Susana Hernández Espíndola
El ex presidente mexicano Felipe Calderón, obviamente nunca pudo cumplir con su mentirosa promesa de que los niños que nacieran durante su administración iban a llegar con “la torta bajo el brazo” y, además, “con su seguro médico”.
Resulta que en la actualidad, los niños mexicanos no llegan ni con torta de frijoles bajo el brazo, o, por decir más, de jamón, sino, por el contrario, con una horrorosa deuda a cuestas, la cual suma casi 50 mil pesos.
Lo que debe un mexicanito
Hace una década (con base en el informe sobre la evolución de las finanzas y deuda pública al primer semestre del 2002, elaborado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público) el saldo de la deuda pública total de México ascendía a 3 billones 477 mil 887 millones de pesos, lo que significa que en ese tiempo cada mexicano, al nacer, ya detentaba una deuda de 34 mil 778 pesos. De esa cantidad, el 22 por ciento (7 mil 651 pesos) los debía al exterior y el resto era deuda interna.
Si al cierre de 2012, de acuerdo con la última información publicada por el Banco de México, el saldo de la deuda del gobierno mexicano era de 5 billones 330 mil 311 millones de pesos (71.3 por ciento de deuda interna y 28.7 de externa), esto significa que cada uno de los casi 113 millones de mexicanos que ya somos, debía hace siete meses más de 47 mil pesos.
Su alteza George Alexander Louis
Mientras los mexicanos vivimos esa ironía en un país vasto en recursos naturales y potencialmente rico, un pequeño grupo de niños de “sangre azul” llega al mundo ni siquiera con torta de faisán, sino con una canasta de latas de Caviar Almas (empacado en latas de oro de 24 kilates), sandías Densuke Black, carne de Wagyu y papas La Bonnotte, que son los alimentos más caros del mundo.
El nuevo heredero del trono británico, su altecita don George Alexander Louis, nacido el 22 de julio de los duques de Cambride, el príncipe William y su ex compañera de estudios, Kate Middleton, es un ejemplo en el que cada ciudadano del mundo se quisiera reflejar.
Nada más el costo del nacimiento del futuro heredero de la Corona británica, fue de unos 15 mil dólares (187 mil 400 pesos). Ese mismo parto, en un hospital privado y modesto de México, hubiera tenido un precio de unos 10 mil pesos, pero, en uno de los hospitales de primera iría en ascenso, a partir de unos 50 mil pesos.
Naturalmente a eso tendrían que agregarse los costos de los cuidados prenatales del bebé y de las visitas de la duquesa de Cambridge al ginecólogo.
Sin embargo, como se dice en nuestro país, la familia real “no da paso sin huarache”, ya que sus ganancias serán también muy jugosas.
Según sostiene el Centre for Retail Research, especialista en ventas al menudeo en Europa y Gran Bretaña, lo que está gastando el pueblo del Reino Unido en las celebraciones por el nacimiento de George Alexander Louis, llegará a 400 millones de dólares. En los banquetes por el nacimiento, los ingleses gastarán 25 millones de libras esterlinas, más 62 millones en bebidas alcohólicas y de otro tipo y, finalmente, 156 millones en objetos conmemorativos y otros souvenirs. Entre estas mercancías, destacan los chupones con la Unión Jack (la bandera británica), pijamas con el uniforme de la guardia real, libros de cuentos, tazas con las leyendas: “A royal Baby in 2013” (Bebé real en 2013) o “Hooray for Will and Kate” (Vivan Will y Kate) y muñequitos de la familia real al estilo de los personajes que produce Fisher-Price.
¿Y a dónde irán las regalías producidas por estas ventas? Adivino usted: a las arcas reales.
El nacimiento del primogénito de Kate Middleton y el príncipe Guillermo, representa un acontecimiento trascendental para la monarquía británica, ya que el principito es el tercer heredero en la línea de sucesión al trono de la Corona.
Por supuesto, el bebé tiene su futuro asegurado en casi todos los sentidos y probablemente estudiará en la más prestigiada universidad del Reino Unido, la de Saint Andrews, y será piloto de helicóptero y oficial de la Real Fuerza Aérea (RAF), como su padre.
El nombre de este bebé real, Jorge Alejandro Luis, en español, recuerda a tres destacados miembros de la monarquía europea: “Jorge” —del origen griego georgios, que significa “el que trabaja la tierra” o “agricultor”—, era el apelativo favorito entre quienes apostaron antes del nacimiento real y el del padre de la reina Isabel II, quien ostenta la corona desde 1952. Además, San Jorge es el santo patrono de Inglaterra y se le venera por su legendaria victoria sobre un dragón, en el siglo III; su fiesta se celebra el 23 de abril.
“Alejandro”, proveniente de la forma latina del nombre griego Alexandros, significa “defensor de los hombres”. Conocido como uno de los grandes conquistadores del mundo, Alejandro Magno dio inicio a una época de esplendor de la cultura griega tanto en Oriente como Occidente.
Y el nombre “Luis”, el menos previsible, proviene de las interpretaciones inglesas y francesas del nombre alemán Ludwig, que significa “guerrero famoso”. Luis fue el primer nombre del conde Mountbatten de Birmania, tío del príncipe Felipe, duque de Edimburgo, y padre de Carlos, príncipe de Gales y feliz abuelo del nuevo bebé. A aquel Luis lo mató el Ejército Republicano Irlandés, en 1979, cuando se encontraba de vacaciones en Irlanda en 1979.
