Entrevista a René Jiménez/Investigador del IIS de la UNAM

Moisés Castillo

Hace un par de años, Joel Ortega, exsecretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, lamentó que las autoridades negaran la presencia de cárteles de la droga en la capital del país. Y ubicó a Tepito como el lugar donde operan todos e intercambian información.

Dijo que “del lado de Iztapalapa, Chalco y Neza operan los Beltrán Leyva; del lado de Huixquilucan, Naucalpan y parte de Tlalnepantla, la Familia Michoacana; en Ecatepec hasta Texcoco hay una disputa entre los Beltrán Leyva con Los Zetas, ya están ahí, ya están tocando las puertas de la ciudad… En la capital tenemos muy claro que opera una banda que es La Mano con Ojos, que es una escisión de los cárteles que operan en provincia.”

Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno del Distrito Federal, admitió en los últimos días que existe la banda delictiva conocida como La Unión, pero descartó la presencia de cárteles del narcotráfico tras el polémico caso de los jóvenes desaparecidos de Tepito, y precisó que “es un hecho focalizado, la seguridad de la ciudad está garantizada.”

A finales del sexenio de Felipe Calderón, el periódico El Universal reveló que en la ciudad de México operan siete cárteles y una pandilla centroamericana: la Familia Michoacana, el cártel de Sinaloa, el cártel de Los Zetas, el cártel de Juárez, el cártel del Golfo, el cártel del Pacífico Sur (antes los Beltrán Leyva), la organización de Edgar Valdez Villarreal y un grupo de Maras Salvatruchas.

Esta información se confirma con un diagnóstico presentado a principios de año por el Partido Verde en el Senado y, además, detalla que en la ciudad de México están identificados más de 13 mil puntos de venta de droga.

Hay que ponerse a trabajar

 El senador Pablo Escudero Morales, presidente de la Comisión Anticorrupción y Participación Ciudadana, declaró en enero pasado que el gobierno capitalino “debe salir de la negación y ponerse a trabajar, o el crimen, los robos, los secuestros y las ejecuciones aumentarán de manera exponencial… Cerrar los ojos ante ello no resolverá el problema”.

El informe precisa que entre 2000 y 2009 aumentó el consumo de drogas ilegales entre los jóvenes capitalinos. El Distrito Federal se ha posicionado como el lugar con el mayor número de estudiantes adictos de nivel medio y medio superior de todo el territorio nacional. Cifras de la Secretaría de Educación Pública y el Instituto Nacional de Psiquiatría refieren un crecimiento del 85 por ciento de  las adicciones en los jóvenes.

El presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, Luis González Placencia, urgió a resolver los altos niveles de violencia urbana, ya que la ciudad de México no está blindada contra la delincuencia organizada.

 “Se tiene evidencia —dijo— de que hay vínculos de jóvenes con algunas organizaciones criminales en las delegaciones Gustavo A. Madero e Iztapalapa, lo que debería encender una señal de alarma.”

Hay que recordar que en la ciudad de México se han capturado a capos importantes de la droga como Vicente Carrillo Leyva, hijo del fundador del cártel de Juárez, quien fue arrestado en abril de 2009 mientras hacía ejercicio en el lujoso Bosques de las Lomas. También Vicente Zambada, hijo de uno de los líderes del cártel de Sinaloa fue detenido el mismo año mientras conducía por la exclusiva colonia Lomas del Pedregal.

Otra detención que presumió la administración calderonista fue la de Édgar Valdez Villareal, operador de Arturo Beltrán Leyva, capo que murió en diciembre de 2009. La Policía Federal capturó a La Barbie en el Estado de México. Dos años antes, Sandra Ávila Beltrán fue detenida en las inmediaciones de un centro comercial al sur de la capital. La llamada Reina del Pacífico fue acusada de ser una de las principales operadoras de Ismael El Mayo Zambada, a cargo de internar en México la cocaína proveniente de Colombia.

Especialistas en materia de seguridad coinciden en que los grandes capos tienen propiedades, dinero y familia en la capital, pero son muy cuidadosos de no desplegar violencia en las calles, ya que existe un acuerdo implícito de no despertar señales de alarma en el Distrito Federal, que cuenta con el mejor despliegue policiaco del país.

Enero, el mes más sangriento

A principios de febrero se puso en marcha la Operación Blindaje con un despliegue de tres mil policías, marinos y soldados, para frenar el incremento de violencia y ejecuciones en las inmediaciones de la ciudad de México. Según el diario Milenio, enero fue el más sangriento —84 asesinatos— desde 2007 en el Estado de México, ya que se superaron los 79 homicidios registrados en agosto de 2012.

