Entrevista a Antonio de la Cuesta/Investigador del Centro de Investigación para el Desarrollo

Moisés Castillo

El PRI no ganó la gubernatura de Baja California. ¿Es una sorpresa? ¿Es una gran derrota cuando desde 1989 gobierna el PAN? El tricolor dominó la jornada electoral del pasado 7 de julio: en nueve de las 14 entidades donde hubo comicios, el priismo obtuvo victorias importantes. El morbo era si podía arrebatarle al panismo la joya de la corona, su último bastión.

Y, por supuesto, si los resultados dañarían el futuro del Pacto por México.

La señal del presidente Enrique Peña Nieto fue clara y contundente al exigir a todos los candidatos respetar la voluntad ciudadana. Sin duda, un claro mensaje al candidato de la coalición Compromiso por Baja California, Fernando Castro Trenti.

“Los ciudadanos ejercieron su derecho al sufragio al elegir a sus representantes y autoridades locales. Corresponde ahora a todos los candidatos y partidos políticos acatar la decisión ciudadana expresada en las urnas. En toda democracia hay ganadores y quienes no se ven favorecidos por la mayoría.”

Luego del triunfalismo del líder nacional del PRI, César Camacho, al declarar ganador a Castro Trenti, ahora es cauto y dice que esperarán los resultados oficiales. No fui “irresponsable”, fue un acto de “audacia política”.

“Tenía absoluta congruencia con el resultado de las encuestas a las que teníamos acceso en el fin de la campaña político electoral, cuatro días antes de la jornada, por eso nos atrevimos a hacerlo… Lo que estamos padeciendo es la deficiencia en el desempeño de una empresa que salió de muy mala calidad, que fue la encargada de levantar el programa de resultados electorales y ahora la consecuencia es la incertidumbre.”

Por las fallas en el PREP, el representante priista en el Consejo General del Instituto Electoral de Baja California, Marcelo Machain, propuso al pleno aprobar el conteo voto por voto sólo en la elección de gobernador.

Sin embargo, el director de la empresa Proisi —encargada del Programa de Resultados Electorales Preliminares—, Carlos Treviño, aseguró que no se había caído el sistema, sino que se trató de una diferencia en la interpretación de los datos arrojados.

“No considero que exista un error, a final de cuentas es una interpretación en uno de los sectores que tiene el programa de resultados en cuanto a la posición que guardan los partidos porcentuales entre sí, es decir, tú puedes tener la posibilidad de ver cómo se van desarrollando los resultados a nivel voto y cómo se van desarrollando a nivel porcentaje entre los contendientes.”

Triunfalismo extremo

En el PAN también hay un triunfalismo extremo. Los números del dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, son tan optimistas que podría despedirse como la actriz Greta Garbo: después de una gran película y con muchos aplausos.

Además dijo que analizarán la permanencia de Acción Nacional en el Pacto por México, tras la jornada electoral en 14 estados.

“El Pacto se construyó a raíz de acuerdos que surgieron de un México moderno. Lo que se vio en la jornada del domingo es una política del México del pasado, de querer ganar a la mala… El partido revisará y considerará  cómo afectan los resultados en la permanencia en la alianza política.”

Por su parte, el coordinador del PRD en la Cámara de Diputados, Silvano Aureoles, advirtió que debido a la inequidad en las campañas solicitará a su partido dejar el Pacto por México.

“Le toca a la dirigencia nacional del partido, pero creo que ante los hechos evidentes no tenemos porqué seguir siendo comparsa ni del gobierno, ni del PRI, ni podemos seguir solapando o soportando o aguantando los tratos que recibe la oposición.”

En tanto, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, afirmó que los resultados electorales no condicionan la continuidad de los partidos políticos en el Pacto por México.

“Los acuerdos entre la federación y las principales fuerzas políticas del país se encuentran por encima de los intereses partidistas… Son dos vías totalmente diferentes: una es la de los acuerdos por el país y otra el desarrollo normal que debe de llevar cualquier proceso electoral.”