Este bebé, junto con una camada de niños reales nacidos en la última década, en diez, veinte o treinta años representará un símbolo del poder y la supremacía que ejercen un puñado de familias alrededor del mundo, claro, quizás al lado de los hijos o nietos de hombres igual de malvados que adinerados, como Joaquín “El Chapo” Guzmán y Miguel Angel Treviño Morales, “El Z-40”, los mexicanos a los que hoy podría considerarse como de auténtica “sangre azul”.
Estos son algunos de esos futuros monarcas:
Sasha, de Mónaco
El pasado 21 de marzo nació el primer nieto de la princesa Carolina de Mónaco. El pequeño Sasha es el hijo de su primogénito, Andrea Casiraghi, y de su prometida, Tatiana Santo Domingo, cuyo padre es colombiano y su madre brasileña.
Andrea Casiraghi, fruto del segundo esposo de Carolina, el difunto Stefano Casiraghi, está en segundo lugar en la línea de sucesión al trono de Mónaco, justo después de la propia mujer, de 56 años.
Hasta que no tengan descendencia el actual soberano, Alberto II, y su esposa, la sudafricana Charlene Wittstock, que se casaron en julio de 2011, el recién nacido ocupa el tercer lugar en la línea sucesoria.
La infanta Leonor, de España
La hija primogénita de los príncipes de Asturias, don Felipe y doña Letizia, llamada Leonor de Todos los Santos de Borbón y Ortiz, nació en Madrid, el 31 de octubre de 2005.
Por ser hija del heredero de la Corona española, desde su nacimiento recibió el título de Alteza Real y dignidad de Infanta de España. Ocupa el segundo lugar en la línea de sucesión del rey Juan Carlos, luego de su padre, y ha desplazado a sus tías: la infanta Elena, la infanta Cristina y sus respectivos hijos.
La infanta Leonor podría convertirse en la primera mujer jefe del Estado español de pleno derecho, desde Isabel II (1833-1868), siempre y cuando no tenga un hermano varón, ya que la orden de sucesión al trono establece la prioridad masculina.
Su hermana menor, la infanta Sofía, de 6 años (nacida el 29 de abril de 2007), ocupa el tercer lugar en el orden de sucesión.
Estela, de Suecia
Estela Silvia Eva María nació el 23 de febrero de 2012. Es la hija primogénita de Victoria de Suecia y de Daniel Westling, y ostenta el título de princesa de Suecia. La pequeña es la segunda heredera al trono sueco, tras su madre, la cual es hija del rey Carlos XVI Gustavo, ya que en 1980 fue abolida en esa nación la primogenitura masculina.
Sus nombres son en honor a la condesa Estela Bernadotte (1904-1984); a Silvia, reina de Suecia (su abuela materna); a Ewa Westling (su abuela paterna), y a María, princesa heredera de Dinamarca (su madrina).
Catharina-Amalia, de Holanda
La princesa Catharina Amalia Beatriz Carmen Victoria nació el 7 de diciembre de 2003, en La Haya. Es la hija primogénita de Guillermo Alejandro, rey de los Países Bajos, y de la reina Máxima. En el orden de sucesión, Catharina es seguida por sus hermanas Alexia, de 8 años, y Ariana, de 6.
Isabel, de Bélgica
La princesa Isabel Teresa María Helena, nacida en Bruselas el 25 de octubre de 2001, es la primera en la línea sucesoria al trono de Bélgica, después de que su padre, Felipe de Bélgica, fue coronado, el pasado 21 de julio, tras la abdicación del abuelo de la princesa, Alberto II.
En 1991 se abolió la ley sálica en Bélgica, lo que da plenos derechos de sucesión a esta princesa y sus descendientes. Sus hermanos: Gabriel, de 9 años; Emmanuel, de 7, y Eleonora, de 5, le siguen en la línea de sucesión.
Christian, de Dinamarca
El príncipe Cristián Valdemar Henri John, de 7 años, ocupa el segundo puesto de sucesión al trono de Dinamarca, detrás de su padre, el príncipe heredero Federico, hijo mayor de la reina Margarita II y del príncipe Enrique.
Su hermana Isabella, de 6 años, es la tercera en el orden de sucesión, y sus hermanos Vicente y Josefina, que son gemelos de 2 años, ocupan el cuarto lugar. La ley en Dinamarca que excluía completamente a las mujeres de la sucesión, fue abrogada en 1953.
Hisahito, de Japón
Nacido el 6 de septiembre de 2006, el príncipe Hisahito —cuyo nombre significa “Sereno y Virtuoso”— es el primogénito de Akishino, hijo del príncipe heredero Naruhito. Se encuentra en la segunda posición en orden de sucesión al trono, luego de su tío, el hijo mayor del emperador Akihito. Tiene dos hermanas mayores: la princesa Mako (nacida el 23 de octubre de 1991) y la princesa Kako (29 de diciembre de 1994).
La princesa Aiko de Toshi, de 12 años, hija única del príncipe Naruhito y de su esposa Michiko, no figura en el orden de sucesión al trono, al ser descartadas las mujeres desde 1889.
Ingrid Alexandra, de Noruega
La princesa Ingrid Alexandra llegó al mundo el 21 de enero del 2004, en Oslo, Noruega, ocupando el segundo puesto en la línea de sucesión al trono de esa nación después de su padre, el príncipe heredero Haakon Magnus, y por delante de su tía, la princesa Marta Luisa de Noruega. La sigue su hermano de 7 años, Svere Magnus.
Desde 1990 se estableció la regla de sucesión de estricta primogenitura.
Mulay Hassan, de Marruecos
El príncipe heredero, Mulay Hassan, de 10 años, es el hijo del rey Mohammed VI y de la princesa Lalla Salma. Su hermana, Lalla Khadija, de 6 años, fue excluida de la sucesión.




