CAFÉ POLÍTICO
La presión para ganar poder
La audacia sin juicio es peligrosa, y el juicio sin audacia es inútil.
Gustavo Le Bon
José Fonseca
La decisión de impulsar las reformas energética y fiscal fue una decisión audaz, porque en ambos casos se confrontará el gobierno peñista con un entramado de intereses construidos durante muchas décadas.
En el caso de la reforma energética se enfrentan no los tabús, sino la tozudez de quienes enarbolan la bandera del nacionalismo para mantener al sector energético aherrojado al pasado.
La izquierda moderada y democrática se opone a la participación de capitales y empresas particulares en las operaciones de Petróleos Mexicanos. No pueden hacer otra cosa por la presión que ejercen los radicales, más interesados en ganar el poder que en hacer algo por la paraestatal.
En esas circunstancias, al gobierno peñista no le queda otro recursos que buscar la aprobación de una reforma energética con los votos del PAN en el Congreso, los cuales sumados a los de las bancadas del PRI serían suficientes hasta para reformar artículos de la Constitución, las cuales requieren las dos terceras partes de los legisladores presentes en la sesión correspondiente.
Sin embargo, el PAN de Gustavo Madero entregará el próximo miércoles su propia iniciativa energética, la cual contempla una total apertura de Pemex a los inversionistas privados. Esa iniciativa tan amplia deja el espacio para negociar en el Congreso. Encontrar las coincidencias y soslayar las diferencias.
El gobierno peñista aún elabora su propia iniciativa, la cual tiene que ser cautelosa para evitar que los inversionistas privados no gocen de tantas garantías como las que en el pasado reciente se les entregaron en las plantas de energías alternativas, como la eólica.
La clave de esta reforma está en el riesgo. ¿Están dispuestos los inversionistas privados a correr el riesgo implícito en las operaciones de la industria petrolera, particularmente en sus áreas de exploración y explotación? ¿Cuánto quieren para recuperar su inversión? ¿Cuánto puede dárseles, para que sea rentable el negocio, pero sin que las garantías signifiquen socializar las pérdidas y dejar las utilidades sólo para los inversionistas?
Esas preguntas, y muchas otras, deberá tomar en cuenta la iniciativa energética del gobierno del presidente Peña Nieto. Preguntas pertinentes, obligadas. En sus respuestas estará la viabilidad de la reforma y su eventual éxito en beneficio de la nación.
jfonseca@cafepolitico.com
