementos, aún no era formalmente acusado de algún ilícito en particular.

No hizo caso del deslinde que sobre su persona y actuar hizo el dirigente nacional de su partido, César Camacho Quiroz; el extremo fue que hasta Roberto Madrazo, si usted lee bien, Roberto Madrazo, el que gastó en su campaña más dólares que la campaña presidencial de Bill Clinton, el que dejó endeudadísimo a su estado, el de las trampas y los atajos para ganar un maratón, sí Madrazo, pidió la inmediata expulsión del exgobernador Granier de las filas del PRI, y así muchos deslindes de gobernadores en activo y destacados actores políticos del PRI.

Pero no es que Granier no supiera o no entendiera lo que podía pasarle, es que su exceso de confianza se sustentaba en que al ganar su partido la presidencia de la republica, éste y cualquier otro corrupto gozaría de impunidad. No podía pensar que sacrificarían, si él había usado todos los recursos posibles lícitos e ilícitos para contribuir al triunfo de Peña Nieto; y seguramente pensó que no le podía pasar nada, porque nada le ha pasado a sus colegas exgobernadores Humberto Moreira, Fidel Herrera, Ulises Ruiz, Mario Marín, Tomás Yarrington, Eugenio Hernández, Eduardo Bours, Ney González y el ejemplo de mayor impunidad, Arturo Montiel.

El caso Granier está siendo usado para mandar un mensaje, todos pueden ser corruptos y tienen la protección del poder presidencial siempre y cuando así lo disponga el poder presidencial.

Granier, igual que Elba Esther, sirve para mandar la señal de control autoritario, de que el que se someta y sea útil al gobierno recibirá gracia e impunidad y el que no el desconocimiento y la cárcel.

Twitter: @CarlosPereznz

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