Ya lo anticipó el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, al anunciar el despliegue policiaco militar en las carreteras federales: “El ejército permanecerá en las calles, estará en las regiones y en los lugares, hasta que se bajen los índices delictivos en todo el país”.

Para René Jiménez, especialista en sociodemografía de la violencia del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, es una práctica común de los políticos ignorar este tipo de problemas como el narco y prefieren que el tiempo se encargue de que se olviden estos flagelos.

“Decir que no hay narcotráfico aquí nos lleva a varias preguntas: ¿cómo llega la droga? ¿Son puras mulas? O en realidad lo que no se quiere ver es que el consumo de drogas en el Distrito Federal ya es de tal magnitud que representa un mercado. Hay que checar las tienditas, quién las surte. Me parece que es una posición política y evidentemente la gente se da cuenta de ello.”

¿Cuál es su lectura del caso Tepito?

Independientemente de los desaparecidos de Tepito hay que recordar que en las delegaciones Gustavo A. Madero, Iztapalapa, en las inmediaciones de Tlalpan, han aparecido personas ejecutadas, presencia de droga. Es grave si las autoridades capitalinas no quieren ver nada. Aceptar este problema sería desvalorizar todo el avance en materia de desarrollo social de la ciudad. Comparado con otros estados, hay mejores condiciones sociales, pero hay que admitir que la estructura policiaca aquí es distinta de la de otras entidades donde la estructura de control hace que se pueda tener una mayor determinación de control hacia el cuerpo policiaco, lo cual no excluye que exista corrupción.

Focos de riesgo

¿Se exhibió a la procuraduría capitalina? ¿Qué errores percibe?

La primera falla es que en los alrededores de la sede de la Secretaría de Seguridad existan focos de riesgo donde ocurren hechos violentos. En febrero pasado asesinaron a un hombre en plena calle de Hamburgo en la Zona Rosa, a dos cuadras del edificio de la Secretaría de Seguridad. Sacar a la policía a la calle tras el caso Tepito no resuelve el problema. Tendrán que aplicar políticas de inteligencia policial que detecte qué está pasando en estos bares o giros negros. Si esto ocurre a metros de distancia de la sede policiaca, imagínate en otras zonas de la capital. Se tiene el mayor sistema de cámaras que registra prácticamente lo que sucede en la ciudad, y esta vez falló. El hecho de que desaparezcan estos 12 jóvenes y no se tenga una idea de qué fue lo que sucedió es lamentable.

Los jóvenes sin oportunidades son más vulnerables al poder corruptor de las bandas del crimen organizado en estados donde la violencia del narco es imparable. ¿El Distrito Federal está exento de este fenómeno?

Aquí tenemos que diferenciar este fenómeno. Las oportunidades para los jóvenes del Distrito Federal pueden ser mayores que otras entidades federativas. Sin embargo, los ninis también se dan en esta ciudad, los jóvenes que no trabajan o no estudian no lo hacen porque carecen de oportunidades. Esos jóvenes son reservas del crimen organizado. No reconocer esta problemática del narco lo único que están haciendo es potencializar un problema real.

¿Existe alguna radiografía puntual de los cárteles de la droga en el Distrito Federal?

Es una necesidad que deben tener las autoridades. Independientemente de este caso Tepito, el hecho de haber detenido a La Barbie y a otros capos importantes en la ciudad de México habla de algo innegable. El reconocer que no tienen pistas de cárteles sería una gravísima señal. ¿Cómo están controlando este fenómeno para que no se desborde la violencia?

Miguel Ángel Mancera ya cumplió medio año. ¿Cómo califica su gestión en materia de seguridad?

La desaparición de los jóvenes no es un hecho aislado, ha habido asesinatos en varios puntos de la ciudad, como en la Condesa. Si bien no hay un aumento de la inseguridad, los delitos como el robo con violencia, robo a transeúnte, robo a casa habitación siguen ocurriendo. Si comparamos la ciudad de México con otras entidades en materia de seguridad, como Tamaulipas, Guerrero, Nuevo León, Veracruz, hay diferencias sustantivas. Durante estos seis meses del mandato de Mancera, la inseguridad no se ha desbordado, ha continuado acciones que se venían trabajando en las administraciones anteriores, empezando desde 1997 con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas que comenzó a transformar las estructuras policiacas, desarrollo social en la capital. Seis meses es poco tiempo para saber si la administración de Mancera está impactando de manera positiva en materia de seguridad. Lo que sí puedo decir es que no se ha desbordado la inseguridad.