CAFÉ POLÍTICO

Los candidatos no creen en el sistema electoral

 

 

 

Todos los hombres estamos hechos del mismo barro,

pero no del mismo molde.

Proverbio mexicano

 

 

José Fonseca

Sólo la urgencia de apuntalar dirigencias de los partidos nacionales explica la exagerada importancia concedida a las elecciones locales de alcaldes y diputados en 15 entidades de la república.

Eso y la relativa sequía informativa los llevó a darle a los comicios locales la dimensión nacional. A pesar de que muchos advertimos que en las elecciones locales la dinámica es puramente local. Y en el mejor de los casos, regional.

Los actores políticos aprovecharon la gran disposición de los medios para reproducir quejas, declaraciones, descalificaciones y denuncias, disposición que de alguna manera tenía el propósito, quizá subconsciente, de que se concretaran las expectativas de aquéllos cuyas hipótesis son que la democracia y el sistema electoral deben cambiarse, porque no funcionan.

Nadie dijo a los actores políticos que las quejas y denuncias no avanzan si no se presentan ante las autoridades electorales, para hacerlas valer en su momento ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, si acaso se impugna alguna eleccióÛn.

La mayoría de los medios simplemente las reproducen, sin ahondar en los hechos y menos investigar la veracidad de las afirmaciones. Total, las denuncias y acusaciones las hacen los actores políticos, no los medios. La coartada para dejar a los ciudadanos expuestos a informaciones a medias que manipulan la realidad.

La paradoja de la democracia, que no de la transición, pues tiene razón José Woldenberg al afirman que la transición ya pasó, la democracia ya existe, sólo hay que cuidarla, protegerla; es que son los ciudadanos, los que votaron y los que no votaron el pasado domingo, quienes mostraron una actitud más civilizada que la de los candidatos, de los partidos y los dirigentes nacionales de cada organización.

Pero no es nota que en la mayoría de las entidades donde se celebraron elecciones todo transcurrió en paz, salvo incidentes aislados. Ocurrió así porque quienes no creen en el sistema electoral son los candidatos, los dirigentes partidistas y tantos políticos y teóricos de la política que lo descalifican. No confíÌan en el sistema que ellos diseñaron desde el Congreso.

Para vergüenza de nuestras elites políticas y académicas, los millones de ciudadanos que votaron el pasado domingo y los miles que recibieron y contaron los votos, tienen más cultura democrática, porque sigue vigente la frase de Carlos Castillo Peraza, ideólogo panista: “Somos ya una democracia, pero sin demócratas”.

jfonseca@cafepolitico.com