CAFÉ POLÍTICO
Los perdedores ya conocen el camino
La más estricta justicia no siempre
es la mejor política.
Abraham Lincoln
José Fonseca
Hoy se celebran elecciones en 14 estados de la república. Votará casi un tercio del padrón electoral nacional para elegir 931 alcaldes, 441 diputados locales y al gobernador de Baja California. Como extra está la elección especial en un distrito de Sonora para elegir a un diputado, pues el anterior fue asesinado por su suplente.
Como táctica de campaña, los dirigentes de los tres grandes partidos de la república han manejado una narrativa cuya pretensión es convertir en nacionales unas elecciones que son puramente locales.
En las elecciones de gobernador, de alcaldes y diputados locales lo que se pone en movimiento son los intereses políticos, económicos y sociales puramente locales, pues para los ciudadanos de las 14 entidades que irán a las elecciones el 7 de julio nada más cercano que sus alcaldes y diputados locales. Con o sin razón, perciben que los que esos alcaldes y diputados locales hacen o dejan de hacer afecta más directamente sus vidas, su entorno, su realidad.
En esta campaña han ocurrido atentados contra algunos candidatos. No debiera sorprendernos, tristemente son parte de una realidad local, tan ajena a la contienda democráticamente pura concebida en los cubículos académicos del Altiplano.
Sin embargo, la desbocada retórica de los dirigentes nacionales busca hacer de estos comicios locales una suerte de referéndum, en el cual decidirán los ciudadanos si están satisfechos con el regreso del PRI, lo cual es una aberración. Y es un error estratégico, pues las derrotas que sufran serán vistas como derrotas de dimensión nacional.
A pesar de la retórica de los partidos, desde hace ya 16 años los resultados de las elecciones, las locales, las estatales y las nacionales, son el reflejo razonable de las preferencias de los ciudadanos.
No hay elección democrática sin irregularidades. Aunque se critique a los organismos electorales locales, al final de cada proceso electoral existe siempre el recurso de que los perdedores apelan a las salas del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Total, ya conocen el camino. Lo conocen porque lo han usado muchas veces, porque no se acaban de convencer que los ciudadanos son libres de elegir a quien se les pegue la gana, libres de votar por sus propias y personales razones. En días como el próximo siete de julio es cuando los ciudadanos y ciudadanos tienen el poder de decisión.
Lo demás ya no siempre está en sus manos, porque vivimos en una democracia representativa. Con nuestro voto delegamos el poder en manos de aquéllos a quienes elegimos. Así de sencillo, así de complicado.
jfonseca@cafepolitico.com