Hay que destacar que la participación ciudadana apenas alcanzó, en promedio, 40 por ciento. Baja California, el único estado donde se eligió gobernador, fue el de menor participación de los ciudadanos, al registrar 39.4 por ciento. Según los resultados del PREP, Durango registró la participación más alta, con 57 por ciento del electorado.
Para Antonio de la Cuesta, investigador del Centro de Investigación para el Desarrollo, el Pacto por México seguirá su rumbo sin importar los resultados electorales.

Las reformas no dependen de resultados

“El Pacto camina con o sin elecciones. Realmente el futuro de las reformas, que es el eje fundamental, no depende de los resultados electorales. Muy pocos están revisando la conformación de los congresos estatales. Muchas de las reformas que se van a proponer necesitarán reformas constitucionales que requerirán 16 congresos estatales que las avalen. ¿Cómo se conformaron los 14 congresos locales que estaban en juego? Eso es lo interesante, si realmente habrá mayorías, es lo único en que iba a incidir directamente.”.

¿Quién es el ganador y quién el perdedor de la contienda electoral?

De Baja California fue Francisco Vega, ni siquiera el PAN. Acción Nacional ganando, resultaría perdiendo. ¿Por qué? Si Gustavo Madero toma los triunfos del panismo, no nada más en ese estado, sino en el resto de las capitales estatales y municipios, vería mermada su figura, no sería conveniente para la dirigencia nacional. La situación en los estados es muy distinta a la dinámica que se genera en una elección federal. En los estados prevalece la organización local. El crédito de cada uno de esos triunfos como en Saltillo, Chihuahua, Córdoba, y en otras ciudades importantes se debe al trabajo de los comités directivos municipales de Acción Nacional.

En Baja California se echó toda la carne al asador por la gubernatura, por todo lo que representa simbólicamente, pero aun así no es un triunfo del CEN, es un triunfo de las estructuras estatales que sí convencieron a ciertos sectores de la ciudadanía. Cabe recordar que en Baja California hubo un abstencionismo altísimo, lo cual no puede ser una victoria para ningún partido. Sin embargo, con una diferencia corta, el PAN se llevó el triunfo.

¿El perdedor sería Manlio Fabio Beltrones?

No veo a Beltrones como el gran perdedor. Por supuesto que apoyaba al candidato Fernando Castro Trenti, es parte de su grupo desde que estaba en el Senado, desde hace muchos años han colaborado juntos. Pero no lo veo como una derrota para el diputado Beltrones. Él tiene muy claro cuál es su papel en el entorno político nacional y no es de ninguna manera ganar un estado o una elección particular. El diputado Beltrones está ahí para servir de gran negociador de las reformas, el gran impulsor de la agenda del gobierno federal.

Manlio es un hombre institucional, sabe que si al PRI le va bien, al presidente Peña Nieto le va bien, le va bien a toda la estructura del partido. Está haciendo su trabajo en lo que realmente le interesa, que es sacar las reformas estructurales.

Se está hablando en algunos medios de una concertacesión del gobierno de Enrique Peña Nieto con el PAN para que el Pacto por México siga adelante. ¿Qué opinión tiene de este argumento?

Es un insulto para los bajacalifornianos decir que hubo un pacto. De hecho cuando tuve la oportunidad de hablar con gente de allá, de alguna manera se sorprendían que este rumor se difundiera a nivel nacional. Creo que el más perjudicado por semejante aseveración es el mismo Acción Nacional. Porque si hay algo pactado se estaría reconociendo que el partido no es capaz de ganar una elección por sí mismo. Creo que esto es falso y se demostró a lo largo de varios municipios en el país. A pesar de condiciones muy adversas, de apoyo magro de su dirigencia nacional, las estructuras locales panistas lograron sacar triunfos.

El caso de Baja California es muy parecido. No veo alguna manipulación del voto y creo que este rumor benefició más al PRI como posible gestor de triunfo electoral.

¿La gubernatura de Baja California cura las heridas en el PAN?

No. Todos se decidirá hasta diciembre. Las elecciones, sin duda, iban a marcar un cambio o un punto de inflexión, más en Baja California. Perdiendo ese estado creo que hubiera sido la lápida final sobre Gustavo Madero. Sin embargo, este resultado le da cierto oxígeno, pero no le garantiza nada. Madero debe ser muy cuidadoso y dar el crédito que merecen los comités municipales de los triunfos que lograron y también acercarse más a las bases, ya que éstas podrían estar molestas si no se les reconoce su labor. Si no lo hace, por mucho que hayan ganado Baja California, por reformas que pudiera sacar Acción Nacional en beneficio de los mexicanos, nada de eso va a importar si las bases no están a gusto con la dirigencia nacional.

 

Con Pacto, sin Pacto y a pesar del Pacto

¿Seguirá caminando el Pacto por México, a pesar de algunas voces del PAN-PRD?

En cuanto a la permanencia de los partidos en el Pacto, si lo viéramos a rajatabla y con todas las quejas que han tenido PAN-PRD respecto a la posible intervención de los gobernadores y las maquinarias políticas como en Veracruz, pues eso sería violatorio al anexo del Pacto, que se firmó después del caso Sedesol, el supuesto uso de programas sociales a favor del PRI.

Con todo y las amenazas, PAN-PRD siguen en el Pacto, hay voces que claman por evaluar cuál es el sentido de estar en el Pacto. Creo que si las reformas conviven en las agendas de esos partidos, habrá más capacidad de negociación. Con o sin elecciones las reformas caminarán. Incluso podrían caminar sin Pacto.

César Camacho, presidente del PRI, dio el triunfo a su candidato sin tener resultados oficiales, ¿por qué siguen estas actitudes de políticos que fomentan la especulación y enrarecen el ambiente político?

Es parte del juego político en México. También hay cierta responsabilidad de quién compra este discurso. Todos van a querer ganar y más en una elección cerrada. Finalmente, el último estimado del PREP, andaba entre 3 por ciento entre el PAN y PRI. Con ese porcentaje, tomando en cuenta que puede haber impugnaciones o recuentos, es factible que haya un reversión en los resultados.

El hecho de declarase ganador obedece a una dinámica perversa, pero que si no lo haces, está mal visto. Si por un lado salen los panistas diciendo que ganaron y el PRI se queda callado, pues también en la prensa y en la opinión pública se genera “que el PRI tiró la toalla”. Es parte de la parafernalia política.

Ante la ineficacia del PREP en Baja California, ¿cobra fuerza la propuesta de crear un instituto nacional electoral?

En mi opinión, la oposición se estaría dando un disparo en el pie con la propuesta de esta índole. Parte del PAN apoya este plan, pero sería un golpe fatal para las incipientes democracias locales y hay que revisar a qué se deben o hacia dónde van las quejas contra los institutos locales. Porque si es por incidentes como homicidios, secuestros, extorsiones, robo de material, las autoridades encargadas son las procuradurías de los estados. No tiene nada que ver con el Instituto Electoral.

A la hora de los conteos, hay representantes de los partidos que debieran estar presentes. El crear un instituto nacional se daría por la incapacidad de los partidos de oposición para tener una verdadera representación en todos los estados. Si los partidos tuvieran la capacidad de estructura del PRI —que el PAN no supo construir siendo gobierno—, el suficiente personal para estar vigilando las casillas o en las juntas distritales. Eso no es culpa de los institutos locales, es problema de cómo se manejan los partidos. Si los partidos no tienen estructuras en los estados, no le pueden reclamar al instituto que proteja sus intereses. Está para organizar las elecciones y supervisarlas, no para movilizar estructuras.

A pesar de todo, en los estados a la hora que han actuado los institutos, los han hecho relativamente bien. Suponiendo que no actuaron bien, tampoco podemos decir que la autoridad federal, cuando le ha correspondido actuar, lo ha hecho muy bien. Tan es así que en las últimas presidenciales hemos tenido renovaciones del IFE y cuestionamientos hacia ciertos consejeros.